Independientemente de nuestros orígenes, todos somos seres emocionales y sociales que buscan la conexión humana, una necesidad que quizás sea tanto más urgente cuando nos han agraviado. El perdón, un concepto que ha existido a través de las culturas durante siglos, tiene la intención de restaurar esas conexiones cortadas, pero la práctica no es de ninguna manera fácil.
3 PRINCIPIOS CLAVE
El perdón: acepte disculpas, según la psicología positiva
El perdón, un concepto que ha existido a través de las líneas culturales durante siglos, está destinado a restaurar las conexiones rotas.
Cuando nos han herido otros, nuestras reacciones iniciales a menudo se alimentan de ira, resentimiento o venganza. Aferrarnos a nuestra ira nos brinda un escudo de consuelo; actúa como una forma de atar nuestra ansiedad en torno a las dificultades que las relaciones traen a nuestra vida.
En primer lugar, el perdón es un proceso, lo que significa que lleva tiempo y no siempre es fácil. Poder darle nuestro perdón a alguien significa hacer un esfuerzo consciente para dejar ir algo que te hirió, liberando patrones de pensamientos negativos, enojo, resentimiento o dolor. Al participar en este proceso centrado en las emociones, está tomando una decisión activa para no sufrir más el daño que se le hizo.
El perdón es un proceso, lo que significa que lleva tiempo y no siempre es fácil.
Cuando vemos el perdón de esta manera, queda claro que el perdón también es libertad, libertad del pasado e incluso de la victimización futura. Porque cuando perdona los dolorosos acontecimientos de su pasado, ya no definen ni controlan su presente. Entonces, al tomar las trampas de la vida como oportunidades para crecer en lugar de lugares para vivir en la desesperanza, está recuperando su poder. Está recuperando su vida.
El perdón nos ayuda a calmarnos y nos proporciona una nueva perspectiva, claridad y objetividad. Por ejemplo, piense en un momento en el que estuvo muy enojado por algo. ¿Fue difícil ser objetivo y transparente? ¿Culpó en gran medida a la otra persona o exageró los hechos para justificar sus reacciones?
Cuando estamos molestos, nuestro juicio tiende a nublarse o volverse inexacto. Esto no quiere decir que no tenga ningún derecho a sus sentimientos; ciertamente lo tiene. Sin embargo, si se perdona a sí mismo y a la otra parte, puede asegurarse de que su percepción de la situación sea más equilibrada. Cultivar el perdón le permitirá aclarar su mente y ver el problema desde una posición más objetiva.
Cómo cultivar el perdón según la psicología positiva
Aquí hay algunos principios clave que puede aprender usted mismo:
1. Sea honesto
El perdón incluye reconocer que está herido, aceptar el dolor como propio y ser honesto consigo mismo sobre el efecto que ha tenido en usted. El perdón se logra al ser honesto acerca de cómo fue para usted ser traicionado, mentido, ofendido, maltratado y abusado. El perdón no se trata de poner excusas por el mal comportamiento de los demás; no significa que esté bien que haya sido lastimado, y ciertamente no significa que se olvide de la ofensa. En su lugar, practique reconocerlo como parte de su historia para que pueda seguir adelante.
2. Sea vulnerable
Se necesita una gran cantidad de vulnerabilidad y fuerza para cultivar el perdón. También se necesita conciencia de uno mismo para reconocer que alguien nos ha impactado negativamente. Al mirarnos a nosotros mismos y nuestras relaciones heridas con franqueza, podemos apreciar nuestras vulnerabilidades como seres humanos.
3. Sea humilde
Ser humilde es tener la conciencia de que no es mejor que los demás. Especialmente en cuestiones de perdón, es fundamental mantener la humildad. Las personas humildes no esperan nada de los demás y dan con amor (incluido su perdón) sin ninguna expectativa adjunta. Para alcanzar ese nivel de perdón, uno debe practicar la humildad y permanecer abierto a resultados positivos.
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