Es sabido que entrenar levantando pesas fortalece los músculos. Pero al cambiar el funcionamiento interno de las células, el entrenamiento con peso adicional también puede ayudar a quemar grasa, según una esclarecedora nueva investigación.
INVESTIGACIÓN
Confirmado: entrenar con pesas sirve para quemar grasa
Una investigación en ratones y humanos dilucidó los procesos moleculares que hacen que entrenar los músculos con peso adicional ayude también a quemar grasa.
El estudio involucró ratones y personas, y encontró que después de entrenar con pesas, los músculos crean y liberan pequeñas burbujas de material genético que pueden fluir a las células grasas, lo que pone en marcha procesos relacionados a quemar grasa.
Los resultados se suman a la creciente evidencia científica de los beneficios del entrenamiento de resistencia.
Hacer flexiones, sentadillas o saltos al banco, aumentará notablemente el tamaño y la fuerza de los músculos. Pero la nueva investigación confirma que entrenar con pesas también reforma el metabolismo y la cintura.
No obstante, la forma en que este entrenamiento ayuda a quemar grasa corporal seguía siendo confusa.
Se sabía que parte del efecto se debe a que el músculo es metabólicamente activo y quema calorías, por lo que agregar masa muscular mediante el levantamiento de pesas debería aumentar el gasto de energía y las tasas metabólicas en reposo.
Después de meses de levantar objetos pesados los músculos quemarán más calorías solo porque son más grandes. Pero esto no explica completamente el efecto.
Quemar grasa
La hipótesis del grupo de científicos de la Universidad de Kentucky en Lexington y otras instituciones es que hay otros procesos moleculares adicionales que permiten quemar grasa.
Los investigadores habían estado estudiando la salud muscular durante años, pero se habían interesado cada vez más en otros tejidos, especialmente la grasa.
Los experimentos han mostrado que los músculos liberan una cascada de hormonas y proteínas después de entrenar que ingresan al torrente sanguíneo, recorren varios órganos y desencadenan reacciones bioquímicas.
Durante estos procesos, los tejidos también bombean pequeñas burbujas con material genético y otras sustancias. Durante y luego de la actividad aeróbica, esos procesos permiten a la persona quemar grasa.
Pero no se sabía a ciencia cierta si ocurría también con el levantamiento de pesas, hasta la nueva investigación publicada en The FASEB Journal, de la Federación de Sociedades Estadounidenses de Biología Experimental.
Los experimentos
Los científicos comenzaron las pruebas incapacitando varios músculos de las piernas de ratones adultos sanos, dejando un solo músculo para soportar todas las demandas físicas del movimiento.
Ese músculo logró la hipertrofia y aumentó rápidamente, lo que representaría al entrenamiento de pesas.
Antes de tal modificación, los músculos de las piernas de los roedores estaban repletos de un fragmento de material genético, conocido como miR-1, que modula el crecimiento muscular. En músculos normales no entrenados, el miR-1 frena el desarrollo muscular.
Sin embargo, después del ejercicio de resistencia de los ratones, los músculos parecían agotados de miR-1. Al mismo tiempo, las vesículas en su torrente sanguíneo ahora estaban llenas de material, al igual que el tejido graso cercano.
En efecto, concluyeron los científicos, las células musculares de los animales de alguna manera empaquetaron esos fragmentos que retardan la hipertrofia en vesículas y los enviaron a las células grasas vecinas, lo que permitió que los músculos crecieran inmediatamente.
“El proceso fue simplemente extraordinario”, dijo John J. McCarthy, autor de la investigación y profesor de fisiología en la Universidad de Kentucky a The NEw York Times.
Como una faceta final del estudio, los científicos recolectaron sangre y tejido de varones y mujeres sanos que habían realizado un solo entrenamiento fatigante para la parte inferior del cuerpo y confirmaron que, como en los ratones, los niveles de miR-1 en los músculos cayó después de su levantamiento, mientras que la cantidad de vesículas que contienen miR-1 en su torrente sanguíneo se disparó.
En síntesis, aunque la investigación no fue diseñada para decir con qué frecuencia o con qué intensidad se deben levantar pesas para maximizar la quema de grasa, los resultados sirven como un recordatorio de la complementariedad entre entrenamientos aeróbicos y de resistencia.
Con información de The New York Times