JUNTOS BIEN Dormir > enfermedad cardíaca > sueño

ESTUDIO

Dormir a esta hora reduce riesgo de enfermedad cardíaca

Un nuevo estudio asocia la hora de dormir, con menor riesgo de sufrir enfermedad cardíaca. ¿9, 10 u 11 de la noche? ¿A qué hora quedarse dormido?

Puede parecer increíble, pero un nuevo estudio dice que dormir a una hora en específico, puede proteger al corazón y reducir el riesgo de padecer enfermedad cardíaca. Pero, ¿Qué dicen los expertos al respecto? ¿A qué hora dormir? ¿Cómo influye el sueño en la salud del corazón?

Según un informe publicado el lunes en el European Heart Journal/Digital Health, hay un punto óptimo para quedarse dormido: de 10 a 11 de la noche. ¿Por qué? Veamos el estudio...

La mejor hora para dormir

Los investigadores utilizaron datos de más de 88.000 adultos, con edad promedio de 61 años, quienes usaron acelerómetros (dispositivos que registran cuando una persona se mueve) en sus muñecas; así los investigadores lograron determinar las horas de inicio del sueño y de despertar.

Durante un período de 6 años, el 3,6% de los voluntarios experimentaron eventos cardiovasculares, como derrames cerebrales, infartos o insuficiencia cardíaca (con mayor incidencia en quienes se durmieron tarde)

Finalmente, el estudio reveló que hay:

  • Un riesgo 12% mayor entre quienes se quedaron dormidos entre las 11 y las 11:59 p.m.
  • Un riesgo un 25% mayor entre las personas que conciliaron el sueño a la medianoche o más tarde.
  • Un aumento del 24% en el riesgo al quedarse dormido antes de las 10 pm.
  • Menor riesgo en aquellos que se durmieron de 10 a 10:59 pm.

El coautor del estudio, David Plans, neurocientífico, psicólogo experimental y profesor titular de neurociencia organizacional en la Universidad de Exeter en el Reino Unido, explicó en un comunicado:

El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas, llamado ritmo circadiano , que ayuda a regular el funcionamiento físico y mental. El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas, llamado ritmo circadiano , que ayuda a regular el funcionamiento físico y mental.

Y continuó:

Si bien no podemos concluir la causalidad de nuestro estudio, los resultados sugieren que es más probable que la hora de acostarse temprano o tarde altere el reloj corporal, con consecuencias adversas para la salud cardiovascular. Si bien no podemos concluir la causalidad de nuestro estudio, los resultados sugieren que es más probable que la hora de acostarse temprano o tarde altere el reloj corporal, con consecuencias adversas para la salud cardiovascular.

Sueño y enfermedad cardíaca

Los investigadores también tomaron en cuenta otros factores como la edad, el sexo, la duración del sueño, la irregularidad del sueño, el tabaquismo, el índice de masa corporal, la diabetes, la presión arterial, los niveles de colesterol y el nivel socioeconómico. Aún así, dormir a medianoche o más tarde estaba relacionado con el mayor riesgo de enfermedad cardíaca.

El estudio también reveló otros 2 datos no menores:

  • El aumento del riesgo de enfermedad cardíaca fue mayor en las mujeres que se durmieron más tarde
  • Los hombres tenían un mayor riesgo cardíaco solo cuando se dormían antes de las 10 p.m

Por otra parte, el medio Today Health indica que la Dra. Francoise Marvel, profesora asistente y codirectora del Laboratorio de Salud Digital Johns Hopkins en Johns Hopkins Medicine en Baltimore, dijo:

(El estudio) realmente refuerza lo que sabemos desde el punto de vista de la prevención del riesgo cardiovascular: el sueño es un factor de riesgo. (El estudio) realmente refuerza lo que sabemos desde el punto de vista de la prevención del riesgo cardiovascular: el sueño es un factor de riesgo.

Y aclaró:

Pero hay una gran brecha importante que reconocer: no hay evidencia que sugiera en este momento que mejorar el sueño reducirá efectivamente los eventos cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Pero hay una gran brecha importante que reconocer: no hay evidencia que sugiera en este momento que mejorar el sueño reducirá efectivamente los eventos cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.