OPINIÓN

PELIGRO ELECTORAL

La grieta que los parió... (Frankl, Macri, Peña y el río contaminado)

Muy peligroso el presente argentino. La idea de la grieta ubica a la sociedad al borde de un abismo. No hay gobernabilidad posible ni presente ni futura en este escenario porque gobernar consiste en construir consensos.

No parece ser casualidad que las últimas encuestas, muestren a Cristina Fernández de Kirchner por encima de Mauricio Macri. Estos números motivan a los decepcionados con el gobierno y, además militantes anti K, para que vuelvan a pensar en Macri por miedo al regreso de CFK.

La realidad, es que la grieta ha producido y produce crisis sociales, conflictos en las relaciones interpersonales; amistades, parejas y familias distanciadas.

En efecto, con la grieta, la mayoría de la energía se disipa en emociones negativas estériles que nada hacen al crecimiento y a la productividad del país. Imaginemos 4 años más de agresiones, 4 años más de "si no estás conmigo, sos mi enemigo", 4 años más de desgaste, hastío, gestionando para 46 millones de argentinos intoxicados con emociones negativas, con el agravante de una economía recesiva e inflacionaria y una situación social grave.

Victor Frankl, neurólogo y psiquiatra austríaco, describía al fanático con dos rasgos esenciales:

**  la absorción de la individualidad en la ideología colectiva, y

** el desprecio de la individualidad ajena.

Los núcleos duros del macrismo y el kirchnerismo, liberan dopamina en exceso para agredirse mutuamente y hacer la vida imposible al otro, sin medir las consecuencias hacia el resto de la sociedad.

El concepto de "entropía", en la física, implica que se libera una cierta cantidad de energía en las reacciones de combustión y se pierde debido a la disipación o a la fricción. De este modo, la energía se pierde y no se transforma en trabajo útil. Fogonear la grieta, aumenta la entropía para gestionar el país con eficacia y hay quienes entendemos que experimentamos una crisis que sólo con la unión de los argentinos es posible superar.

Unir fuerzas para superar estos momentos críticos y no estar divididos. Gane Cristina o Macri, estas energías seguirán perdiéndose de manera entrópica. Se originan en ese marco de fanatismo plasmado en las redes sociales con virulencia, noticias falsas, memes y frases insultantes que crecerán a medida que se acerquen las elecciones.

En la entrevista con Viviana Canosa, Mauricio Macri admitió que la elección contra el kirchnerismo "va a ser pareja" porque "tiene la misma intención de voto y muchos votantes de Cambiemos pasaron a indecisos", ignorando toda otra oposición y fomentando la polarización con Cristina Kirchner.

En la reunión con los empresarios de alimenticias y supermercados por los "precios esenciales", Macri aseguró que le gana a Cristina 52% a 48% en el ballotage, polarizando y obviando a otros  candidatos.

En el marco de la charla dirigida a empresarios, periodistas, intelectuales, políticos y miembros de la iglesia, Marcos Peña planteó la necesidad de darle continuidad al gobierno de Mauricio Macri ante la posibilidad y "el peligro" de que Cristina Kirchner regrese al poder en diciembre.

En esa misma reunión, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, afirmó que "la disyuntiva va a ser entre quienes quieran cruzar el río y quienes quieran volver atrás. Y hoy es más doloroso volver atrás que seguir adelante".  

Ese río está contaminado por ese pensamiento binario con aguas estancadas, sin destino eficaz. Nada sano puede surgir de posiciones enfrentadas, viciadas por el fanatismo. 

La realidad es que existen otros ríos por los cuales la gente podría estar dispuesta a transitar, donde el agua fluye siguiendo su curso normal.  El río al que se refiere Peña y Finocchiaro, es el de la agresión y la pérdida de energía para gestionar un país en crisis, donde las ideas se disipan y se materializan cruzamientos intensos fundamentados en el odio y las culpas, carentes de ideas y contenidos para el bienestar de la sociedad.

Este "juego peligroso" ya está produciendo consecuencias en la economía, generando incertidumbre y alto riesgo para los agentes económicos nacionales e internacionales.

A medida que se acerquen las elecciones  y, mientras el kirchnerismo siga compitiendo, en paridad con Cambiemos, o lo supere, la economía profundizará los desequilibrios y la volatilidad, afectando a millones de argentinos.

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