POLÍTICA

DE BRIEVA Y CÍA.

Los kirchneristas ortodoxos y la alarma para Alberto F. (y Massa)

Las voces del kirchnerismo más ortodoxo, que defiende sin medias tintas el proyecto político que gobernó el país desde 2003 hasta la victoria de Mauricio Macri, prometen complicar a Alberto Fernández, candidato a presidente del espacio (y ahora también a Sergio Massa). Mayor o menor, su posible impacto ya es una alarma para estos personajes que intentan la "moderación", pero que en definitiva, están lejos de tener el control total de sus campañas.

El actor cómico Dady Brieva, una de las voces del kirchnerismo más ortodoxo, que defiende sin tapujos todo el proyecto político que gobernó la Argentina entre 2003 y 2015, no es el único que complica a Alberto Fernández, candidato a presidente del espacio para las elecciones de octubre, que busca un discurso moderado, que genere certidumbre.

Estos personajes K que suelen hablar por los medios prometen no hacérsela fácil al presidenciable, como tampoco al candidato y nuevo aliado, el tigrense Sergio Massa.

Brieva, en una misma declaración, en el marco de una entrevista televisiva con 'C5N', se las ingenió para decir dos barbaridades de corrido. Una triste analogía relacionada con las épocas más oscuras de Argentina y una apreciación terminológica curiosa que generó una catarata de críticas.

Mientras cuestionaba el desempeño económico del gobierno de Mauricio Macri, Brieva advirtió que los medios de comunicación "no pueden llevarse de arriba" la actitud, supuestamente cómplice en la elección de Cambiemos, y propuso la creación de una CONADEP, que haga justicia a partir del año próximo. 

Para el cómico, varios periodistas fueron cómplices de que Macri sea electo, por lo que propuso que se desarrolle una comisión para establecer algún tipo de castigo -formal o moral, no aclaró-, durante el próximo gobierno.

Eso no fue todo: ante el silencio de los periodistas, insistió criticando la actitud de los medios con Cristina Fernández y dijo que es "mentira" que José López haya "revoleado" bolsos llenos de dólares dentro de un convento. Para el actor, el exfuncionario de obras públicas simplemente "los dejó" y los periodistas inventaron el mito del "revoleo". "La prensa es muy responsable de esto que ha pasado", indicó con relación a la mala imagen de la expresidente en varios sectores de la opinión pública.

¿Cuánto afectarán sus palabras a la candidatura de Alberto Fernández? Puede que mucho o poco, el dilema es que no es el único que sale a hablar. 

Más allá de la CONADEP para juzgar el trabajo de los periodistas, por demás está decir, protegido por la Constitución Nacional, además de ser una aporte clave para consolidar el estado de derecho en la Argentina, Mempo Giardinelli, un intelectual argentino, propuso redactar "una nueva Constitución nacional que surja de un referéndum donde el pueblo se manifieste y elabore un nuevo pacto social". Y remató:  "El punto central es la eliminación del Poder Judicial para que haya en su lugar un sistema de justicia o un servicio de Justicia".

Alberto F. es profesor de derecho penal en la Universidad de Buenos Aires, ¿cuán de acuerdo puede estar con la perspectiva ideológica de Giardinelli?

Fernández sabe que la propuesta de Giardinelli le hace daño electoral... 

Eugenio Raúl Zaffaroni, exjuez de la Corte Suprema, se cuida de proponer la disolución institucional del Poder Judicial, pero busca algo similar con otro maquillaje: 

"Llegado un gobierno de otro signo habrá que hacer unos parches en cuanto a la estructura del Poder Judicial en la medida que lo permita nuestra Constitución", señaló Zaffaroni. Y añadió: "Constitucionalmente hay formas. Creo que se podría hacer una ley de revisión extraordinaria ante una cámara y de ahí a la Corte. Habrá que pensar si vale la pena mantener la estructura de la Corte, si hay que cambiarla un poco. Son cosas institucionalmente que son posibles de hacer".

Bajarles el tono, o al menos, evitar más polémicas nacidas de las voces de estos kirchneristas no será tarea fácil. Como tampoco lo será medir su impacto, que seguro lo tendrá, y Alberto y Sergio lo saben. Pero no son ellos los que tienen el control total de la campaña.

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