TENSIÓN MUNDIAL
Alarma: El mundo se dirige a una gran crisis de alimentos
Pandemia, guerra... y hambruna. Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron un récord justo cuando la invasión rusa a Ucrania trajo otro caos y enciende alarmas.
La guerra en Ucrania presiona hoy el precio de los alimentos, que son ya un 21% más caros que hace un año. Los aceites vegetales y los cereales, principalmente exportados por Rusia y Ucrania, han subido un 37% y 15% respectivamente.
"Rusia y Ucrania representan una parte importante de los suministros agrícolas del mundo: exportan tanto trigo, maíz, aceite de girasol y otros alimentos que suman más de una décima parte de todas las calorías comercializadas a nivel mundial. Ahora, los envíos de ambos países prácticamente se han paralizado", describió la agencia de noticias 'Bloomberg'.
Para sumar problemas, Rusia es también un proveedor clave de fertilizantes. Casi todos los cultivos importantes del mundo dependen de estos insumos y, sin flujo constante, los agricultores tendrás más dificultades para cultivar todo tipo de productos, desde café hasta arroz y soja.
En un informe, Upali Galketi Aratchilage, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirmó que "un impulso mucho mayor para la inflación de los precios de los alimentos proviene de fuera de la producción de alimentos, en particular de los sectores de la energía, los fertilizantes y los piensos (alimento para animales)".
Además, la cuenca del Mar Negro abastece de cereales a países que tienen una tasa elevada de población en situación de vulnerabilidad alimentaria, como Yemen, Libia o Egipto. De hecho, la primavera árabe que estalló en este último cuajó, entre otras cosas, a raíz de la subida de precios de los cereales importados por la caída de la cosecha rusa -Egipto es el mayor importador de cereales del mundo-.
" Es un shock alimentario increíble", dijo Abdolreza Abbassian, execonomista de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. " No se de una situación así en los 30 años que estuve involucrado en este sector".
Los cereales son los productos básicos que alimentan al mundo, y el trigo, el maíz y el arroz representan más del 40% de todas las calorías consumidas. Pero las reservas de cereales están a punto de sufrir un quinto descenso anual consecutivo y se combinan además con costos de transporte más elevados, inflación energética, clima extremo y escasez de mano de obra que han dificultado la producción de alimentos.
Como resultado, los precios mundiales de los alimentos ya están en máximos históricos, y el índice de referencia de la ONU ha aumentado más del 40% en los últimos dos años. El incremento ha tenido consecuencias devastadoras. La inseguridad alimentaria se ha duplicado en los dos últimos años, y el Programa Mundial de Alimentos calcula que 45 millones de personas están al borde de la hambruna.
La crisis actual va a empeorar las cosas, probablemente llevando el hambre a niveles sin precedentes, ya que el conflicto convierte a millones de personas en refugiados y eleva aún más los precios de los alimentos.
"Las balas y las bombas en Ucrania podrían llevar la crisis mundial del hambre a niveles más allá de lo que hemos visto antes", dijo en un comunicado David Beasley, director ejecutivo de la agencia de la ONU.
"La guerra de Putin pone en peligro la nutrición de la gente en todo el mundo", dijo el martes Cem Oezdemir, ministro de Agricultura de Alemania, en un comunicado.
El trigo ha retrocedido desde su máximo, pero sigue en cotas elevadas. La última vez que el cereal se acercó a estos niveles fue durante la crisis alimentaria de 2008, que provocó disturbios políticos en todo el mundo. Los futuros de la colza y la canola también han alcanzado nuevos récords, y el maíz ha subido un 25% este año.
A Rusia y a Ucrania les quedaron por enviar esta temporada unos 14 millones de toneladas de trigo y 18,5 millones de toneladas de maíz, aproximadamente el 7% del comercio mundial de cereales, según las Naciones Unidas, que ahora faltarán.
Una posibilidad para la Argentina
En las últimas horas España y Francia propusieron a la Unión Europea (UE) eliminar restricciones hacia los granos genéticamente modificados provenientes de Sudamérica y Estados Unidos, en principio, de manera temporal.
De esta manera, por la guerra entre Rusia y Ucrania, Europa le abre la posibilidad a la Argentina de adquirir granos.
Es que los países europeos buscan a contrarreloj diferentes alternativas para evitar la escasez de insumos.
Así, además de Estados Unidos, los beneficiados serían Argentina, Brasil y Canadá. Actualmente el país tiene la entrada restringida al mercado europeo a raíz de determinados residuos fitosanitarios que contienen. La medida se enfoca sobre todo en el aprovisionamiento de maíz, según la agencia de noticias 'Bloomberg'.
"Necesitamos que la Unión Europea flexibilice los reglamentos respecto de la importación de granos", sostuvo en una entrevista el ministro de Agricultura español, Luis Planas.
El funcionario de la Moncloa justificó la liberación de las restricciones de envíos de países como la Argentina, en el hecho de que Europa tardará años en alcanzar el autoabastecimiento de proteínas vegetales. Hasta el momento, Ucrania -el cuarto exportador mundial de alimentos- representaba el 30% y el 62% de las importaciones de maíz y aceite de girasol, respectivamente, a España, según Planas.
Pero, para hacer frente a las necesidades generadas por la guerra y asegurar la alimentación en el país invadido por Rusia, el Gobierno de Volodimir Zelenski prohibió hasta fin de año las exportaciones de trigo, centeno, cebada, mijo, azúcar, sal y carne, según la agencia de noticias 'ANSA'.
La Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac) respaldó la propuesta de Planes y recordó que en la Argentina hay disponibles 7,5 millones de toneladas de maíz (sumándose otras 15,4 a partir de fines de marzo) y 100.000 toneladas de semilla de girasol.
"Estas cantidades servirían para cubrir sobradamente las necesidades de la producción española de alimentos compuestos para animales y buena parte de la demanda europea", señaló un comunicado de la patronal difundido por la agencia 'Europa Press'.