La diputada libertaria Juliana Santillán protagonizó un blooper en vivo al confundir el valor de la canasta básica familiar e intentar desacreditar a médicas residentes del Garrahan que reclaman por mejores sueldos. Mientras el Gobierno sigue sin abrir el diálogo, Santillán insistió con un número falso y hasta fue respaldada por el propio presidente Javier Milei.
PIDAN PERDÓN A DARÍN
"$360 mil para una familia": Juliana Santillán googleó mal pero Milei la aplaudió
La diputada Juliana Santillán dijo que una familia vive con $360k y explotaron las redes. Javier Milei la bancó mientras residentes del Garrahan siguen de paro.
Una burrada de otro nivel: la familia que vive con $360 mil
La escena fue en TN, en plena transmisión, cuando tres médicas del Hospital Garrahan explicaban con claridad lo que viven a diario: jornadas completas, guardias de 24 horas, sueldos que no llegan a los $800 mil y la imposibilidad de alquilar sin endeudarse. En ese momento, Santillán interrumpió para mostrar "un dato objetivo" desde su celular: "La canasta básica para una familia de 4 es de 360 mil pesos".
La legisladora se basó en un gráfico real del INDEC, pero leyó mal. El número que citó no correspondía a una familia sino a una sola persona adulta. Lo más insólito: compartió el gráfico en sus redes minutos después, y se le notaba en el mismo que la canasta familiar superaba el millón de pesos. Ni así dio marcha atrás. "Canasta básica total del mes de mayo 2025 $359.244 para una persona. FALSO el dato que tiró médica residente", agregó.
El valor correcto, según el informe de mayo de 2025 del INDEC, es de $1.110.063 para una familia tipo, nada que ver con lo que dijo la diputada marplatense. Tampoco hubo propuestas formales ni apertura de diálogo de parte del Ministerio de Salud con los residentes del Garrahan, que vienen reclamando hace más de dos semanas. Lo único que salió del Gobierno fue un bono único de $300 mil, que los trabajadores rechazaron por considerarlo "una limosna".
En redes sociales, el tema explotó. "¿Vos vivís con 360 lucas, Juliana?", "Un jubilado se muere de hambre con 350 lucas, pero Santillán dice que una familia vive con lo mismo", "Impresentable Juliana Santillán", fueron algunos de los comentarios.
Su par en la Cámara de Diputados, Lilia Lemoine, salió a bancarla acusando al canal de "armarle una emboscada", e incluso se cruzó con otro médico por Twitter, diciéndole básicamente que si no le alcanza se dedique a otra cosa: "Si sos médico y no te sirve el sueldo, si no logras una compensación satisfactoria, tenés la libertad de hacer otra cosa. Pasa que, como los médicos son muy respetados y se suele pensar (mal) que hay que cuidarlos más que a un albañil, un peluquero o una cocinera, no estás acostumbrado a que te hablen honestamente a la cara".
Y como era de esperar, Javier Milei reposteó una de las publicaciones, y de paso aprovechó para tirar otro palo contra el periodismo con su ya clásico "No odiamos lo suficiente a los periodistas".
Empanadas vs. matemática básica
Hace apenas dos semanas, Ricardo Darín se convirtió en blanco del mileísmo por una frase en la mesa de Mirtha Legrand que desató el "Empanada-Gate": "Una docena de empanadas está $48.000. Hay gente que la está pasando mal". Listo. El ministro de Economía, Luis Caputo, salió a cruzarlo con todo: "Se quiso hacer el nacional y popular y dijo una estupidez". Lo llamó "Ricardito", lo acusó de exagerar, y lo descalificó con tono burlón.
La diferencia es que Darín, mal que mal, estaba dando una impresión subjetiva, una metáfora exagerada o no, pero basada en el día a día. No intentó arrinconar a médicas que ganan mal ni tergiversó datos para justificar el ajuste. Santillán, en cambio, agarró un número oficial y lo usó de forma completamente errónea para dar por tierra un reclamo genuino.
Y mientras a Darín lo prendieron fuego por decir que las empanadas están caras, a ella le festejaron la burrada con RTs desde Balcarce 50. Incluso la casa de empanadas Mi Gusto se subió a la polémica con humor, publicando una promo con un Porsche de fondo, en referencia al comentario de Caputo.
Lo que pasó es el reflejo de un Gobierno que, en lugar de explicar políticas públicas, prefiere bancar tropiezos propios y atacar a los que critican. En este caso, las médicas residentes del principal hospital pediátrico del país fueron tratadas de mentirosas por una diputada que no supo leer un gráfico.
Así están las cosas. A Darín lo acusan por opinar, a Santillán la premian por desinformar. Y mientras tanto, la realidad económica sigue doliendo más que una docena de empanadas deluxe.
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