Ronnie Floyd renunció como jefe del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur (SBC) en medio de una agitación en la denominación protestante más grande de Estados Unidos, acerca de cómo resultarían futuras investigaciones de denuncias de abuso sexual.
DEBATE LEGAL
Convención Bautista en crisis por debate sobre abuso sexual
Ronnie Floyd, líder de la iglesia protestante más grande de USA, renunció como jefe del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur.
La Convención Bautista del Sur (en inglés, Southern Baptist Convention o SBC), se convirtió en una denominación en 1845 en Augusta, Georgia, por una división con los Bautistas del Norte acerca de la esclavitud que persistía en los estados del sur de Estados Unidos.
La Convención Bautista de Sur es la mayor entidad bautista en el mundo y la mayor denominación protestante en Estados Unidos, con más de 14,5 millones de miembros y más de 47.500 iglesias.
Las iglesias de la Convención Bautista del Sur son evangélicas en la doctrina y la práctica. Históricamente, los Bautistas del Sur han desempeñado un papel clave en el fomento de la libertad religiosa y la separación de Iglesia y Estado.
En 2021, la Convención atravesó fuertes debates sobre temas de raza, política, género y LGBTQ+, además del cuestionamiento de algunos a su líder de políticas públicas, el reverendo Russell Moore, por su abierta crítica a Donald Trump durante la campaña electoral del 2016 y durante toda su presidencia.
El caso
Floyd, ahora ex presidente de la SBC y ex pastor principal de Cross Church, de 9.000 miembros, en el noroeste de Arkansas, renunció en una carta enviada a los miembros del comité ejecutivo el jueves por la noche. Él dijo que continuará en funciones sólo hasta fin de mes.
Él fundamentó su salida en la reciente decisión del comité de renunciar al privilegio abogado-cliente como parte de una investigación sobre el manejo de los líderes de la SBC de las denuncias de abuso sexual dentro de las 47.500 iglesias de la denominación.
El 05/10, después de semanas de deliberaciones, el comité votó 44 a 31 para permitir que Guidepost Solutions, la consultora que investiga el manejo en el comité de las denuncias de abuso sexual dentro de las iglesias de la SBC, revise las comunicaciones privilegiadas entre los miembros del comité, el personal y los abogados.
Esa decisión eliminaría la confidencialidad de los mensajes entre el personal y los miembros del Comité Ejecutivo y permitiría que una firma externa revise sus correos electrónicos y mensajería instantánea.
La investigación fue motivada por un informe de 2019 del diario Houston Chronicle, que puso en duda la atención a las víctimas de parte de los líderes religiosos.
Floyd estuvo entre quienes se opusieron a renunciar a los privilegios abogado-cliente, advirtiendo que hacerlo podría exponer a la SBC a juicios y a la ruina financiera.
Esto quiere decir, según sus críticos, que Floyd es un formalista, un dirigente institucional, dispuesto a ignorar a las víctimas ante el riesgo de que éstas pidieran un resarcimiento por el daño, pero ¿y dónde está el Dios de Justicia? Porque, al fin de cuentas, Floyd es un dirigente religioso. Casos similares han sucedido en muchas otras religiones estadounidenses.
Una explicación
No es un debate sobre moral ni ética sino sobre impactos financieros de eventuales demandas por supuesta negligencia o complicidad.
En otra carta de renuncia que el 11/10 enviaron a Floyd los abogados James Guenther y James Jordan, del bufete de abogados Guenther, Jordan & Price, estos enfatizaron que mantener la autonomía de cada iglesia local ayuda a proteger legalmente a la SBC ya que permita que por daños y perjuicios responda cada iglesia local, no la asociación o confederación, y que los miembros del comité que votaron a favor de renunciar al privilegio no comprenden completamente el "efecto" que provocarán (toda vez que, probablemente, las iglesias locales pidieron opinión a la SBC y ahora ésta quedará expuesta e involucrada en cualquier demanda).
"El privilegio abogado-cliente ha sido descrito por algunos como un dispositivo maligno mediante el cual se permite de alguna manera que se oculte la mala conducta para que los malhechores puedan escapar de la justicia y derrotar los derechos legales de los demás", escribieron Guenther y Jordan. "Eso no podría estar más lejos de la verdad".
Disputas
Floyd fue elegido jefe del Comité Ejecutivo en 2019, para reunir a la denominación protestante más grande de USA hacia su misión de evangelismo.
Pero sus planes tambalearon por las disputas internas entre los líderes bautistas del sur, en especial las controversias sobre racismo y abuso sexual. En su renuncia, Floyd dijo que su reputación estaba siendo dañada por servir como presidente del comité.
Lo recordó en su carta de renuncia:
Durante la reunión anual de verano (boreal) en Nashville, Tennessee, los delegados de la iglesia local, conocidos como 'mensajeros', instruyeron al comité para que renunciara al privilegio abogado-cliente si se les pedía que lo hicieran. Pero Floyd y varios miembros rechazaron esa posibilidad, advirtiendo que expondrían a la SBC a daños financieros por demandas futuras al ingresar a "aguas inciertas, desconocidas, sin precedentes e inexploradas".
Es inevitable concluir que Floyd exhibió un desdén por el abuso sexual aún cuando dijera que, como pastor, padre y abuelo, se preocupa "profundamente por la protección de todas las personas".
En ese contexto señaló en su renuncia:
El comité estuvo estancado sobre el tema durante varias semanas, durante las cuales una serie de líderes bautistas del sur, incluidos los jefes de los seminarios de la denominación, pidieron que el comité siguiera la voluntad de los 'mensajeros'.
Una de las primeras tareas del comité luego de la partida de Floyd será nombrar un presidente interino. De acuerdo con los estatutos del Comité Ejecutivo, ese interino debe elegirse entre uno de los vicepresidentes actuales del personal.
Las consecuencias de la decisión han sido rápidas. En respuesta, al menos otros 10 miembros del Comité Eejecutivo renunciaron antes de la votación o poco después, informó The Tennessean. Y los abogados ya citados, que se desempeñaron como asesores legales de la SBC durante mucho tiempo.
Floyd advirtió que en los próximos días, más "laicos que se desempeñan como fideicomisarios" tendrán que presentar su renuncia "porque su profesión no les permitirá seguir prestando servicio debido a estos riesgos que ahora existen".