La oposición consiguió este jueves en el Senado dejar el pliego del juez de la Corte Suprema Manuel García-Mansilla en condiciones ser votado en el recinto dentro de una semana, cuando también se pretende que se ponga a consideración del cuerpo la nominación del juez Ariel Lijo para integrar el máximo tribunal.
HABILITADO PARA VOTACIÓN
Senado: El pliego de García-Mansilla quedó cerca del rechazo y hay dudas de su continuidad en la Corte
La comisión de Acuerdo del Senado habilitó el tratamiento en el recinto del pliego del juez de la Corte mediante 2 dictámenes. Buscan voltearlo junto con el de Lijo.
En la reunión de la comisión de Acuerdo de la Cámara Alta, a través de 2 dictámenes distintos pero en el mismo sentido, se consiguieron las 9 firmas necesarias para habilitar la votación por la aprobación o el rechazo del pliego de García-Mansilla, quien asumió en la Corte tras ser designado en comisión mediante un decreto de Javier Milei.
Uno de los despachos es de Unión por la Patria y consta de la firma de sus 7 miembros de la comisión. El otro es uno que lleva las rúbricas del radical Martín Lousteau y de la larretista Guadalupe Tagliaferri, quien preside dicha oficina.
Ahora proponen que haya una sesión especial el próximo jueves 20/03 (tras 7 días requeridos tras la firma de un dictamen) para someter a votación ambos pliegos. El de Lijo ya contaba con dictamen favorable, pero se frustró su votación prevista para el 20/02 por efecto del estallido del Criptogate. El juez federal también fue designado en comisión, pero la Corte supeditó su jura a que renuncie a su cargo, algo que Lijo sólo hará cuando tenga el acuerdo del Senado.
En principio, Unión por la Patria se inclinará por rechazar ambos pliegos, que necesitan de los 2 tercios de los senadores presentes para ser aprobados, pero sólo 25 voluntades para ser bloqueados si estuviera el recinto completo.
De todas formas, hay sospechas de que algunos senadores peronistas, siguiendo instrucciones de sus respectivos gobernadores, presten acuerdo para la asunción de Lijo en la Corte, así como lo hicieron con su dictamen.
Para el pliego de García-Mansilla, los senadores peronistas también firmaron un dictamen favorable, aunque se manifestaron en contra del catedrático desde el principio, pero en el mismo se aclara que “es meramente una cuestión formal, que de ninguna manera deberá entenderse como un acompañamiento a la postulación" sino que "responde exclusivamente a la necesidad de dar cumplimiento al procedimiento reglamentario establecido”.
“En tal sentido, se busca permitir que el pliego en cuestión sea elevado al pleno de la Cámara, a fin de que pueda ser debidamente debatido y se adopte una decisión definitiva respecto de su aprobación o rechazo”, agregan.
El despacho de Lousteau-Tagliaferri también es favorable "en disidencia". Se explicó que este proceder de los senadores fue para evitar una discusión a la hora de votar sobre cuál debe ser la mayoría requerida.
A diferencia del de Lijo, el pliego de García-Mansilla nunca había obtenido el dictamen necesario para bajar al recinto sin requerir dos tercios de los votos para ser habilitado. El apoyo cosechado llegaba al de un libertario y 3 aliados del oficialismo, que este jueves no se presentaron para plasmar tales avales en un despacho, según publica Parlamentario.com. El oficialismo se ausentó de la reunión y apostó que se cayera por falta de quorum.
Y así como no hay certeza de que el pliego de Lijo sea rechazado, prácticamente no hay dudas de que el de García-Mansilla no obtendrá la aprobación. Esto abre una discusión sobre la validez de la designación en comisión por decreto una vez que el Senado certifique que la nominación no tiene acuerdo.
Para el Gobierno, el decreto se impone y García-Mansilla podrá continuar en la Corte hasta el 30/11, como préve la resolución firmada por Milei. Otra interpretación, es que el flamante ministro deberá renunciar inmediatamente, porque prevalece la autoridad del Senado.
Dicen que García-Mansilla coincide con esta última visión, lo que estaría generando un mayor cortocircuito con la Casa Rosada, donde había causado malestar que el supremo haya votado contra la licencia extraordinaria solicitada por Lijo, bloqueando su posibilidad de asumir en comisión.