Panorama

MANUSCRITOS DE QUMRAM

Hallan nuevos fragmentos de rollos bíblicos ocultos en la Cueva del Horror por 2.000 años

Junto con los pedacitos de manuscritos, el equipo excavó el esqueleto de un niño momificado, cubierto con una manta, de 6.000 años de antigüedad. Asimismo hallaron una canasta tejida de 10.500 años de antigüedad, perfectamente conservada.

En un descubrimiento muy raro, este martes 16/3 Israel anunció haber hallado nuevos fragmentos de rollos bíblicos en cuevas ubicadas en el desierto de Judea (Cisjordania). El rollo está escrito en griego, con la palabra Dios en hebreo, e incluye versículos del Libro de los Profetas Menores, entre ellos de Zacarías y Nahum.

Los fragmentos tienen un tamaño que va de milimétrico al equivalente a una uña del dedo gordo. En ellos se detecta la mano de 2 escribas distintos, pertenecientes al período de la revuelta de Bar Kojba (fecha de inicio: 132 d. C.), una rebelión de los judíos de la provincia romana de Judea liderada por Simón bar Kojba.

En ese entonces, los rebeldes huyeron junto a sus familias y se escondieron de los romanos en cuevas. Los romanos los descubrieron y sitiaron en la Cueva del Horror hasta que murieron de hambre, según investigaciones. En las excavaciones de 1960, 40 esqueletos humanos fueron allí encontrados.

El descubrimiento fue hecho por la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI). Es el primer descubrimiento de este tipo desde los Rollos del Mar Muerto -colección de 972 manuscritos, escritos en hebreo y arameo, encontrados en las cuevas situadas en Qumrán (Cisjordania), a orillas del Mar Muerto en las décadas de 1940 y 1950, que datan del siglo III a.C. hasta el siglo I d.C., que constituyen el testimonio más antiguo del texto bíblico hallado hasta la fecha.

Los primeros 7 manuscritos de Qumram fueron descubiertos accidentalmente por pastores beduinos a finales de 1946, en una cueva en las cercanías de las ruinas de Qumrán, en la orilla noroccidental del Mar Muerto. Posteriormente, hasta el año 1956, se encontraron manuscritos en un total de 11 cuevas de la misma región.

Los fragmentos revelados este martes han sido identificados como parte de un rollo mayor que fue hallado en los '50, en la misma Cueva del Horror, en Nahal Hever, que se encuentra ubicada unos 80 metros por debajo de la cima de un acantilado. Únicamente se puede acceder haciendo rappel.

A partir de estos fragmentos nuevos, los expertos lograron reconstruir 11 líneas del texto de Zacarías, incluidos los versos: "Estas son las cosas que tienen que hacer: Hablen la verdad el uno al otro; en sus cortes impartan verdadera justicia y juicio apacible en sus puertas; que nadie diseñe el mal en su corazón contra su prójimo; y no amen el perjurio; porque todas estas cosas Yo odio, dice el Señor."

"Encontramos una diferencia textual que no tiene paralelo con ningún otro manuscrito, ni en hebreo ni en griego", observó Oren Ableman, investigador de Rollos del Mar Muerto de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Se refirió a ligeras variaciones en la traducción griega del original hebreo en comparación con la Septuaginta, una traducción de la Biblia hebrea al griego hecha en Egipto en los siglos III y II a. C.

Junto con los pedacitos de rollos bíblicos, el equipo excavó el esqueleto de un niño momificado, cubierto con una manta, de 6.000 años de antigüedad. Asimismo hallaron una canasta tejida de 10.500 años de antigüedad, perfectamente conservada.

Desde 2017, explica el diario The Times of Israel, la AAI ha liderado una operación de rescate de artefactos antiguos en las cuevas del desierto de Judea, tratando de ganarle de mano al saqueo que se inició con el hallazgo de los rollos del Mar Muerto, cuando el asunto de encontrar objetos antiguos se volvió muy lucrativo.

Las cuevas donde se preservaron los rollos tienen condiciones climáticas interiores que permitieron "su conservación excepcional", y "han sido blanco de saqueadores de antigüedades" en las últimas décadas, por lo que la AAI realizó una "operación nacional" para evitar que objetos de suma "importancia histórica" caigan en sus manos.

Otros de los descubrimientos incluyeron una serie de de monedas de hace unos 1.900 años, "con símbolos judíos como un arpa y una palmera datilera", y restos de "flechas y puntas de lanza, tela tejida, sandalias e incluso peines para piojos."

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