CÓRDOBA. El paso de las horas hacen que se vayan conociendo cada vez más detalles sobre la presunta secta egipcia que se dedicaba a estafar a sus creyentes desde Córdoba. Se trata de la Fundación Académica Seshen, una organización con tintes espirituales que, según la fiscalía de Villa Cura Brochero, tenía montada una red de estafas de todo tipo, que motivó la imputación de ocho personas y varios allanamientos.
FALSAS PROMESAS
Secta egipcia: armas, autos y dólares para “sanar”
La organización de presuntos estafadores que cayó ayer en Córdoba operaba en altos niveles sociales y manejaba altas sumas de dinero. Llamativamente, también se encontró un auténtico arsenal de armas de fuego en uno de los domicilios allanados. Cómo funcionaba la presunta red de estafas que habían montado los imputados, a lo largo y ancho del país, y que incluso habría prestado servicios a políticos.
De estos procedimientos fueron surgiendo datos que van construyendo la verdadera magnitud de la organización. Según allegados a la investigación, la Fundación Seshen habría estado diagramada de manera jerárquica, algo típico en organizaciones con vestigios de secta.
El principal argumento en el relato de la organización era el conocimiento sobre “antiguas técnicas egipcias” de sanación que traían grandes beneficios para quienes podían practicarlas. Según la teoría Seshen, es posible realizar grandes reparaciones físicas y mentales mediante la conexión mística con el antiguo Egipto.
Estas técnicas envolvían presuntamente, prácticas psicológicas (algunos miembros decían ser psicólogos), médicas y otras alternativas como la meditación, además de cuestiones derivadas de diferentes pseudociencias, que estaban destinadas a curar graves afecciones como el cáncer y el autismo. Por supuesto, estos conocimientos no podían ser impartidos por cualquier persona.
Los mismos estaban en poder del líder de la organización, a quien llamaban bajo el pseudónimo “Licenciado Sahú Ari Merek”, era el mayor instructor de la fundación. Dicho líder, mejor conocido como Álvaro Juan Aparicio Díaz, un uruguayo radicado en Villa Cura Brochero (Traslasierra) que era quien contenía los conocimientos, y los compartía con quienes estuvieran dispuestos a desembolsar una gran suma de dólares por diferentes sesiones, que finalmente, no surtían efecto alguno.
Según la fiscalía, la exigencia de la moneda extranjera no solo funcionaba como forma de acopio mayor cantidad de dinero, sino también como filtro adquisitivo. Gran parte de los damnificados por la organización son profesionales con grandes ingresos.
Todas estas características pueden englobar a la Fundación Seshen dentro del mundillo de las sectas, a pesar de que no existía una privación ilegítima de la libertad, como se acostumbra a ver.
Además de las sesiones de “curación y aprendizaje”, la Fundación Seshen ofrecía todo tipo de libros y objetos “místicos”, además de organizar convenciones en hoteles 5 estrellas (por los cuales se cobraba entrada), “misas” en las sierras cordobesas, y viajes a Egipto, que eran guiados por el propio líder. Todo ello bajo la excusa de la “sanación”.
Para los investigadores, la oferta de todas estas actividades y productos debió haber generado varios miles de dólares en favor de los imputados. Cabe recordar que la fiscal de Villa Cura Brochero, Analía Gallaratto, imputó a Aparicio Díaz (líder) y a siete mujeres que habrían estado involucradas en la organización, por asociación ilícita, estafas reiteradas y ejercicio ilegal de la psicología.
En orden de la fortuna que habrían amasado Aparicio Díaz y sus presuntas secuaces, los allanamientos realizados en primera instancia descubrieron una gran cantidad de dólares, muchos vehículos de alta gama, y una llamativa cantidad de armas de fuego con sus respectivas municiones.
Según detallaron algunas víctimas, la acumulación de armas se debía a lo que Aparicio Díaz llamaba “guerra de la comida”. El líder espiritual predicaba que luego del paso del coronavirus, vendría una guerra por la comida, por lo que su organización se había comenzado a preparar.
— Sahú Ari Merek / Alvaro J. Aparicio (@SahuAriMerek) January 30, 2021
Otra cosa que llamó la atención fue que, en audios que circularon por Internet, se podía escuchar a Aparicio Díaz diciendo que trabajaba como “consultor” para peronistas y radicales de Córdoba. “Yo trabajo para el partido peronista acá, en Capital. Cuando quieren que se aprueben leyes que les conviene, si yo las considero justas, los apoyo. También para el partido radical. Yo hago el bien y cobró millones”, se podía escuchar decir al “líder” a uno de sus potenciales clientes, según audios obtenidos por El Doce.
Denuncias previas.
La caída de la Fundación Seshen no fue una cuestión de casualidad. Una acumulación de denuncias fue lo que motivó a la fiscalía serrana a investigar sobre las actividades de uno de los residentes del paraje de Villa Cura Brochero.
En 2019, el letrado Tomás Aramayo presentó una denuncia contra Fundación Seshen en representación de una cliente que habría sido víctima de la red de estafas. Según detalló el abogado de la mujer, la Fundación se acercaba a sus víctimas en momentos de suma vulnerabilidad, tanto propia como de familiares o amigos.
Con promesas de poder solucionar los problemas de manera “mística”, convencían a los clientes de sumirse ante sus habilidades y desde ese momento, comenzaba la sangría de dinero. Solo una entrevista con el líder o alguno de los seguidores más cercanos a este último, costaba el doble que una sesión de un psicólogo formal.
Además, su promesa de sanación estaba condicionada a diferentes cursos que debían ser pagados. Todo ello en pos de alcanzar distintos niveles de conocimiento que permitían mayores efectos curativos.
Las sesiones o cursos podían llegar a costar hasta US$1500 dólares. Para la fiscal Gallaratto, luego de ocho meses de investigación, aún queda mucho por descubrir sobre la Fundación Seshen.
Si esto te sucede, busca ayuda...
— Verofloridia (@Verofloridia1) February 22, 2020
Fundación Académica Sêshen
Trabajando para una mente mejor.
Lic. Álvaro J. Aparicio (@SahuAriMerek)
Fundación Académica Sêshen
Chacabuco 636, Córdoba
Tel: 0351 - 4222793https://t.co/DIR82drtb4 info@fundacionacademicaseshen.org pic.twitter.com/21cPMbTbTl
Las sierras, el escenario.
Al parecer, las sierras cordobesas constituyen el escenario perfecto para el desarrollo de distintas organizaciones esotéricas que prometen liberación espiritual y acaban timando a sus seguidores o fieles. Rodeados de la naturaleza y alejados del largo brazo del Estado (al menos por un tiempo), históricamente los líderes eligen las Sierras de Córdoba para asentarse y coquetear entre la libertad de religión y la ilegalidad.
Solo basta con recordar los casos de los últimos años. Uno de ellos puede ser el del mítico Maestro Amor, preso en Catamarca por abuso sexual a menores, o el Maestro Mehir, quien se encuentra prófugo.
También se puede mencionar al Profeta Kroop, quien desde San Marcos Sierras prometía curar el cáncer y terminó preso por ejercicio ilegal, o a la organización Amatreya, que aún funciona ya que no se le pudo imputar ningún delito, a pesar de que cuenta con características que deberían llamar la atención de las autoridades.
Todos estos casos parecen tener predilección por Córdoba, y el aumento de los mismos hacen pensar que en tiempos de tanta vulnerabilidad sentimental, es necesario que la ley proteja a sus ciudadanos.