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HISTORIA

Rus de Kiev, origen vikingo común de Ucrania y Rusia

La Rus de Kiev fue el 1er. Estado eslavo del este de Europa. Fundado por el vikingo Oleg de Nóvgorod, ocupó un territorio entre Bielorrusia, Ucrania y Rusia.

Antes del surgimiento de la Rus de Kiev en el siglo IX d. C., las tierras entre el Mar Báltico y el Mar Negro estaban pobladas principalmente por tribus eslavas orientales. Persiste la controversia sobre si los rus eran varegos o eslavos propiamente dichos. Pero no hay debate que se encuentra en el nacimiento de Ucrania y Rusia.

Con capital en Kiev, la Rus fue una entidad política fuerte e independiente que entabló relaciones con el Imperio bizantino y liberó a los eslavos de los jázaros, un pueblo túrquico de Asia Central que controlaba buena parte del este de Europa y el Cáucaso.

La Rus de Kiev fue el 1er. Estado eslavo que abrazó el cristianismo ortodoxo, y lo hizo en el año 987. Rusia y Ucrania hoy reivindican la Rus como Estado fundacional de sus naciones, y así defieden sus identidades e intereses. También por ahí pasan algunas diferencias. Y muchísimas similitudes.

El origen

La Rus de Kiev se remonta a finales del siglo IX, cuando los vikingos llegaron al este de Europa en busca de fortuna.

Según la 'Crónica de Néstor', un libro del siglo XII que narra la historia de la Rus, los eslavos de la región pidieron a los vikingos que tomasen el control para expulsar a los jázaros y 3 hermanos aceptaron la petición:

  • El mayor, Rúrik, se asentó en Nóvgorod;
  • Sineus, en Belozersk, y
  • Truvor, el menor, en Izborsk, todas ciudades de la Rusia occidental actual.

Esta zona pasó a llamarse “tierras del Rus”, tal como los eslavos denominaban a los vikingos, y los 3 hermanos fundaron en el año 862 la dinastía Rúrika, sólo interrumpida hasta la llegada de los Románov en el siglo XVII.

Cuando Rúrik murió en el 879, el único pariente vivo de la dinastía era el vikingo Oleg de Nóvgorod, que desde esta ciudad había liderado campañas militares para expandir las tierras de la Rus hacia el sur.

El objetivo era Kiev, cuya ubicación a orillas del río Dniéper era idónea para controlar la ruta comercial que unía al este de Europa con el Imperio bizantino.

Cuando Oleg logró dominar la ciudad, en el 882, fundó la Rus de Kiev, que comprendía los territorios que había conquistado por las actuales Bielorrusia, Ucrania y Rusia occidental.

La Rus creció y se fortaleció hasta alcanzar su máximo esplendor a finales del siglo X, cuando el príncipe Vladímir I abrazó el cristianismo ortodoxo en el 987 tras pactar una alianza familiar, religiosa y militar con el emperador bizantino Basilio II.

La existencia de la Rus de Kiev es lo que vuelve indisoluble el vínculo histórico entre Rusia y Ucrania, y sin duda sería el sendero posible hacia cualquier reconciliación o fusión.

Ahmad ibn Fadlan, viajero árabe durante el siglo X, proporcionó una de las primeras descripciones de los habitantes de la Rus:

"Son tan altos como una palmera datilera, rubios y rojizos, por lo que no necesitan usar una túnica ni un manto; más bien, los hombres usan prendas que solo cubren la mitad de su cuerpo y dejan una de sus manos libres."

Leo el Diácono, un historiador y cronista bizantino del siglo X, se refiere a los habitantes de la Rus como "escitas", y señala que abundaban en rituales y costumbres griegas. Sin embargo, 'escitas', en el lenguaje griego, se usa como un término genérico para 'nómadas'.

Liutprando de Cremona, 2 veces enviado a la corte bizantina (949 y 968), identifica a los "Russi" con los nórdicos ("los Russi, a los que llamamos nórdicos por otro nombre") pero explica el nombre como un término griego que se refiere a sus rasgos físicos ("Cierto pueblo formado por una parte de los nórdicos, a quienes los griegos llaman ... los Russi debido a sus características físicas, los designamos como escandinavos debido a la ubicación de su origen").

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Hagia Sophiay o Santa Sofía, en Constantinopla (Estambul, Turquía): clave en la historia de la Reus de Kiev y el nacimiento de Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

Hagia Sophiay o Santa Sofía, en Constantinopla (Estambul, Turquía): clave en la historia de la Reus de Kiev y el nacimiento de Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

Hagia Sophiay

Volvamos a Vladimir, príncipe de Novgorod, quien debió huir de la Rus cuando murió su padre, Sviatoslav I, en 972. Vladimir huyó a Escandinavia en 976 después de que su medio hermano, Yaropolk, asesinara a su otro hermano Oleg y tomara el control de la Rus.

En Escandinavia, con la ayuda de su pariente Earl Håkon Sigurdsson, gobernante de Noruega, Vladimir reunió un ejército vikingo y, desde Yaropolk, reconquistó Novgorod y Kiev.

Como Príncipe de Kiev, el logro más notable de Vladimir fue la cristianización de la Rus, un proceso que comenzó en 988.

'The Primary Chronicle' afirma que cuando Vladimir decidió aceptar una nueva fe en lugar del paganismo tradicional de los eslavos, envió a algunos de sus consejeros y guerreros más valiosos como emisarios a diferentes partes de Europa.

