La disputa de ciclismo Vuelta de España (una de los 3 más importantes de Europa junto con el Tour de France y el Giro de Italia) llevaba tres semanas en medio de controversias por el rechazo de grupos que se oponen a la operación de Tel Aviv en Palestina.
SIN PODIO NI CELEBRACIÓN
Activistas en favor de Palestina impidieron en Madrid el final de la ciclística Vuelta de España
Los organizadores de la competencia suspendieron la etapa final a 43 kilómetros de la meta. Graves incidentes con la policía y manifestantes pro Palestina.
Los manifestantes solicitaron durante más de 20 días la exclusión en la prueba del equipo Israel-Premier Tech.
Hasta el último día de la prueba el tema se había inmiscuido en medio de la carrera pero los organizadores del evento resistieron las presiones.
Se produjeron varios derribos de vallas y posterior invasión de la zona por donde debían pasar los ciclistas. Entonces, las autoridades a cargo de la prueba cancelaron la última jornada tras solo 57 kilómetros recorridos.
El líder y ganador de la carrera fue el danés Jonas Vingegaard, un campeón sin fiesta. Celebró con sorpresa en un final que no tiene precedentes en la tradicional justa.
“Netanyahu, asesino” y “Palestina libre” fueron los gritos en español que recorrieron el casco céntrico de la capital española.
Crónica de un final anunciado (y politizado)
Tras 21 días de esfuerzo recorriendo por carretera toda la nación anfitriona, la policía metropolitana suponía que iban a existir varios puntos de intento de interrupción.
El primero que se pudo sortear fue el Paseo del Prado, donde cientos de efectivos se habían desplegado por el crecimiento de las protestas de activistas que habían sido destacados hasta por el propio presidente del Gobierno español. El dispositivo en una ciudad gobernada por el derechista Partido Popular fue de más de 1.500 uniformados.
El socialista Pedro Sánchez mostró durante un mitin en Málaga su respeto y admiración por los manifestantes que protestaban contra la situación en Gaza. El Jefe de Estado sostuvo:
Como contrapartida, los conservadores Alberto Núñez Feijóo y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cargaron contra Sánchez y lo responsabilizaron de los incidentes ocurridos en la ciudad capital.