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MUERTE DE MARADONA

Luque más complicado: Se filtró un chat entre Dalma y Gianinna pidiendo un médico de cabecera

Dalma y Gianinna, hijas de Diego Armando Maradona, expresaron tres días después de que su padre saliera de la Clínica Olivos, donde fue sometido a una neurocirugía, la necesidad de hallar a un médico “clínico de cabecera” para sumar al tratamiento del exastro futbolístico. Así se desprende de una serie de mensajes enviados el sábado 14 de noviembre en un grupo familiar de Whatsapp al que llamaban Parte Médico Olivos, en el que también estaba incluido Diego Maradona Jr., y la psiquiatra Agustina Cosachov. Más temprano, el abogado de la enfermera de Diego Maradona, Rodolfo Baqué, contó detalles de las horas previas a la muerte de Maradona que complican la situación judicial del imputado Leopoldo Luque. Dijo que en la casa del exfutbolista no había un desfibrilador que pudiera salvarle la vida ante una urgencia. Tampoco había un médico clínico y sus pulsaciones habían llegado a 115 cuando 80 para un paciente cardiaco el límite debe ser de 80. “Lo que le pasó se veía venir”, sentenció.

A medida que pasan los días y semanas, la investigación por la muerte de Diego Armando Maradona suma y sumará mucha cantidad de capítulos hasta que se sepa con exactitud las reales causas de su repentino deceso a los 60 años. En medido de todas estas diligencias judiciales, Dalma y Gianinna, hijas de Diego Maradona, expresaron tres días después de que su padre saliera de la Clínica Olivos, donde fue sometido a una neurocirugía, la necesidad de hallar a un médico “clínico de cabecera” para sumar al tratamiento del exastro futbolístico.

Así se desprende de una serie de mensajes enviados el sábado 14 de noviembre en un grupo familiar de Whatsapp al que llamaban Parte Médico Olivos, en el que también estaba incluido Diego Maradona Jr., y la psiquiatra Agustina Cosachov.

“Creo que deberíamos pensar en conseguir un clínico de cabecera”, afirmó Dalma, resaltando las palabras “de cabecera”, aparentemente como conclusión de una reunión en la que se trató la salud de Maradona, quien tres días antes había sido dado de alta tras su operación por un “hematoma subdural”.

“Con el médico que consigamos, ellos se quedarían ´tranquilos´. Para no ponerle tantos médicos a papá”, indicó Gianinna, sin aclarar a quiénes se refería.

En otro de los mensajes intervino “Dieguito”, quien se encuentra en Italia y no pudo viajar para el velatorio de su padre, y preguntó: “¿El nuevo médico caminará junto a Leopoldo Luque?”.

“Leopoldo es neurocirujano y de lo que estamos hablando es de un médico clínico de cabecera”, aclaró Dalma, tras lo cual la psiquiatra Cosachov se ofreció a contactar a una colega suya, “que además es toxicóloga”.

Sin embargo, Gianinna le respondió que ella se iba “a poner a investigar”

En tanto, una de las declaraciones claves en la investigación es la de las enfermeras que atendían al excapitán de la Selección Argentina.

Según la declaración de Dahiana Madrid, que ya hizo dos veces ante la fiscalía y podría ampliarla, una semana antes de morir  Maradona se cayó y se golpeó la cabeza cuando se encontraba recuperándose de la cirugía por un hematoma subdural en su casa de Tigre.

No obstante, los enfermeros informaron sobre el incidente pero dijeron que no se hizo ningún estudio para determinar si había sufrido algún daño.

El abogado de la enfermera Madrid relató que “ella entra a trabajar un viernes diez días antes de la muerte de Diego Maradona. El lunes siguiente a ello lo acompaña al baño y el paciente le pide que se vaya, que no esté más con él. Sólo le daba las pastillas que le indicaba la psiquiatra. Nunca más lo revisó”.

Dahiana Madrid no tenía contacto directo con Maradona desde hacía 8 días, la medicación se la entregaban sus asistentes y cuando se cayó, apenas una semana antes de su muerte, nadie lo llevó a un hospital.

En la casa del barrio San Andrés donde se recuperaba no tenía ni un desfibrilador cerca que pudiera salvarle la vida ante una urgencia. “Tampoco había un médico clínico”, afirmó el abogado en declaraciones a la señal TN este lunes 30/11.

“El enfermero del turno noche le tomaba la presión. El día anterior de su muerte, la presión arterial de Diego Maradona era 130-100 y las pulsaciones por minuto llegaron a 115. Para un paciente cardiaco el límite debe ser de 80. Lo que le pasó se veía venir”, añadió.

Y sentenció: “Se olvidaron del corazón de Maradona”.

“La primera responsabilidad es del médico, y la segunda de la familia”, consideró Baqué.