Ellos visitaron a los cristianos de rito latino, los judíos y los musulmanes, antes de llegar a Constantinopla.

Según la web El Orden Mundial,

  • ellos rechazaron el islam porque, entre otras cosas, prohibía el consumo de alcohol.
  • Rechazaron el judaísmo ya que el Jehová de los judíos había 'permitido' que su pueblo elegido fuera privado de su patria.
  • Y encontraron que las ceremonias cristianas en Roma eran aburridas.

Pero en Constantinopla quedaron tan asombrados por la belleza de la catedral de Hagia Sophiay y su servicio litúrgico que decidieron en ese momento cuál era la fe que querían seguir.

A su regreso a Kiev, ellos convencieron a Vladimir de que la fe del rito bizantino era la mejor opción, y Vladimir hizo un viaje a Constantinopla y negoció casarse con la princesa Anna, hermana del emperador bizantino Basilio II.

Esta historia es decisiva para comprender el compromiso de Turquía con Ucrania, y el respaldo de Recep Tayyip Erdogan al gobierno de Kiev.

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'El Gran Príncipe Vladimir elige la Fe', pintura de Ivan Egorovich Eggink.

'El Gran Príncipe Vladimir elige la Fe', pintura de Ivan Egorovich Eggink.

La otra historia

Hay quienes afirman que hubo fundamentos más racionales para la elección de Vladimir del cristianismo oriental: Constantinopla dominaba el Mar Negro y, por lo tanto, comerciaba en la ruta comercial más importante de Kiev, el río Dniéper.

Vladímir, además, eligió el eslavo —y no el nórdico de los vikingos— como lengua oficial de la Iglesia ortodoxa de la Rus, creando así el primer Estado eslavo ortodoxo del este de Europa.

La Rus se abrió de esta manera a la influencia del Imperio bizantino y, durante el gobierno de Yaroslav I (1019-1054), hijo de Vladímir, se convirtió en el centro cultural y económico de la civilización eslava.

De hecho, 4 siglos después, el matrimonio del gran príncipe de Rusia, Iván III, con Sofía Paleóloga, sobrina del último emperador bizantino, buscó convertir al principado de Moscú, heredero de la Rus, en la “3ra. Roma”.

La adhesión a la Iglesia Católica Ortodoxa tuvo consecuencias políticas, culturales y religiosas de largo alcance. La iglesia tenía una liturgia escrita en cirílico y un corpus de traducciones del griego que se habían producido para los pueblos eslavos. Esta literatura facilitó la conversión al cristianismo de los eslavos orientales y los introdujo a la filosofía, la ciencia y la historiografía griegas rudimentarias sin la necesidad de aprender griego (aún cuando había algunos comerciantes que hacían negocios con griegos y probablemente entendían el griego comercial contemporáneo).

En cambio las personas educadas en la Europa occidental y central medieval aprendían latín. Desvinculados de la autoridad de Roma y libres de los principios del aprendizaje del latín, los eslavos orientales desarrollaron su propia literatura y bellas artes, distintas de las de otros países ortodoxos orientales.

Por eso es tan característica la cultura de la Kiev, más allá de los denodados esfuerzos que siglos después realizaron Catalina la Grande y otros líderes de Moscú para occidentalizar el Imperio.

Tras el Gran Cisma de 1054 (ruptura de la Iglesia Católica Apostolica Romana y la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa), la iglesia de la Rus mantuvo comunión tanto con Roma como con Constantinopla durante algún tiempo pero, junto con la mayoría de las iglesias orientales prefirió seguir a los ortodoxos orientales por la empatía cultural existente.

La memoria

Pese a su esplendor, la Rus de Kiev cayó en 1240 por la invasión del Imperio mongol y dio lugar a los principados de

  • Nóvgorod,
  • Moscú y
  • Galicia-Volinia,

que se convertirían en las actuales

  1. Bielorrusia,
  2. Rusia y
  3. Ucrania.

Es el motivo de que el legado e importancia de la Rus siguen vigentes.

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San Vladimir, en honor de Vladimir I, quien llevó el cristianismo a la Rus de Kiev, estatua de 11 metros de alto que mandó levantar Vladímir Putin para reivindicarlo como padre de Rusia, quitándole el monopolio a los ucranianos.

San Vladimir, en honor de Vladimir I, quien llevó el cristianismo a la Rus de Kiev, estatua de 11 metros de alto que mandó levantar Vladímir Putin para reivindicarlo como padre de Rusia, quitándole el monopolio a los ucranianos.

Rusia y Ucrania se disputan la Rus porque lo consideran el Estado fundacional de sus naciones.

Para Moscú, Rusia es la heredera de la Rus porque el principado de Moscú, del que nacería el Estado ruso, fue el único que sobrevivió a la invasión mongola y logró expandirse. Vladímir Putin defiende esta visión para afirmar que las naciones rusa y ucraniana son una sola y legitimar así su anexión de Crimea en 2014 y cualquier posible incorporación o reconocimiento de otros territorios de Ucrania.

Es más: el Presidente ruso inauguró en 2016 una estatua de Vladímir I en honor a quien él considera el padre de la nación rusa.

En cambio, para Kiev, donde existe un debate muy similar desde 1853, la Rus fue un Estado ucraniano y la nación rusa nació después, más al norte y por mezcla de elementos fino-bálticos y eslavos.

Este argumento le sirvió a Ucrania para justificar su independencia de Moscú en 1991 tras la descomposición de la Unión Soviética y construir una identidad nacional diferenciada.

El resto es historia presente.