MICROBIOTA Y CEREBRO
Bacterias del intestino serían las culpables de la depresión
Científicos encontraron un déficit de dos bacterias en personas con depresión en una gran investigación. Los hallazgos habilitarán nuevos tipos de tratamientos.
No obstante, un reciente estudio en el que participaron miles de personas en Finlandia ha identificado un posible culpable microbiano en algunos casos de depresión.
El hallazgo, que surgió de un estudio sobre cómo la genética y la dieta afectan la microbiota, es una prueba sólida de que esta asociación podría tener una gran importancia en el tratamiento de afecciones de salud mental.
Los investigadores están encontrando cada vez más vínculos entre las condiciones cerebrales y los microbios del intestino. Las personas con autismo y trastornos del estado de ánimo, por ejemplo, tienen deficiencias de ciertas bacterias clave.
No está claro si esos déficits microbianos realmente ayudan a causar los trastornos, pero los hallazgos han generado una carrera para aprovechar los microbios intestinales y las sustancias que producen como posibles tratamientos para una variedad de trastornos de salud mental.
De hecho, una investigación reciente publicada en Frontiers in Psychiatry demostró que los trasplantes fecales mejoraron los síntomas en dos pacientes con depresión.
Dos bacterias culpables
Los científicos analizaron datos de un gran estudio de salud y estilo de vida de Finlandia, que ha sido parte de un esfuerzo de 40 años para rastrear las causas subyacentes de las enfermedades crónicas en los finlandeses.
El estudio de 2002 evaluó la composición genética de 6000 participantes, identificó los microbios de su intestino y recopiló datos sobre sus dietas, estilos de vida, uso de medicamentos y salud. Los investigadores rastrearon a los participantes hasta 2018.
El autor Guillaume Méric y sus colegas analizaron los datos en busca de pistas sobre cómo la dieta y la genética de una persona afectan la microbiota.
Dos secciones del genoma humano parecen tener una fuerte influencia sobre qué microbios están presentes en el intestino, informaron los investigadores la semana pasada en Nature Genetics. Uno contiene el gen para digerir la lactosa, el azúcar de la leche, y el otro ayuda a especificar el tipo de sangre.
El equipo de Méric también exploró qué variantes genéticas podrían afectar la abundancia de ciertos microbios y cuáles de esas variantes estaban vinculadas a 46 enfermedades comunes. Cuando se trataba de depresión, dos bacterias que causan infecciones en pacientes hospitalizados, Morganella y Kiebdiella, parecían desempeñar un papel causal.
De hecho, Morganella aumentó significativamente en una encuesta microbiana de las 181 personas en el estudio que luego desarrollaron depresión.
Bacterias, intestino y depresión
Morganella ya ha sido implicada en la depresión. En 2008, los investigadores que investigaron un posible vínculo entre la depresión y la inflamación encontraron que las personas deprimidas tenían respuestas inmunitarias más fuertes a los químicos producidos por Morganella y otras bacterias.
Por lo tanto, el estudio más reciente parece ser una prueba más de que la inflamación causada por los microbios intestinales puede influir en el estado de ánimo.
Pero el campo de estudio aún está en pañales, ya que hay muchas formas de depresión y muchas formas posibles en que los microbios podrían afectar esta enfermedad.
El objetivo será ahora identificar qué microbio faltante podría administrarse como suplemento, pero no está claro si este enfoque aliviará los síntomas.
*Fuente: “Gut microbe linked to depression in large health study”, de Elizabeth Pennisi para Science.