“Ni baño tenía la habitación. Le pusieron un baño portátil”, señaló antes de volver a hacer hincapié en otro dato concreto vinculado al trágico desenlace: “Maradona no estaba en condiciones de decidir”.

Además, trascendió que las hijas del exfutbolista (Dalma, Gianinna y Jana) habrían señalado a Luque como el responsable de los cuidados a su padre, lo que habría derivado en los allanamientos el neurólogo.

“El que daba las órdenes con respecto a la parte médica de mi papá era Luque”, declaró una de las herederas del Diez en la testimonial que trascendió a los medios de comunicación. 

Cuando la fiscal Laura Capra le preguntó a las hijas del Diez “¿cómo lo veían a su padre físicamente en los últimos días?”, las tres se fueron intercalando para responder y apuntaron en el mismo sentido: “Lo vimos muy hinchado. Nos llamó mucho la atención eso. Sobre todo la panza y los parpados”.

“Nos prometieron internación domiciliaria pero eso no lo era”, se quejó una de las hijas.

En tanto, Mario Baudry, novio de Verónica Ojeda que representa a su hijo Diego Fernando, en declaraciones a la prensa a la entrada a la fiscalía de San Isidro, contó: “El lunes anterior al fallecimiento la llamaron a Verónica porque Diego estaba en la cama y quería verla. Ella se encuentra solamente al custodio y a la enferma del fin de semana, nada más”.

“Quiero descubrir la verdad de lo que le pasó a Diego. Si fue una muerte natural se aceptará, y si hubo negligencia de algún sector tendrán que pagarlo”, agregó.

Y subrayó: “Hubo negligencia médica”.

“No lo atendieron como deberían haberlo hecho, Diego quería vivir” sostuvo Baudry.

El abogado insistió: “Era lógico que esto pasara si no estaba medicado, había un problema y no lo trataron. La muerte de Diego era evitable. A Diego no lo atendieron como se debía. Luque llevó adelante el tratamiento de Diego”.

En horas de la tarde de este mismo lunes (30/11), los fiscales que están detrás del caso concluyeron que el control médico del astro argentino en el country de Tigre, donde falleció el 25 de noviembre, era “totalmente deficiente”, al tiempo que consideraron la situación como “de un descontrol total y absoluto”.

La investigación del equipo fiscal liderado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, e integrado por sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, y por la fiscal Laura Capra, busca determinar si hubo una mala praxis, una negligencia o impericia médica que podría configurar un homicidio culposo. En otras palabras, determinar si la muerte del Diez pudo haberse evitado.

“Tras los primeros cinco días de investigación, por lo que vemos, la conducta era absolutamente negligente. Era una internación domiciliaria totalmente deficiente. Era un descontrol total y absoluto”, señaló a la agencia de noticias Télam uno de los investigadores judiciales.

En la mira de los fiscales están tanto el médico Leopoldo Luque como la psiquiatra Agustina Cosachov. El primero se presentó en la mañana de este mismo lunes (30/11) en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, en la calle Acassuso 476, de ese partido del norte del conurbano, junto a uno de sus abogados, Julio Rivas, con intenciones de declarar de manera espontánea.

Por otra parte, no se le tomó declaración. Los fiscales informaron a la defensa del neurocirujano que el expediente no estaba en condiciones para proceder de esa manera y que en todo caso, hagan una presentación por escrito.

“Si se acredita a través de los resultados de los informes médicos, de los peritajes solicitados y de las declaraciones de testigos que existió algún tipo de mala praxis, a Luque se lo llamará a una indagatoria”, precisó la fuente consultada.

Por lo pronto, una de las abogadas que representa a Luque explicó en la mañana de este mismo lunes (30/11) que su defendido “no está imputado” y que aún no pudieron “ver el expediente entero”.

Lo cierto es que el profesional de la salud no está acusado formalmente de un delito en específico, aunque durante los allanamientos se le notificaron los derechos y garantías que tiene un imputado en un proceso penal (artículos 60 y 162 del Código Procesal Penal bonaerense) como poner un defensor, que no está obligado a declarar en contra de sí mismo y que puede presentarse a realizar una declaración espontánea.

Incluso, este último domingo (30/11), al dar los allanamientos, el juez de Garantías de San Isidro que controla el expediente, Orlando Díaz, la tipificó en forma provisoria como “homicidio culposo”, más allá de otra calificación que pueda surgir con el devenir la causa.

Más temprano, en la puerta de la casa del médico, en la localidad bonaerense de Adrogué, donde el domingo se hizo uno de los allanamientos, el abogado Rivas explicó que la idea era presentarse a la fiscalía para “ponerse a disposición”, hacer una “declaración espontánea” y “contestar todas las preguntas”.

