El camionero Hugo Moyano y el taxista Omar Viviani, socios desde los 90, pusieron fin a años de enfrentamientos y distancia, con un acercamiento, además de su contexto electoral de coyuntura, que apunta a sacudir el statu quo de la CGT y, eventualmente, modificar el esquema de equilibrios internos que históricamente favorece a los sectores tradicionales y más dialoguistas.
PROMETE IMPACTO
Moyano y Viviani reconciliados, tras años de distancia, con una 'amenaza' en común: Uber
Tras la cumbre organizada por Pablo Moyano, en la que el camionero (hijo) convocó a taxistas para despachar toda su furia contra el Uber de los camiones, cuyo desembarco en el país sería inminente, Hugo Moyano (padre) y el taxista Omar Viviani se reencontraron. Ocurrió después de varios años de enfrentamientos y la tregua promete impactar en la futura conducción de la CGT en 2020. En la misma jornada, impactaban la nominación de Miguel Angel Pichetto y la reunión de dirigentes enrolados tras la fórmula FF con Sergio Massa, que tuvieron sus repercursiones entre la dirigencia sindical.
Según publicó el sitio 'Gestión sindical', el reencuentro se concretó en la sede del sindicato de taxistas, adonde acudieron el camionero y su hijo mayor, Pablo Moyano. La vocación del exjefe de la CGT por finiquitar viejas rencillas y suturar heridas había quedado de manifiesto semanas atrás con otra visita al rural Ramón Ayala (Uatre), sucesor del fallecido Gerónimo Venegas y líder del diezmado grupo de sindicalistas de Cambiemos.
Los Moyano estuvieron con el canillita Omar Plaíni, uno de los artífices de la tregua y también articulador del sindicalismo opositor dentro del PJ, el docente bonaerense Miguel Díaz (Udocba) y el ceramista Juan José Moreyra. Viviani participó con su adjunto, Jorge García, el legislador porteño Claudio Palmeyro y otros dirigentes del sindicato de taxistas, según publicó 'Ambito Financiero'.
Por su parte, Moyano y sus aliados, integrantes principales del Frente Sindical por el Modelo Nacional, se convirtieron en la referencia sectorial de la fórmula de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner.
En tanto, el taxista había adelantado ya un respaldo a la candidatura presidencial de Juan Manuel Urtubey, envuelta ayer mismo en dudas por la virtual implosión de Alternativa Federal.
La elección de Viviani, de hecho, le generó una sangría en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que lidera, con la partida del ferroviario Sergio Sasia y de Guillermo Moser, de Luz y Fuerza. Ambos gremialistas se abrieron y crearon junto al metalúrgico Antonio Caló el sello Sindicatos en Marcha por la Unidad Nacional (Semun), desde donde prevén actuar dentro del PJ a favor del binomio Fernández.
Moyano y Viviani fueron cercanos desde los 90 con la creación del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) y se hicieron inseparables a partir de 2006 con la muerte del colectivero Juan Manuel Palacios (UTA), hasta entonces mano derecha del camionero.
Pero se separaron en 2011 con la ruptura entre Cristina de Kirchner y Moyano. El taxista permaneció en el kirchnerismo e incluso fue una pieza clave en el armado de una CGT afín al Gobierno que terminó por liderar Caló, y hasta creó una central de gremios del transporte paralela a la CATT, la Ugatt.
La reconciliación será de importancia en la futura discusión por el rearmado de la CGT, que tiene como horizonte formal agosto del año que viene pero que los socios de Moyano esperan adelantar para acoplarlo con el proceso electoral.
Las reacciones
Por lo pronto, ayer en la misma jornada en la que el referente de los taxistas se reconcilió con Moyano y por ende adhirió a la fórmula FF, se conocieron las novedades acerca de Miguel Angel Pichetto y Massa. Antes de esto último, el camionero afirmó que no hay otra posibilidad de que Massa suscriba el acuerdo que le propone la conducción del PJ: "Estoy convencido de que se va a concretar porque nadie puede negar que Massa es una persona inteligente, capaz y de experiencia. Hará lo que más le convenga a la gente y en ese sentido creo que va a estar",dijo.
En cambio, el titular de La Fraternidad, Omar Maturano, en cambio, se expresó a favor del ex ministro de Economía Roberto Lavagna y fue terminante con el resto. "Es todo un revuelto gramajo" le aseveró al diario 'BAE' para ampliar su malestar: "La verdad es que me dan vergüenza todos estos políticos. No son ni nunca fueron peronistas, gracias a Dios los trabajadores tenemos materia gris y pensamos como seres humanos en lo nacional y únicamente la justicia social", apuntó contra Cambiemos y el frente que proponen Alberto Fernández y la senadora Cristina Fernández.
Tampoco faltaron los secretarios generales que se excusaron de brindar su parecer bajo una sintética calificación respeto a Pichetto en Cambiemos "sin palabras" y aventuraron que "todavía faltan más sorpresas".
Dos de los referentes sindicales de peso que se reunieron con Massa en sus oficinas de la avenida Libertador, Carlos Acuña uno de los titulares de la CGT, Sergio Palazzo (Asociación Bancaria) y Antonio Caló (UOM) propiciaron también que el "camino es la unidad" y respecto al "café pendiente" entre Massa y Alberto Fernández señalaron por 'Crónica HD' que estaban dispuestos a acercar tanto la infusión como el azúcar.
El metalúrgico habló de cierre de industrias en su rubro y miles de puestos de trabajo perdidos desde que el presidente Mauricio Macri inició su mandato.
También el titular de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky, apenas conocida la nominación de Pichetto, señaló que "no hay espacio en la dirigencia sindical como en el peronismo para adherir a lo que propone este Gobierno como continuidad, lo que hasta ahora estaba detrás de bambalinas ahora se blanqueó" sintetizó ante el mencionado diario para acotar que "no serán más que tres o cuatro dirigentes sindicales los que puedan sumarse a esta decisión que tomó el senador Pichetto".