El juego del calamar 3: El creador explica el final que dividió a todos en Netflix

El director de El juego del calamar salió a explicar el polémico final de la temporada en Netflix. Detrás del giro hay un mensaje profundo que dio que hablar.

Por GERMÁN MOLKUC

La tercera temporada de El juego del calamar dejó a todos boquiabiertos con un final inesperado que puso en jaque todo lo que creíamos saber. El creador, Hwang Dong-hyuk, junto con Netflix, apostaron a un desenlace que rompe esquemas y que además hace pensar al público más allá del juego. ¿Quién salió realmente ganador y qué mensaje dejó la serie?

La sorpresa que nadie vio venir: ¿Quién ganó El juego del calamar?

La última temporada mostró a Gi-hun (Lee Jung-jae) más golpeado que nunca después de que la rebelión contra los juegos fracasara estrepitosamente. En vez de coronarse campeón otra vez, termina con una responsabilidad gigante: cuidar al bebé de Jun-hee (Jo Yu-ri), que pasa a ser oficialmente el jugador 222 y el ganador del premio, una suma monstruosa de 4.56 mil millones de wones (más de 3 millones de dólares). Nada de repetir la historia del ganador solitario, acá el final fue mucho más simbólico y profundo.

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Gi-hun pierde la final de El juego del calamar pero salva al bebé de Jun-hee, que se convierte en el nuevo ganador. El creador dice que representa la conciencia humana.

Hwang Dong-hyuk, el creador de la serie, contó en una entrevista con The Hollywood Reporter que eligió esta vuelta de tuerca porque el bebé "es la conciencia humana." Para él, el final tenía que ser arriesgado, subir la apuesta y mostrar tanto lo más oscuro como lo mejor que tenemos adentro:

Quería exponer lo más bajo del ser humano y, a la vez, mostrar una luz de esperanza. A través del bebé, Gi-hun refleja estos temas de una manera más detallada. Todos vivimos gracias a lo que hicieron las generaciones anteriores, y es nuestra responsabilidad darle un mundo mejor a los que vienen. Quería exponer lo más bajo del ser humano y, a la vez, mostrar una luz de esperanza. A través del bebé, Gi-hun refleja estos temas de una manera más detallada. Todos vivimos gracias a lo que hicieron las generaciones anteriores, y es nuestra responsabilidad darle un mundo mejor a los que vienen.

En otras palabras, el bebé es la representación de toda una generación que merece protección y cuidado, la esperanza de que las cosas puedan cambiar, aunque el juego siga siendo una locura.

Así es como sigue la historia

Gi-hun vuelve para intentar cerrar el juego de una vez por todas, pero no la tiene fácil. Termina sin poder parar el circo, y aunque salva al bebé, el sistema sigue ahí, intacto y cruel. La serie no muestra una rebelión perfecta ni un final feliz en el sentido clásico, sino más bien derrota y esperanza al mismo tiempo. No es casualidad que sigan corriendo rumores de una versión estadounidense o nuevas temporadas, porque la historia de los juegos no se agota todavía.

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Aunque Gi-hun intenta terminar los juegos, no lo logra y el sistema sigue. El final deja un mensaje de esperanza, pero también deja la puerta abierta a más temporadas.

Hwang fue clarísimo cuando dijo: "Tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible para dejar un mundo mejor a las generaciones que vienen." El mensaje es contundente: el juego no terminó, y la batalla entre lo peor y lo mejor de la humanidad sigue abierta. Con este cierre, que a muchos les puede haber parecido raro o polémico, la serie reafirma que la verdadera cuestión es la lucha entre la oscuridad y la luz, con la mirada puesta en el futuro.

Queda en manos de la audiencia decidir qué le parece el final. ¿Creen que el bebé va a cambiar algo de verdad o era un símbolo piola? ¿Les gustó esta vuelta de tuerca o preferían un final más clásico?

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