Con el Banco Central prácticamente en cero en cuanto a las reservas netas, que apuró el preacuerdo con el FMI, se colaron los subsidios que recibe específicamente la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) por el transporte.
TODO TIENE UN PRECIO
Subsidios al transporte AMBA o cómo destrabar el acuerdo FMI
En medio de las negociaciones en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio por el acuerdo con FMI, se coló un clásico: quitar subsidios, principalmente a CABA.
Ocurre que esta vez la posibilidad del traspaso del transporte público al Gobierno de la Ciudad adquiere otra dimensión porque la Casa Rosada estará obligada a achicar el gasto y la emisión monetaria para lograr los desembolsos trimestrales del organismo multilateral.
Ahora bien, no es una tarea fácil porque la mayoría de las líneas de colectivos tienen sus cabeceras en municipios de la provincia de Buenos Aires, en el conurbano. Y también habilita una pregunta muy básica: si se traspasan los colectivos, ¿también el servicio de trenes?
En tanto, los gobernadores y los intendentes de conglomerados urbanos importantes como Rosario piden un boleto federal; algo así como un subsidio extra para no tener que pagar el costo político de un aumento piso del 50% para empatar a la inflación. En cierta medida, es injusto que en el AMBA se subsidien $15.000 millones mientras se destinan $28.000 millones para el resto de los 23 territorios provinciales.
Estamos hablando de $20 promedio -aunque $18 es el mínimo- que se paga por boleto en el AMBA contra $80, por ejemplo, en Necochea, o $60 en Mar del Plata, donde el intendente Guillermo Montenegro sufrió una fractura expuesta de su interbloque en el Concejo Deliberante durante la pandemia tras un fuerte debate para llevarlo a $100.
La sospecha por estas horas instalan la idea de que la Casa Rosada intenta presionar al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para que se termine votando a favor del acuerdo con el FMI en el Congreso; algo que no se puede puede asegurar desde el Frente de Todos.
Es que la posibilidad de abstenerse atraviesa a ambas alianzas electorales. Tanto Elisa Carrió (CC-ARI) como Gerardo Morales (presidente UCR Nacional) presionan al resto de JXC para que se vote a favor.
El presidente Alberto Fernández, desde Barbados, suplicó a su vicepresidenta Cristina Kirchner que no lo deje sin el acuerdo, luego de que Máximo Kirchner y La Cámpora rompieran el Frente de Todos y se llamaran a silencio.
Muy interesante el dato que aporta El Parlamentario en toda esta discusión que ahora parece tener un precio de $15.000.000 en subsidios al transporte:
"Se descuenta que la mayoría de los 118 diputados del Frente de Todos respaldarán el acuerdo, aunque no todos lo hacen conformes, según ya manifestaron varios. Si se entra en el terreno de las especulaciones, Juntos por el Cambio (116 diputados) podría aportar más votos a favor que el propio oficialismo -pues quienes ponen reparos son menos de una decena- en el caso de que el Frente de Todos se fracture a la hora de votar; esto es, con los “rebeldes” votando en contra, absteniéndose, o ausentándose.
E incluso, si se logra el acompañamiento de espacios como el interbloque Provincias Unidas y el interbloque Federal, en la global, la oposición parlamentaria sería más numerosa que las voluntades aportadas desde el propio oficialismo.
El escenario atomizado dentro de la principal oposición tendrá un capítulo aparte ya que las discusiones para mantener a la tropa unida tampoco serán fáciles".
"Perro que ladra no muerde", dicen, pero hoy Fernández juega la amenaza de sacar para luego dar. Es suma cero pero así se manejó tanto con los bonistas como con el FMI. Mientras tanto, se pierde tiempo y se gana incertidumbre en los mercados.