“En un agujero en el suelo vivía un hobbit”, comenzaba el primer libro escrito por J.R.R. Tolkien, autor de una de las sagas de fantasía más aclamadas de todos los tiempos: “El Señor de los Anillos”. El escritor británico no tenía una opinión muy feliz sobre el fútbol aunque parece que ese deporte existía en sus libros.
¿Enanos jugando a la pelota?
“El Señor de los Anillos” de J.R.R. Tolkien también tenía fútbol
J.R.R. Tolkien, autor de la saga "El Señor de los Anillos", no veía el fútbol con buenos ojos, pero sus personajes al parecer lo jugaban.
La prensa en tiempos de guerra y los hinchas del fútbol
Tolkien se había unido al ejército en 1916 pero había pasado menos de un año en el campo de batalla (tuvo que abandonarlo luego de contraer fiebre quintana). Su enfermedad le permitió desarrollar lo que lo haría conocido mundialmente: la escritura, que ya había comenzado en su adolescencia.
Para 1944, era escritor, profesor de lenguas y literatura en la Universidad de Oxford y un padre de familia con cuatro hijos. El tercero de ellos, Christopher, fue su mayor admirador y siguió sus pasos como soldado y escritor además de ser cartógrafo.
Padre e hijo se intercambiaban opiniones mientras Tolkien se encontraba trabajando en “Las dos torres”, y esta relación no se interrumpió ni siquiera cuando Christopher estaba en campaña militar en Sudáfrica con la Real Fuerza Aérea.
En una de las cartas que intercambiaron, donde hablaban de algunos capítulos del libro, Tolkien expresó su desprecio por el histrionismo de la prensa durante la Segunda Guerra Mundial. “No puedo entender la línea que adopta la BBC de que las tropas alemanas son un conjunto de abastecedores y hombres destrozados mientras registran la defensa más encarnizada contra los mejores y mejor equipados ejércitos”, comenzaba la misiva.
Pero a esa línea le llegaría su gancho para los fanáticos del fútbol. “Los ingleses se enorgullecen, o solían hacerlo, de su deportividad. No es que la asistencia a un partido de fútbol de la liga no alcanzara para disipar la idea de que la deportividad la poseían gran cantidad de habitantes de esta isla, pero me preocupa ver a la prensa hundirse tanto en la alcantarilla como Goebbels en su mejor momento”.
El autor apuntaba a que la desorganización de la prensa en la guerra se parecía a la que se ve en una cancha. Aun así, y a pesar de ser admirador del rugby, Tolkien convirtió el fútbol en un deporte que practicaban los enanos de la Tierra Media.
El fútbol en los libros de Tolkien
Los enanos de Tolkien eran famosos por forjar las armaduras más ligeras y las armas más fuertes. Además, como se revela en un capítulo de “El hobbit”, practicaban fútbol.
En el libro, que narra las aventuras de Bilbo Bolsón junto a Gandalf y los enanos, los protagonistas se encuentran entre dos gigantes arrojándose rocas. Pensando cómo refugiarse de la pelea para no salir heridos, el rey de los enanos Thorin Escudo de Roble hace una rápida mención del deporte.
—¡Esto no servirá de nada! —dijo Thorin—. Si no salimos despedidos, o nos ahogamos, o nos alcanza un rayo, nos atrapará alguno de esos gigantes y de una patada nos mandará al cielo como una pelota de fútbol.
Thorin Escudo de Roble – “El Hobbit”. Cap. 4: Sobre la colina y bajo la colina
Pero las menciones continúan cuando Bilbo rescata a los enanos de las redes de las arañas gigantes haciéndose invisible con el Anillo Único. Tolkien vuelve a usar el nombre del fútbol, aunque para facilitar la narración de la historia.
La araña se acercó al más gordo de los bultos. ‘Apuesto a que es el pobre viejo Bombur’, pensó Bilbo, y la araña pellizcó la nariz que asomaba. Dentro sonó un débil gañido, y un pie salió y golpeó fuertemente a la araña. Se oyó un ruido, como si hubieran pateado una pelota de fútbol desinflada, y la araña enfurecida cayó del árbol, aferrándose a su propia cuerda en el último instante.
“El Hobbit”. Cap. 8: Moscas y arañas
A pesar de ser un fanático del rugby por haberlo practicado en su juventud, Tolkien sabía de la popularidad del fútbol en Inglaterra. Puede que por eso lo incluyera en sus libros. No cabe duda que sabía que el fútbol era un deporte para los fuertes, ¿y qué mejor raza para eso que los enanos, los guerreros más fieros de la Tierra Media?