CIUDAD DE BUENOS AIRES (InC). La Secretaría de Hacienda informó un superávit primario de $ 3.569 millones.
ENORME RIESGO POR DELANTE
Hacia un rojo de $ 262.000 millones, emisión de $180.000 millones, base monetaria +60%
Es doblemente grave lo que está sucediendo en la Argentina hoy día: por un lado, las cuentas fiscales y de emisión monetaria carecen de límites, lucen descontroladas; luego, la sociedad parece dispuesta a no enterarse. El debate no puede girar en torno a Club de París o Corte Suprema de Justicia de USA/holdouts. Pese a la enormidad del problema de arrastre, hoy día no son temas centrales. Las cuentas nacionales se encuentran avanzando hacia una mayor estanflación. Brasil se agita por 6% anual de inflación pero en la Argentina la inflación ya ronda entre 38% y 40% anual... Es inaudito lo que sucede ante una sociedad que prefiere mirar hacia otro lado, en una irresponsabilidad colectiva manifiesta. Aquí la situación tal como la cuenta el estudio Massot & Monteverde:
06 de junio de 2014 - 12:07
• En principio, eso significaría un fuerte crecimiento del excedente antes del pago de los servicios de la deuda de 714%
> El gobierno adjudicó ese supuesto crecimiento al “incremento de los aportes y contribuciones a la Seguridad Social y al aumento en la recaudación de Ingresos Tributarios”.
> Sin embargo, esa no podría haber sido la razón, ya que ambas fuentes de
recursos mostraron un pobre desempeño, con aumentos interanuales inferiores a la inflación del período —de 26,3% y 35,6%, respectivamente.
> El factor que incidió para mostrar un superávit —como veremos, ficto— que supuestamente se incrementó, fue la contabilización de la transferencia de supuestas utilidades del BCRA, del Fondo de Sustentabilidad del Sistema de Seguridad Social y del PAMI.
** Estas transferencias son contabilizadas en la cuenta rentas de la propiedad, que salta 102,5% frente a marzo de 2013.
** El Banco Central aportó la friolera de $ 12.177 millones, el Fondo previsional transfirió $ 575 millones y la prestadora de salud de los jubilados acercó $ 135 millones.
• Por cierto, una similar maniobra contable —a la que ya nos tienen acostumbrados las finanzas públicas del gobierno kirchnerista— se usó en igual mes del año pasado, en el que el resultado primario real no fue positivo sino deficitario.
> En este 2014, si descontamos esas irregulares transferencias, el verdadero resultado primario que tuvo marzo fue un abultado desequilibrio, de nada menos que $ 9.328 millones, lo que significaría un salto de 57,3 % respecto del real quebranto sufrido en igual mes de 2013.
> Tal déficit primario equivale a 4 % del PBI del mes.
• El gobierno reconoció para el 1er. trimestre de 2014 un resultado primario negativo de apenas $ 1.256,9 millones.
> Siguiendo la amañada versión oficial, esto representaría una mejora respecto del año pasado.
> No obstante, cuando restamos los ingresos meramente contables arribamos a un déficit primario real de $ 19.029 millones, nada menos que 128,1% mayor que en igual trimestre de 2013.
• El resultado final de marzo luego del pago de los intereses de la deuda —financiero, en la jerga de las finanzas públicas— reconocido por el gobierno fue deficitario en $ 4.366 millones.
> Y el acumulado de los 3 primeros meses del año el déficit final asciende a $ 15.180 millones, según Hacienda.
> Descontando las trampas contables arribamos a sendos saldos negativos, de $ 17.263,3 millones para marzo y de $ 33.018,6 millones para el trimestre.
> Esos enormes quebrantos equivalen a 7,4% y 4,7% del PBI correspondiente a cada período.
> El quebranto financiero de marzo significó un salto de 73,6% respecto al rojo final real sufrido un año antes; y el del trimestre voló 112,8% respecto al de idéntico lapso de 2013.
• A modo de ilustración, esto significa que el desequilibrio entre gastos e ingresos se acrecienta a un ritmo de $ 23,5 millones por cada hora transcurrida.
• Los ingresos corrientes, descontadas las rentas de la propiedad, muestran un crecimiento interanual de 32,8% en marzo, claramente inferior a la inflación del período.
• El gasto corriente, en cambio, trepó 41,8 % interanual, nueve puntos porcentuales por encima del aumento de los ingresos.
> El gasto de operación del estado aumentó esta vez por debajo de la inflación y fue 36% mayor a idéntico mes del año pasado.
> Las prestaciones de la Seguridad Social muestran su retraso —pese al mayor número de beneficiarios— con una marcada contracción en términos reales, constituyendo la principal herramienta para la contención del gasto, con un aumento nominal de apenas 27,9%.
> Pese al recorte de subsidios implementado para el agua y el gas, los subsidios al sector privado treparon 54,4%; el gobierno prefirió adjudicar esa suba a las mejoras en los planes sociales, aunque su peso relativo sea ínfimo.
> Las transferencias corrientes a provincias vienen sufriendo una severa reducción en términos reales, aumentando apenas 13,4% nominal frente a igual mes de 2013.
> El déficit operativo de las empresas públicas aumentó esta vez algo por debajo de la inflación: 37,8% interanual.
> Pero la cuenta otros gastos corrientes, que esconde parte de las erogaciones que demandan las empresas estatizadas, siguió escalando a un ritmo de 47,4% interanual.
• Como suele ocurrir en los años en que no hay elecciones, el esfuerzo por contener la expansión del gasto se manifiesta en una importante contracción real del gasto de capital, que en promedio crece 14 puntos porcentuales por debajo de la inflación.
> La inversión en obras pública aumentó 29% interanual.
> Y las transferencias de capital tuvieron un alza nominal de apenas 9,9%.
•Si se proyecta a todo el año la evolución que tuvieron los números fiscales en el trimestre, se arriba a conclusiones alarmantes.
• El rojo final de 2014 escalaría, de continuar creciendo a este ritmo, a más de $ 262.000 millones.
> En estas condiciones, la emisión monetaria resultante rebasaría largamente nuestras previsiones de máxima, de $ 180.000 millones para todo 2014, y podría significar un salto de la base monetaria de más de 60% —punta contra punta— en diciembre.
> De más está decir que, en este escenario, un severo sacudón cambiario e inflacionario sería imposible de esquivar.