ARGENTINA

APERTURAS EN CÓRDOBA

Desencuentro entre intendentes cordobeses y el COE por habilitaciones de privilegio

Intendentes de distintas localidades de Córdoba retoman la autonomía en las decisiones de aperturas en actividades vedadas por la cuarentena ante la inexpresión del COE. Desde algunos municipios se habilitaron actividades de riesgo a pesar de que la autoridad sanitaria de Córdoba no se expresó al respecto. En la provincia cordobesa, entienden que la situación depende de cada uno.

CÓRDOBA. La baja en la curva de casos y la inminente llegada de la temporada de verano propiciaron cientos de habilitaciones luego de meses tanto a nivel nacional como local. Las flexibilizaciones, que hasta ahora eran exclusiva responsabilidad de las autoridades provinciales o nacionales, quedaron (de hecho) en manos de los municipios y comunas, aunque no hay una expresión oficial al respecto.

Ese es el caso de la provincia de Córdoba. Desde el inicio de la pandemia y de Aislamiento Preventivo y Obligatorio decretado por Alberto Fernández (20/3/21), las autoridades cordobesas acataron al pie de la letra lo dispuesto desde la Nación. Esas disposiciones eran ejecutadas principalmente por el Centro de Operaciones de Emergencias de Córdoba, establecido para adecuar las medidas nacionales a la provincia.

Durante meses, la política del COE fue puesta en cuestión por la rigidez de las medidas, que derivaron en casos polémicos. Un ejemplo de ello fue el caso de Solange, una paciente oncológica que no pudo despedirse de su padre, quien intentó ingresar a la provincia desde La Pampa. En esa ocasión y por las órdenes dispuestas por el COE, la policía impidió el ingreso del padre de Solange en la frontera provincial, suceso que generó repudio por la falta de criterio en la aplicación de la normativa.

Pero actualmente, al parecer el COE perdió esa rigidez y organización que lo caracterizó en los primeros meses de la pandemia, cuando irónicamente, la provincia de Córdoba registraba contagios por apenas una cifra diaria. El “paso de la tormenta” (al menos la primera ola) propició cientos de habilitaciones en la provincia. 

Dada la amplitud de la apertura, las autoridades en Córdoba no lograron abarcar todos los sectores, que se encontraban restringidos para realizar actividades, como los espectáculos públicos y los eventos (casamientos, fiestas de egresados, entre otros). Ante la falta de expresión por parte del COE cordobés, algunos intendentes decidieron comenzar a llevar a cabo flexibilizaciones a mano propia, y bajo protocolos locales. 

La primera ciudad cordobesa en tomar una decisión particular fue Río Cuarto, que de la mano de su flamante intendente electo, Juan Manel Llamosas, habilitó las cenas de egresados hasta las 4 a.m en la ciudad. Esta habilitación llamó la atención ya que se trata de una actividad de alto riesgo de contagio teniendo en cuenta la pandemia, y sobre todo, porque las autoridades provinciales no se pronunciaron al respecto.

Esta habilitación de hecho en Río Cuarto provocó el enojo de otros intendentes de distintas localidades cordobesas, que sintieron que sus municipios o comunas estaban siendo discriminados, teniendo en cuenta que Llamosas (Río Cuarto) es uno de los protegidos del gobernador, Juan Schiaretti

El primero en responder fue el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, quien habilitó en su ciudad el regreso de los bares (ya estaban habilitados), boliches, fiestas de egresados y reuniones sociales. Río Tercero es una ciudad ubicada a 100 kilómetros al sur de la capital cordobesa, y lamentablemente famosa por las explosiones de la Fábrica Militar de Armamento en 1995, que dejó 7 fallecidos.

En entrevista con Canal 12 Córdoba, Ferrer expresó que "el argumento más importante es que Río Cuarto lo ha hecho y no debe haber cordobeses de primera y de segunda. Las restricciones o flexibilizaciones tienen que ser para todos iguales".

Simultáneamente, los municipios de Villa María y Villa Nueva habilitaron las reuniones sociales, familiares y culturales, que en el primer caso deben ser de un máximo de 20 personas. Ambos municipios se encuentran a 200 kilómetros al sureste de Córdoba capital

Esta ola de habilitaciones municipales despertó la atención del ministro de Salud de la provincia, Diego Cardozo, quien se expresó al respecto durante la conferencia de prensa que brindó el 3/12, por el Día de la Medicina Latinoamericana y la víspera de la apertura turística en la provincia cordobesa. En la misma, Cardozo pidió unificar los criterios de flexibilización y evitar el desorden. 

Las palabras del ministro de Salud de Córdoba llegaron en respuesta a las críticas de los intendentes, quienes denunciaron que el COE ya no “responde” a los llamados y pedidos.
Incluso Martín Llaryora anunciaría esta tarde (4/12) la vuelta de las reuniones familiares y sociales en la ciudad de Córdoba. 

Ante esta descentralización descontrolada, Cardozo habría dispuesto una reunión con los intendentes y jefes comunales cordobeses para la tarde de hoy, donde buscarán establecer una “Mesa de Seguimiento Sanitario”, en donde se puedan aunar criterios y limar suspicacias con respecto al favoritismo político que motivarían las habilitaciones, y así “hablar el mismo idioma en todo el territorio”, según propias expresiones del ministro de Salud cordobés. 

Aparentemente, el Centro de Operaciones de Emergencias de Córdoba estaría apagándose lentamente en su autoridad y habría perdido peso en la consideración de los intendentes. Las declaraciones de Cardozo hacen pensar en una administración sanitaria más dialoguista y localizada, algo que debió ser desde un principio.

Otra consecuencia del silencio del “COE” es la posible suspensión de todos los festivales tradicionales que el verano cordobés tiene en su grilla. Por ahora, el único festival (de los grandes) con fecha confirmada es el Festival Nacional del Folklore de Cosquín (23/1/21), aunque desde la organización advierten que el COE no se expresó al respecto, por lo que el tiempo de coordinación de semejante festival se acorta.
 

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