“Plantemos memorias de paz” es el lema de la iniciativa que lidera el ministro de Ambiente colombiano, Luis Gilberto Murillo, para honrar la memoria de las cientos de miles de víctimas del conflicto armado colombiano. Se trata de la siembra masiva de árboles que representarán “el nuevo proyecto de vida” que las víctimas emprenderán con la reparación que traerá la firma de la paz.
DÍA DE LA PAZ
Los líderes de las FARC se reunieron en una Casa de Ejercicios Espirituales católica
Viernes de paz en Colombia: se plantarán árboles en memoria de un tiempo mejor. En tanto, la Iglesia Católica Apostólica Romana ha aumentado su respaldo al proceso de reconciliación y la demostracion fue que los líderes de las FARC sesionaron en una Casa de Ejercicios Espirituales.
Este viernes 29/09, y de forma simultánea en todo el país, cerca de 75.000 árboles serán plantados. “Esta siembra masiva de árboles nos recuerda la afectación que el conflicto ha causado no solo para miles de campesinos, víctimas que tuvieron que abandonar forzosamente su hogar, el territorio y los frutos de la tierra, sino además, al campo y al medio ambiente”, explicó el ministro Murillo.
El presidente Juan Manuel Santos va a acompañar esta siembra masiva. Decidió sembrar personalmente un árbol por las víctimas, y lo hará en Soacha, el segundo municipio más poblado de Cundinamarca, en las goteras de Bogotá.
Un municipio que también carga con el recuerdo de dos de las páginas más dolorosas en la historia de la violencia en Colombia. En agosto de 1989, en la plaza principal, Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato del Partido Liberal, fue asesinado cuando arribó a la tarima.
El magnicidio fue atribuido a Pablo Escobar y los sicarios del cartel de Medellín con complicidad de agentes estatales. Un dirigente político, Alberto Santofimio, y un exdirector del DAS, Miguel Maza Márquez, han sido procesados por aquel crimen.
Casi 20 años después de aquella tragedia, en 2008, Soacha volvió a ser protagonista del dolor causado por el conflicto: 19 madres se convirtieron en todo un símbolo, sus hijos fueron reclutados por el Ejército y aparecieron lejos de su casa, en Ocaña, Norte de Santander, como si fueran guerrilleros abatidos en un combate con el ejército. Ninguno de ellos lo era. Pero aparecieron muertos días después con uniforme camuflado y botas pantaneras.
Aunque a este episodio se le dio el nombre de ‘falsos positivos’, la grave situación correspondía con casos de desaparición forzada y ejecución extrajudicial. Se convertiría en el mayor escándalo de los 8 años del gobierno de Álvaro Uribe, y afectó a su entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
El episodio provocó la mayor purga oficiales del Ejército en la historia, pues 27 militares, incluidos 3 generales, fueron llamados a calificar servicios. En ese entonces Clara López Obregón, secretaria de gobierno de la Alcaldía de Bogotá puso una denuncia. Su partido, el Polo Democrático, pidió en el Congreso la renuncia de Santos.
Tras la denuncia de Clara López, 17 militares fueron condenados. Las madres de Soacha denunciaron al presidente Álvaro Uribe, y el pasado mes de mayo no hubo conciliación.
FARC
Con la ofrenda de un Cristo negro, la guerrilla de las FARC pidió el jueves 29/09 perdón por la masacre de 79 personas en un pueblo ubicado en una zona selvática del noroeste de Colombia, uno de los episodios más repudiados del conflicto armado en la nación sudamericana.
La masacre ocurrió en mayo de 2002, cuando rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) bombardearon con misiles de fabricación artesanal la iglesia del pueblo de Bojayá, en el departamento del Chocó.
"Pedimos nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes haciendo el camino que, reconciliados, nos conduzca hacia la era justa que tanto han anhelado los humildes de todos los rincones de Colombia", dijo el líder de las FARC, Iván Márquez.
Las FARC, que firmaron el lunes un acuerdo de paz con el presidente Juan Manuel Santos para poner fin a un conflicto de 52 años que dejó 220.000 muertos y millones de desplazados, combatían en esa región con escuadrones paramilitares de ultraderecha.
