Apple está dando por terminado un proyecto de 10 años para desarrollar un auto eléctrico, según fuentes familiarizadas con el tema que mantuvieron conversaciones con Bloomberg, abandonando uno de los proyectos más ambiciosos en su historia. La noticia fue comunicada internamente hoy (27/2) y sorprendió a los casi 2.000 empleados que trabajaban en el proyecto.
La decisión fue compartida por el director de operaciones Jeff Williams y Kevin Lynch, vicepresidente a cargo del proyecto. Ellos informaron al equipo que el proyecto se encontrará en una fase de cierre y que muchos empleados del Grupo de Proyectos Especiales o SPG, encargado del automóvil, serán transferidos a la división de inteligencia artificial bajo el liderazgo de John Giannandrea, un área cada vez más importante para la empresa.
En Wall Street
La noticia fue recibida positivamente por los inversores, lo que hizo que las acciones de Apple subieran aproximadamente un 0,81% a 182,63 dólares al cierre en Nueva York, tras el informe de Bloomberg.
Elon Musk, CEO de Tesla, también celebró la decisión, compartiendo un mensaje en la red social X con un emoji de saludo y un cigarrillo.
Cerrar el proyecto representa un giro importante para la empresa tecnológica, poniendo fin a un esfuerzo multimillonario conocido como Proyecto Titán, que habría llevado a Apple a ingresar en una industria completamente nueva.
A pesar de que Apple aún estaba lejos de producir un auto, la empresa contemplaba diversos diseños. Además del aspecto del vehículo, el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma resultó ser un desafío considerable. Apple había estado probando su sistema en carretera desde 2017 utilizando el exterior de un SUV Lexus, y también había realizado pruebas en una pista en Phoenix.
Apple vio un cambio de tendencia
Sin embargo, Apple se encontraba frente a un mercado de vehículos eléctricos que estaba perdiendo impulso, con un crecimiento de las ventas que se había desacelerado debido a los altos precios y la falta de infraestructura de carga. General Motors y Ford estaban cambiando su enfoque hacia la producción de más vehículos híbridos, y los fabricantes de autos en general estaban reduciendo los precios de los vehículos eléctricos y ajustando sus objetivos de producción y ganancias.
Aunque Apple había considerado la posibilidad de fabricar un auto sin volante ni pedales, así como un centro de mando remoto que pudiera sustituir al conductor, más recientemente había imaginado un automóvil con un precio de alrededor de 100.000 dólares. Sin embargo, los ejecutivos estaban preocupados por si el vehículo sería capaz de proporcionar los márgenes de beneficio que Apple normalmente espera de sus productos, y la junta directiva estaba preocupada por continuar gastando cientos de millones de dólares al año en un proyecto incierto.
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