DINERO Google > ChatGPT > OpenAI

IA VS. MOTOR DE BÚSQUEDA

Google le declara la guerra a ChatGPT y planea recuperar su trono

Desde hace casi dos décadas, Google domina sin discusión el negocio de las búsquedas en internet, pero apareció ChatGPT a ponerlo a prueba.

Desde hace casi dos décadas, Google domina sin discusión el negocio de las búsquedas en internet. Sin embargo, ese liderazgo comenzó a tambalear a fines de 2022, cuando OpenAI lanzó ChatGPT y abrió una nueva era de interacción digital: respuestas personalizadas, conversaciones fluidas y una inteligencia artificial que aprende y se adapta.

El impacto fue inmediato. Tal como destacan desde Financial Times, Microsoft, socio estratégico de OpenAI, integró la tecnología en su buscador Bing, y por primera vez en años, el trono de Google pareció estar en disputa. La compañía de Mountain View perdió iniciativa, cometió errores visibles en sus primeros lanzamientos con IA y vio cómo sus rivales ganaban terreno bursátil y reputacional.

image.png

Frente a ese escenario, Google decidió contraatacar. Frente a ese escenario, Google decidió contraatacar.

Una reinvención total del buscador

En su conferencia anual para desarrolladores, Sundar Pichai presentó el que definió como el mayor cambio estructural desde la creación del buscador: el “modo IA”, una herramienta que reemplaza el clásico listado de enlaces por respuestas conversacionales generadas por inteligencia artificial.

Esta actualización no es un ajuste cosmético, sino una transformación radical del corazón del negocio. El nuevo sistema será integrado no solo en la barra de búsqueda, sino también en Chrome, Android y otras aplicaciones clave de Google.

En otras palabras, la compañía apuesta a que su IA, impulsada por el modelo Gemini, pueda competir —y vencer— a ChatGPT en su propio terreno.

image.png

El dilema de los US$ 198.000 millones

Pero no todo es innovación y entusiasmo. Google enfrenta un desafío mayúsculo: cómo adaptar su buscador sin dañar su gallina de los huevos de oro. Actualmente, la publicidad en búsquedas representa la principal fuente de ingresos de la compañía, con casi US$200.000 millones anuales.

El riesgo es que esta nueva forma de buscar —más conversacional, directa y sin necesidad de clics— reduzca el espacio disponible para anuncios o afecte el tráfico a sitios externos. “La monetización de la IA es lo único que importa ahora”, advirtió Ben Reitzes, de Melius Research. “Si Google no lo resuelve antes que OpenAI, puede perder la carrera”.

De lo gratuito al modelo premium

Una de las respuestas de Google fue introducir un esquema de suscripciones pagas para acceder a sus herramientas más avanzadas. El nuevo paquete, que incluye el agente de IA Mariner y herramientas de video como Veo, cuesta entre US$20 y US$250 por mes, superando incluso los planes premium de OpenAI o Anthropic.

Además, la compañía está trabajando en integrar anuncios hiperdirigidos en el modo IA, aprovechando su vasto conocimiento sobre los usuarios y su dominio en Android, Gmail, Chrome y Maps.

La promesa es simple pero ambiciosa: menos anuncios, pero más efectivos y personalizados. La promesa es simple pero ambiciosa: menos anuncios, pero más efectivos y personalizados.

Ventaja estratégica, presión financiera

Si bien Google conserva una posición dominante —con el 90% de las búsquedas globales y tres cuartas partes del mercado de smartphones gracias a Android—, su situación bursátil está lejos de ser cómoda. Las acciones cayeron un 10% en lo que va del año, mientras Microsoft subió 8% y Meta 5%, gracias a estrategias más claras y rentables en IA.

La compañía también enfrenta múltiples frentes judiciales, con juicios antimonopolio que podrían obligarla a desprenderse de activos clave como el navegador Chrome o su red publicitaria.

Mariner y Astra

Junto al modo IA, Google presentó otras dos iniciativas para redefinir su ecosistema digital:

  • Mariner: un asistente que puede navegar por internet en segundo plano, reservar viajes, comprar entradas o elaborar reportes extensos.
  • Astra: un agente multimodal experimental que observa, escucha y responde en tiempo real, utilizando la cámara del celular o unas gafas inteligentes para interactuar con el entorno.

Ambos proyectos apuestan a una integración total de la IA en la vida diaria, con funciones cada vez más predictivas y personalizadas.

Los riesgos que persisten

No todo ha salido bien. Las primeras pruebas de IA generativa de Google incluyeron errores groseros: desde sugerir comer piedras hasta describir a Barack Obama como musulmán. Si bien la nueva versión del modo IA evitó esos “blooper”, el desafío técnico sigue vigente.

Los modelos de lenguaje aún pueden alucinar, y una reciente falla en la función de compras generó controversia al modificar fotos de hombres para añadirles pechos, incluyendo al senador JD Vance. Los modelos de lenguaje aún pueden alucinar, y una reciente falla en la función de compras generó controversia al modificar fotos de hombres para añadirles pechos, incluyendo al senador JD Vance.

Google: “Nos subestimaron”

Dentro de Google hay cierto malestar por el cuestionamiento a su rol en el desarrollo de la IA. DeepMind, su división de investigación, fue responsable en 2017 del paper sobre Transformers, base de la revolución actual. “Sin nosotros, esta era de la IA no existiría”, lanzó un ejecutivo que pidió no ser identificado.

“Esta semana fue nuestro recordatorio al mundo. Google está de vuelta en la cancha grande y va a pelear cada punto”, sentenció. “Esta semana fue nuestro recordatorio al mundo. Google está de vuelta en la cancha grande y va a pelear cada punto”, sentenció.

Más noticias en Urgente24

Feriado 12 de octubre, ¿se corre?: Daniel Scioli le pasa la pelota a Milei

Conmoción por lo que relató Moria Casán sobre la asesina de Villa Crespo: "Miedo"

La Justicia revivió el FISU, que disolvió Milei y se vinculó a Grabois