Como parte del acuerdo de paz que deberá ser avalado por los colombianos en un plebiscito el domingo 02/10, los 7.000 combatientes de la guerrilla abandonarán las armas y conformarán un partido político para defender sus ideas y luchar por los más pobres.
Durante la firma del acuerdo de paz, el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", pidió perdón a todas las víctimas del conflicto.
La guerrilla es responsable de asesinatos, masacres, secuestros, reclutamiento de niños, desplazamientos y miles de ataques contra las Fuerzas Armadas y la infraestructura económica del país.
El denominado Cristo Negro de Bojayá donado por las FARC mide 2,45 metros de altura y fue esculpido por el artista cubano Enrique Angulo con madera de la región selvática del noroeste colombiano.
En la Casa de Ejercicios Espirituales
John Montaño escribió en el diario El Tiempo, de Bogotá:
‘Un acuartelamiento de paz’. Así llamaron los guerrilleros de las Farc los cuatro días de estadía en la casa de ejercicios espirituales Villa Claver, perteneciente a la comunidad jesuita, ubicada en el vecino municipio de Turbaco, a una hora por carretera de la caótica Cartagena.
“Ellos pidieron un espacio apacible donde descansar y prepararse para este momento tan importante para nuestro país y para el mundo entero como fue la firma de la paz el pasado lunes”, dice el padre jesuita Carlos Revelo, quien fue el anfitrión y guía de la cúpula guerrillera durante los días previos y posteriores a la firma en la Ciudad Heroica.
Según el sacerdote, se trató de una comisión de 40 personas: 15 mujeres, y el resto hombres.
“Allí estuvieron todo el tempo atendiendo visitas de agencias internacionales, del Gobierno y de familiares que no veían hacía mucho tiempo” agrega el sacerdote.
Durante los días de ‘cónclave’, el grupo de guerrilleros recibió orientación espiritual por parte de la comunidad religiosa de Villa Claver.
En las montañas de Turbaco, donde está el recinto espiritual jesuita, y desde donde se divisa la ciudad heroica en todo su esplendor, el máximo jefe de esa guerrilla, ‘Timochenko’, terminó de escribir el discurso que leyó ante el mundo el día de la firma histórica. (Lea también: Discurso de 'Timochenko' en la firma del Acuerdo Final de Paz)
“Fui testigo de los espacios que buscaba a solas él, y en los cuales halló las palabras que necesitaba para expresar sus sentimientos sobre la paz y el cambio. Pero no fue solo él, los demás también buscaron estar a solas, en oración y paz”, suma el padre Carlos Revelo.
Tres viajes
A Cartagena, la delegación viajó en tres oportunidades.
La primera, el domingo 25, un día antes de la firma, cuando visitaron el claustro de San Pedro Claver y recibieron a autoridades del Gobierno,
El lunes 26 salieron para la ceremonia protocolaria de la firma de fin del conflicto que se hizo en la explanada de banderas del Centro de Convenciones; y el día martes 27, cuando regresaron al claustro de San Pedro Claver, y donde, según el padre Revelo, un integrante del Gobierno Nacional les pidió disculpas por el impasse con el avión de guerra que raudo pasó sobre el cielo cartagenero justo cuando ‘Timochenko’ leía su discurso.
Se despidieron de Cartagena el pasado miércoles con una oración por la paz, el perdón y la reconciliación dirigida por el sacerdote Carlos Revelo, después de cuatro días de su ‘acuartelamiento de paz’.
En las fotos que el sacerdote Revelo le entregó a EL TIEMPO se ve a toda la cúpula de pie y orando alrededor de una mesa cubierta con un mantel blanco y con una cirio en el centro. En otra imagen, el total de la comitiva posa desde una montaña en el municipio de Turbaco.
Como ofrenda a la comunidad jesuita, y agradecimiento por haberlos alojado, ‘Timochenko’ entregó su discurso (de 12 páginas) de paz y reconciliación a la comunidad religiosa de Villa Claver.
Finalmente, “toda la comisión salió el miércoles a las 10 de la mañana en dos busetas rumbo al aeropuerto Internacional Rafael Núñez, de Cartagena, donde se dividió en tres grupos diferentes que partieron con rumbo desconocido”, afirma Revelo.