Mario Secco, intendente ultrakirchnerista de Ensenada, irrumpió el 14/12 de 2017 en la Cámara de Diputados bonaerense con la intención de que se frene la sesión en la que se iba a votar la reforma jubilatoria de trabajadores del Banco Provincia. Secco ingresó a la fuerza junto a una columna de militantes para denunciar la represión policial que ocurría en la calle contra manifestantes en contra de la reforma. El jefe comunal incluso se subió al estrado mostrando los cartuchos de balas de goma y gases lacrimógenos, y pidió a los gritos que cese el debate legislativo.
AL BANQUILLO
Un intendente ultraK denuncia "lawfare y proscripción"
Mario Secco, intendente de Ensenada, fue enviado al banquillo por irrumpir en una sesión de la legislatura bonaerense.
Por ese acto, Secco fue denunciado penalmente por el entonces presidente de la Cámara, Manuel Mosca, por los delitos de "intimidación publica e incitación a la violencia colectiva contra instituciones". El intendente fue procesado y enviado a juicio oral en abril de 2019.
Al igual que Cristina Kirchner, Secco se autopercibe como una víctima del "lawfare", es decir, un complot político-judicial que tiene como objetivo su "proscripción". Así lo dice él mismo.
"Esto es netamente político, no jurídico. Quieren proscribirme. Es un vuelto a los pensamientos de uno de los soldados más grandes que tiene Cristina Kirchner", dijo Secco en declaraciones formuladas a Télam.
El dirigente advirtió que "lo que le hacen a Cristina a nivel nacional me lo hacen a mí en la provincia" y señaló que "inventaron acusaciones que no tienen nada que ver con lo que sucedió porque quieren demostrar el poderío que tienen en la Justicia".
Secco describió que fue invitado a la marcha por las organizaciones obreras y recordó que en la plaza San Martín, entre la Gobernación y la Legislatura, "empezaron a tirar balazos e hirieron a muchos compañeros de manera cobarde".
Contó que "después, un grupo de diputados salió y me invitó a entrar al recinto a denunciar la balacera, por lo que ingresé con ellos, se ve en las imágenes periodísticas", dijo y añadió que "los medios hegemónicos dijeron que llevé piedras, cosa que es mentira porque lo que mostré fueron las vainas con que llenaron de tiros a los trabajadores".
La defensa del jefe comunal pidió la nulidad del juicio. La acusación que enfrenta el intendente establece penas de 5 a 10 años de prisión y la posibilidad de ser inhabilitado para ejercer la función pública.
Secco manifestó que "la causa la armaron (el procurador general, Julio) Conte Grand, Mauricio Macri y (la exgobernador María Eugenia) Vidal". El jefe comunal cuestionó al fiscal designado para el juicio Marcelo Romero, quien también actuó el instrucción. "No les alcanza con elevarla a juicio, sino que tomaron la decisión de poner a Romero, un jugador de Cambiemos, como fiscal", denunció Secco.
La defensa de Secco planteó ante el tribunal que existe una “persecución selectiva”, una “manipulación” de la causa, que se observa en este acto de designar al fiscal Romero mediante un nombramiento “infundado”.
Analizó que "es una barbaridad" y recalcó que los criminalistas más prestigiosos le aseguran que no existen antecedentes en territorio bonaerense "de que se eleve a juicio oral una causa armada y netamente política".
La semana pasada, Secco recibió un fuerte apoyo político del La Cámpora, es decir, del cristinismo explícito. Lo visitaron en Ensenada para un acto el hijo de la Vicepresidente y jefe de esa organización, Máximo Kirchner; el ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro; y el ministro bonaerense, Andrés 'Cuervo' Larroque.
"Conozco la causa y los hechos; es la causa de la Provincia más vacía que yo vi en la historia. No hay nada", dijo de Pedro aquel día.
El gobernador Axel Kicillof también se expresó en apoyo de Secco. "Es un vuelto por sus posiciones políticas, quienes lo llevan adelante tienen que convivir con la vergüenza de usar el poder judicial para eso", dijo sobre la causa judicial elevada a juicio.