Durante los '80, el cártel de Pablo Escobar se encontró con un enemigo inesperado: las ratas, que le destruyeron millones de dólares almacenados en casas repletas de billetes. Ni su inmenso poder ni su fortuna pudieron evitar las pérdidas. Una ironía donde incluso ni el imperio criminal más grande del mundo pudo resolver sus problemas con dinero.
ERAN VIVOS LOS BICHOS
El día que las ratas le ganaron a Pablo Escobar: Una ironía del imperio narco
Pablo Escobar tenía muchos enemigos, pero el que le dio un fuerte golpe, haciéndole perder toneladas de billetes, no fue el FBI o la DEA, sino las ratas.
Billetes por toneladas: un problema inesperado
Corría el año 1989 y el negocio del narcotráfico producía cifras que superaban cualquier imaginación: $420 millones que llegaban todas las semanas en billetes de baja denominación, aunque el peso físico de ese dinero pronto se transformó en un problema de logística. Roberto Escobar, hermano de Pablo y encargado de las finanzas, tuvo una idea bastante peculiar: guardar la plata en cientos de casas compradas exclusivamente para ese fin. Así, las paredes y los pisos se llenaron de billetes de 100 dólares, convirtiendo las propiedades en algo así como bóvedas improvisadas.
Pero aunque el plan era bastante ingenioso, no contemplaba la naturaleza. La humedad terminó corroyendo los billetes, convirtiendo las habitaciones en montones de papel inservible. Y peor aún, las ratas se hicieron un festín con las pilas de dinero, devorando mes a mes 42 millones de dólares. Sumándose los daños hechos por el agua, las pérdidas alcanzaban los 72 millones de dólares al mes, más de lo que algunos bancos ganan en un año.
La ironía del éxito: ratas más poderosas que la DEA
Como los bancos no podían manejar semejante cantidad de efectivo, el cártel tuvo que aceptar las pérdidas como "el costo de hacer negocios". Roberto Escobar instituyó una política de descarte, en la que el 10% del dinero era asumido como pérdida regular. Al mismo tiempo que el cártel amasaba miles de millones, las ratas en Colombia dormían sobre colchones de billetes, una ironía cruel donde la naturaleza logró lo que ni la DEA, ni el FBI, ni siquiera los gobiernos pudieron.
La lección que quedó fue clara: el dinero, aunque da poder, no resuelve todo. La ambición desmedida y no saber adaptarse a los límites de la realidad pueden ser el verdadero enemigo de cualquier imperio, criminal o no. Como decía Roberto, "los reyes necesitan castillos", pero incluso los castillos más fuertes pueden caer ante la fuerza de la naturaleza.
-------------------------------------------------------------------
Más contenido en Urgente24
Aerolínea low cost se declaró en quiebra: Qué pasará con pasajeros
Las termas naturales que son un paraíso en Argentina
Netflix tiene la miniserie de 6 capítulos que se convirtió en la favorita de todos
La miniserie de Netflix que tiene 8 capítulos y tenés que conocer cuanto antes
Festeja América TV: Marcelo Tinelli vuelve a cambiar de canal