POLÍTICA

PRESENTACIÓN "SINCERAMENTE"

CFK en 'modo conciliadora': "Me parece que estamos en un buen momento, aunque parezca lo contrario"

La ex Presidente, Cristina Fernández de Kirchner, presentó su libro "Sinceramente" en la provincia de Santiago del Estero con una conferencia de prensa de más de una hora y media de duración el Centro de Convenciones y Exposiciones del Fórum y un gran grupo de militantes afuera. Habló sobre cada uno de los capítulos del libro y no hizo referencia a las novedades del flamante vicepresidente de Mauricio Macri, Miguel Ángel Pichetto. Un poco de campaña, algún par de palos al gobierno pero más conciliadora que nunca: "Creo que también los argentinos y las argentinas vamos a tener que aprender a convivir con nosotros mismos respetándonos y no insultándonos porque pensamos diferente".

En una conferencia de prensa en Santiago del Estero donde presentó su libro "Sinceramente", Cristina Fernández de Kirchner, ex Presidente y precandidata a vice, se dio el lujo de hablar por una hora y media con mucha tranquilidad sobre distintas cuestiones: desde anécdotas de su matrimonio con Néstor Kirchner (un clásico en sus discursos), pasando por los momentos destacados de sus gobiernos, siguiendo por cada uno de los capítulos de su libro y sin dejar de hacer campaña para su precandidatura a vicepresidente de Alberto Fernández, estas fueron algunas de las frases destacadas que emitió: 

"Siempre pienso, si Evita y Perón hubieran tenido un hijo, después de las cosas que le hicieron a los míos, lo que le hubiera sido."

"Quise que el libro le sirva a las mujeres, que están buscando cada vez más el lugar que se merecen en la sociedad".

"Yo ya fui Presidenta, y yo sentía y siento la necesidad de poder ayudar y colaborar a terminar con esta catástrofe social y económica que viven hoy los argentinos y las argentinas (...) Crsis es lo que estamos viviendo ahora (...). Voy a trabajar fuertemente por reconstruir un país que no duden va a atravesar grandes dificultades, más de los que aun hoy tenemos. Sería una mentirosa si les dijera que todo se va a solucionar mágicamente."

"Yo siempre fui muy clasemediera, Néstor fue una persona más libre",  comenta tras una anécdota donde confundieron a Néstor con un diariero en Cariló por cómo estaba vestido.

"Gracias a mí las nenas ahora quieren ser Presidentas."

"Cada vez entiendo menos a estos capitalistas que se dicen capitalistas pero no quieren que la gente consuma ni gaste. ¿Qué clase de capitalismo están proponiéndonos? Es un capitalismo medio raro..."

"Es complicado porque en definitiva lo que vamos a tener que pensar los argentinos, discutir y debatir, que es un poco lo que digo al final del libro cuando hablo del contrato social es esto. Estar de acuerdo con el otro en algo no quiere decir que tengo que renunciar a todo lo que pienso. Poder arribar a acuerdos mínimos de convivencia"

"Tengo mucha esperanza de que los argentinos y las argentinas encontremos el camino. Me parece que estamos en un buen momento aunque parezca lo contrario".

"Creo que hay una estrategia de generar odio y división en los pueblos. Creo que tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para sustraernos de la maquinaria del odio".

"Un país que se endeuda es el causante de todos los males de los argentinos y las argentinas".

"Meritocracia: lo que no tiene es culpa suya, y lo que tiene lo tiene porque se lo ganó. Y se le quita la culpa a los gobiernos".

"El ejercicio no es pensarnos en una individualidad, sino pensarnos como sociedad. No somos nosotros aislados, somos nosotros y el mundo que nos rodea y en la medida en que podamos lograr que ese mundo que nos rodea todos vivan mejor, nosotros mismos también vamos a poder vivir mejor. Esa es la filosofía".

"Tenemos que hacer un inmenso y gran esfuerzo, no quiero tirar pálida pero los dólares va a haber que devolverlos. Vamos a tener que discutir seriamente con empresarios cómo vamos a devolverlos, va a requerir mucha templanza de todos y de todas·. 

"Macri es el caos. Así no va más". Así termina el libro de CFK, "Sinceramente".

"Para finalizar, vamos a tener que hacer un contrato social en el cual nos pongamos de acuerdo los argentinos, no solo en aspectos políticos y económicos cuantificables y medibles. Sino, una actitud nueva, de acuerdo en las reglas de convivencia. Noto una suerte de crispación, de nerviosisimo, de intolerancia. Creo que también los argentinos y las argentinas vamos a tener que aprender a convivir con nosotros mismos respetándonos y no insultándonos porque pensamos diferente. Esto es clave. Porque si no, así, no va más".

"Estamos a tiempo de mirar lo que nos pasó, de mirar lo que nos está pasando y a partir de allí poder construir una mirada común que no quiere decir pensar igual pero sí llegar a acuerdos básicos que nos permitan pensar en un país para nosotros y para nuestros hijos. Este es mi compromiso".