POLÍTICA

IMPUGNACIONES

Fuerte interna en la UCR, mientras JxC observa expectante

La interna radical en Córdoba está en su punto más alto y todo parece indicar que no hay vuelta atrás. Las impugnaciones de listas van y vienen entre los dos mayores contendientes: Convergencia y Sumar. En uno de los puntos opositores más importantes del país, el partido radical se somete a un proceso que todos los demás evitan. Las posibilidades de un acuerdo común, lejos. Además, Juntos por el Cambio espera definiciones de un radicalismo que controla la oposición en esa provincia. Desde el PRO advierten que no hay que “pelearse por migajas”, aunque esperan que la interna frene el avance radical en el espacio.

CÓRDOBA. Las elecciones internas que el radicalismo cordobés parece estar dispuesto a enfrentar el próximo 14 de marzo han provocado un verdadero revuelo partidario en la provincia de Córdoba. La colisión entre la Alianza Convergencia y la Liga Sumar puso sobre la mesa la posibilidad de continuar con las líneas tradicionales y sólidas a nivel nacional, o la de cambiar la dirigencia partidaria por una nueva y más joven que impulse un cambio de paradigma, aunque con la desventaja de la falta de músculo político. 

El primer espacio, ocupado por dirigentes experimentados como el ex intendente de Córdoba, Ramón Mestre, o el diputado y presidente del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara baja del Congreso, Mario Negri, es una propuesta consolidada que busca sostener el control del partido en la provincia (Mestre es el actual presidente). La lista de Convergencia está encabezada por Marcos Carasso, el intendente de General Cabrera.

Respecto a Sumar, la propuesta del espacio es completamente diferente a la de Convergencia. Con el concejal Rodrigo De Loredo a la cabeza del proyecto y la lista, y acompañado por Javier Bee Sellares (ex funcionario de Mestre) y Javier Fabre, Sumar se presenta como la renovación que el partido necesita a nivel provincial (según ellos mismos). 

El principal objetivo de Sumar es el de terminar con las conducciones personalistas y reorientar al partido hacia las victorias electorales. Además, acusan a los dirigentes actuales del partido de haber generado una cultura derrotista, en la cual el radicalismo se acostumbró a vivir bajo la suela de Hacemos por Córdoba en las urnas. 

Las diferencias, que parecen ser de corte generacionales (ya que los dirigentes de Sumar se presentan como la “juventud” partidaria), echan por tierra las posibilidades de un acuerdo en el corto plazo. Pero no solo eso parece indicar la imposibilidad de un acuerdo. 

Las acciones electorales expresan a las claras que existe una confrontación. En las últimas horas, desde la Casa Radical se dio a conocer que ambos espacios presentaron impugnaciones mutuas por inclusiones erróneas, falta de respuestas a ratificaciones, y otros detalles electorales de la legislación partidaria.

Las impugnaciones presentadas buscan entorpecer el rumbo de las listas rivales, y son presentadas a la Junta Electoral, que deberá expedirse al respecto en la próxima semana. En caso de no estar de acuerdo con las resoluciones, las quejas de los candidatos se trasladarían al fuero de la Justicia Federal, algo que agravaría enormemente el proceso.

La Unión Cívica Radical cordobesa no es una sección más del partido en el interior. Es una de las fuerzas políticas más pesadas a nivel provincial, y de allí han salido numerosos dirigentes que aún hoy tienen escena en el espacio nacional. 

Juntos por el Cambio espera. 

La resolución de la interna radical en Córdoba no solo mantiene en vilo a los propios, sino también a los socios del radicalismo en la coalición opositora de Juntos por el Cambio. Ello porque Córdoba se presenta como uno de los distritos con mejores rendimientos electorales del país para el espacio, y desde allí pueden surgir resultados importantes de cara a las elecciones legislativas de octubre. 

Desde el PRO, que evitó su propia interna en la provincia y acordó las nuevas autoridades partidarias sin pasar por las urnas, parecen haber intentado calmar las diferencias entre radicales, desde su lugar. Soher El Sukaria, vicepresidente del PRO en Córdoba y diputada de JxC se refirió a la interna radical y dejó clara la posición de su espacio, además de la importancia de la UCR para la coalición.  

“Hay que hablarle a la gente y no pelearnos entre nosotros por migajas”, dijo la Legisladora a La Voz. De este modo dejó en claro que el camino a seguir debería ser del acuerdo, aunque relativizó el impacto de las internas a nivel coalición. 

“Las internas del PRO y de la UCR son procesos de los partidos, pero no está en discusión el valor de Juntos por el Cambio”, agregó. Sin dudas, los demás miembros de JxC desean que la interna se resuelva rápidamente, y mediante un acuerdo que lastime lo menos posible a las figuras con alcance nacional. 

Ahora bien, la interna de la UCR también abre cuestionamientos sobre el rol que el radicalismo quiere ocupar en JxC a partir de ahora. Según expresiones de los dirigentes radicales a nivel nacional, están dispuestos a intentar obtener el mando de la coalición y cuestionar a los candidatos del PRO que ya están instalados en la opinión pública como la propuesta opositora (Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri, por ejemplo). 


“El radicalismo va a tener candidato a Presidente”, habría dicho Gerardo Morales en una reunión reciente con las cabezas del partido rojo y blanco en su sede porteña. Es decir, la UCR busca avanzar en la coalición (aunque en Córdoba ya es muy fuerte), por lo que necesita mostrarse unida.

Es posible que esa intención nacional de encabezar la oposición pueda saldar las diferencias entre Sumar y Convergencia.  Aunque todo parece indicar que la interna está al caer, el protagonismo en Juntos por el Cambio puede posponer los deseos de renovación. 

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