Sobre el rol de Luque respecto a la salud del exfutbolista, el letrado aclaró: “Era amigo de Maradona, circunstancialmente era médico y Diego por una cuestión de su amistad, confiaba en él. Los que estaban alrededor de Maradona saben lo que pasó y cuál fue la actividad de Luque: lo operó de una neurocirugía y salió perfecto”.

Rivas aclaró que Luque no dirigía ningún equipo médico ni decidió la internación en la casa de Tigre y al respecto comentó: “Maradona era una persona que era consciente de lo que hacía y dejaba de hacer. Podía decidir lo que quería él”.

“El corazón de Maradona desde hace 20 años está mal. Están buscando algo porque es Maradona, en otra causa no pasa”, concluyó.

Diego Armando Maradona, una de las personalidades argentinas más influyentes de la historia, falleció este último miércoles 25/11 a los 60 años a raíz de una descompensación cardíaca, lo que provocó una profunda conmoción mundial.

El astro permanecía con asistencia médica en una casa de Nordelta, en la zona norte del conurbano bonaerense, y sufrió un paro cardíaco del que intentaron reanimarlo sin éxito, confirmaron a Télam fuentes de su entorno.

Diego estaba alojado en ese lugar desde el pasado miércoles 11/11, después de someterse a una operación por un hematoma subdural en su cabeza en la Clínica Olivos, nueve días antes.

La familia y los médicos del Diez habían decidido su traslado momentáneo a esa casa hasta definir las características de un tratamiento para rehabilitarlo de su adicción al alcohol y su dependencia a los fármacos.

Surgido de Villa Fiorito, un barrio de emergencia del partido de Lanús, Maradona cambió la historia del fútbol argentino desde fines de la década del '70 y se transformó en el deportista más prestigioso de todos los tiempos.

En el fútbol ocupó el olimpo de la historia junto al brasileño Pelé y, más en la actualidad, aunque con resistencia por parte del ambiente, con su compatriota Lionel Messi.

Diego, nacido el 30 de octubre de 1960, debutó en Primera División con la camiseta de Argentinos Juniors con apenas 15 años y tres años después se consagró campeón mundial juvenil en Japón, dirigido por César Luis Menotti, a quien reconocía como el DT más importante en su vida.

En 1981 pasó a Boca Juniors, club de sus amores, y se consagró campeón del Metropolitano antes de pasar a Barcelona (1982-1984), donde se reencontró con el “Flaco”.

En esos años alcanzó la cumbre de su brillante carrera, tanto en Napoli de Italia (1984-1991) como en el seleccionado mayor, con el que se coronó campeón mundial en México '86, siendo capitán.

El partido con Inglaterra, por los cuartos de final de esa Copa de Mundo, lo transformó en leyenda para siempre. Argentina se impuso 2-1 con dos tantos propios de antología.

“La Mano de Dios”, anotado con un puñetazo ante la carga del arquero Peter Shilton, y el gol de todos los tiempos, concretado con un slalom a pura habilidad desde la mitad de la cancha hasta el área mayor.

Con la camiseta argentina también jugó los Mundiales de Italia '90 (subcampeón) y Estados Unidos '94, del que marchó después del segundo partido ante Nigeria por un caso de doping.

Las drogas también le pusieron fin a su gloriosa etapa en Napoli, donde es adorado como un Dios. Diego condujo a ese club del humilde sur italiano a la gloria deportiva con la conquista de dos Scudettos, una Copa Italia, una Supercopa de Italia y una Copa de la UEFA.

Luego de dar positivo de doping en el club italiano y cumplir una sanción de un año, Maradona retornó al fútbol en Sevilla de España (1992-93) bajo la conducción de Carlos Bilardo, técnico con el que se consagró campeón.

En 1993 retornó al fútbol argentino para una breve etapa por Newell's Old Boys de Rosario y luego volvió a Boca para ponerle fin a su carrera en 1997. Su partido despedida fue en La Bombonera en 2001 cuando dejó una frase célebre (“la pelota no se mancha” como reconocimiento a todos los errores cometidos en su carrera).

Maradona había iniciado antes su experiencia como técnico (Deportivo Mandiyú de Corrientes y Racing), aunque su momento más trascendente en ese rol lo vivió con el seleccionado argentino en el Mundial Sudáfrica 2010, del que marchó eliminado en cuartos de final.

Después dirigió en Al Wasl (2011-12) y Al-Fujairah de Emiratos Árabes (2017-18), Dorados de Sinaloa (2018-19) y Gimnasia y Esgrima La Plata, club que le volvió a abrir las puertas del fútbol argentino el año pasado.

En ejercicio de esa función, Diego sufrió la última descompensación de salud que motivó su internación a principios de mes.

Talentoso, corajudo, rebelde, leal, popular, antisistema y argentino hasta la médula, Diego le puso fin a su maravillosa historia este último miércoles 25 de noviembre, mismo día que se despidió su amigo Fidel Castro.

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