La historia de Ramón Unzaga fue corta pero apasionante. Realizó diferentes especialidades (fue contador y bombero) y también practicó varios deportes, desde atletismo y natación hasta fútbol. Sin embargo, a pesar de su breve tiempo en la tierra, será siempre recordado por ser el inventor de “la chilena”, la técnica más famosa del deporte rey.
la patada más famosa del fútbol
El inventor de la “chilena”: nunca vivió del fútbol y murió joven
El creador de uno de los movimientos más icónicos del fútbol, "la chilena", hizo de todo en su vida y rechazó ser una estrella internacional.
¿Hay algo que no haya hecho?
Ramón Unzaga provenía de una familia vasca que había emigrado a Talcahuano, Chile en 1906 cuando él contaba con 14 años. Estudió contabilidad y comenzó a trabajar a los 20 años en la empresa minera Schwager poco después de recibir la nacionalidad chilena.
Unzaga era un aficionado a los deportes y practicaba gran diversidad de ellos. Atletismo, lanzamiento de jabalina, salto con garrocha, natación y waterpolo eran apenas algunos de ellos. Pero en el que más destacó fue en fútbol, el cual comenzó a practicar cuando formó parte del equipo de la minera donde trabajaba.
Fue defensor del Minas de Lota, del Estrella de Mar de Talcahuano y hasta capitán de la selección chilena, en la que le mostró al mundo la técnica que lo haría famoso.
El mundo conoce la “chilena”
Un 14 de enero de 1914, en el Estadio El Morro, en su rol de defensor de la selección de Talcahuano, Unzaga rechazó la pelota saltando horizontalmente y pateándola de espaldas. Los espectadores habían quedado enloquecidos por esta jugada, incluyendo los periodistas, que la bautizaron “la chorera” (en honor al apodo del equipo de “Escuela Chorera”).
En principio, el árbitro lo amonestó por este movimiento, considerándolo “juego peligroso”. Incluso en una ocasión, la decisión del juez le cayó tan mal que Unzaga -de carácter fuerte- le dio un cachetazo antes de dejar la cancha. Él mismo le contó ese momento al diario El Sur.
En dos ocasiones el árbitro me cobró falta por un salto de lujo que daba a fin de rechazar la pelota alegando que fouleaba al jugador contrario del Río. Este mismo jugador se aprovechó de mi jugada y el árbitro me cobró para colmo, a mí la falta. Me vi obligado a observarle al árbitro su error, alegándole que reconocidos jueces no me la habían penado. Siguió después un cambio de palabras que trajo por resultado la orden del Sr. Beitía (el árbitro) para que abandonara la cancha. Me negué a salir de la cancha para arreglar cuentas. Lo hice y del lado de afuera tuve con el señor Beitía un cambio de bofetadas.
Ramón Unzaga – Diario “El Sur”
La técnica la siguió repitiendo en otros partidos y siguió adquiriendo otros nombres de parte de la prensa. Los periodistas uruguayos la llamaron “trizaga” porque según ellos la jugada valía por tres jugadores. Finalmente, en un encuentro con Uruguay en los Campeonatos Sudamericanos, repitió su técnica y los argentinos la bautizaron como “chilena” por el país del que venía el jugador.
Unzaga no vivió del fútbol y se mantuvo fiel a su club a pesar de recibir tentadoras ofertas de otros equipos. Después de hacer deportes, representar a La Roja, y hasta salvar vidas como bombero voluntario, moriría a los 31 años de un ataque al corazón. Pero su legado sigue viviendo cada vez que alguien replica su “chilena”.