CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). No hay ninguna duda es de que la lectura del Informe de Estabilidad Financiera Mundial del Fondo Monetario Internacional resulta sobrecogedora y preocupante.
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Capitalizar la banca, el nuevo dolor de cabeza europeo
Según ha recogido el Fondo Monetario Internacional en su Informe de Estabilidad Financiera Mundial, el impacto directo que ha ocasionado en los bancos de la Unión Europea (UE) la desconfianza generada desde el comienzo de la crisis de la deuda soberana en países de la eurozona será de aproximadamente la friolera de € 300.000 millones. Sín crédito, no hay recuperación posible.
22 de septiembre de 2011 - 08:48
Calcula en 200.000 millones de euros el impacto directo que ha tenido en los bancos de la Unión Europea las tensiones en torno a la deuda soberana desde el 2010. Y la institución aclara que tal estimación no tiene en cuenta la necesidad actual de capital de los bancos y, aunque no lo dice, las necesidades futuras si llegara a producirse la suspensión de pagos de Grecia.
Advierte, además, de la existencia de una red de instituciones financieras que están muy interconectadas y que se han prestado dinero unas a otras, lo que hace que su riesgo sea mucho mayor a la vista de la exposición que tienen a los mismos países.
Según ha recogido el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Informe de Estabilidad Financiera Mundial, el impacto directo que ha ocasionado en los bancos de la Unión Europea (UE) la desconfianza generada desde el comienzo de la crisis de la deuda soberana en países de la eurozona será de aproximadamente la friolera de € 300.000 millones.
Como dicen los españoles, "un pastón". La cifra supone € 100.000 millones más que la anterior estimación.
Advierte, además, de la existencia de una red de instituciones financieras que están muy interconectadas y que se han prestado dinero unas a otras, lo que hace que su riesgo sea mucho mayor a la vista de la exposición que tienen a los mismos países.
Según ha recogido el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Informe de Estabilidad Financiera Mundial, el impacto directo que ha ocasionado en los bancos de la Unión Europea (UE) la desconfianza generada desde el comienzo de la crisis de la deuda soberana en países de la eurozona será de aproximadamente la friolera de € 300.000 millones.
Como dicen los españoles, "un pastón". La cifra supone € 100.000 millones más que la anterior estimación.
“La crisis de deuda de Europa ha elevado en € 300.000 millones la exposición de los bancos de la región a los riesgos de nuevas conmociones, por lo que las entidades necesitan recapitalizarse para lidiar con potenciales pérdidas”, dijo ayer (21/09) el FMI y se encendieron las alarmas.
Si bien el FMI ha aclarado que esta estimación no recoge las necesidades de capital de los bancos, sino que busca dar una idea del aumento del riesgo de crédito soberano experimentado por los bancos, el nerviosismo en los mercados no hizo sino agravarse.
Tras el mensaje implícito dado ayer (21/09) por el FMI apuntando la necesidad de acometer de forma inmediata una nueva ronda de inyecciones de capital a las entidades financieras, los bancos tuvieron otra sesión de pérdidas, situación que hoy (22/09) se repetía. El sector cedió ayer (21/09) un 1,6%. Banco Popolare siguió el peor comportamiento, con un recorte del 4,07%. En el mercado español BBVA destacó con un descenso del 3,42%.
Un detalle más de que la tensión sigue presente en los mercados es la evolución de las primas de riesgo. En España subió de 359 a 363 puntos básicos. En cuanto a los credit default swaps (CDS), que son seguros para protegerse ante un probable impago de deuda, marcaron máximo histórico, al igual que en Italia.
Las tensiones provocadas por la crisis de la deuda soberana han dejado a la banca europea en un estado de tal fragilidad que el sistema financiero global está cada vez más cerca sufrir un colapso similar al que provocó la caída de Leman Brothers hace 3 años. Con este argumento en la mano, el FMI urgió este miércoles (21/09) a los líderes comunitarios a buscar una salida creíble para Grecia y detener la cascada de especulaciones que se ciernen sobre otras economías vulnerables de la eurozona.
En su Informe de Estabilidad Financiera Global, el FMI buscó "aproximar el aumento en riesgo crediticio soberano experimentado por los bancos en los últimos 2 años", informa Reuters.
Según su Informe, el riesgo generado por el crédito soberano procedente de países con diferenciales de deuda altos alcanza los 200.000 millones de euros. A esa cifra se llega sumando a los activos de deuda griega —60.000 millones—, los 20.000 millones de Bélgica, Irlanda y Portugal, más los potenciales de España e Italia. Puesto que las tensiones de la deuda soberana se contagian de unos a otros, la pérdida de valor de los emisores se trasladaría al mercado interbancario, con un impacto negativo de otros 100.000 millones de euros.
Un estudio coordinado por el exvicegobernador del Banco de España, José Viñals, identifica a los bancos más vulnerables en los países más afectados por la crisis financiera: Grecia, Portugal, Irlanda, Bélgica, Italia y España. En total, esas 6 economías han generado nada menos que el 46% de la deuda pública de la eurozona.
El informe no midió las necesidades de capital de los bancos, que el FMI dijo deberían determinarse por pruebas de solvencia para identificar activos, ingresos y pérdidas en los balances si bien, previamente este mes, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, generó malestar entre los responsables europeos al solicitar una recapitalización obligatoria de los bancos de la región.
Varios medios han publicado que el FMI identificó una escasez de 200.000 millones de euros en la capitalización de la banca europea, pero responsables europeos insistieron en que la cifra estaba lejos de ser real y que la posición de capital de la mayoría de los bancos es sólida.
Los funcionarios europeos se ciñeron a las pruebas de solvencia que realizaron en julio y que sólo encontraron 8 bancos con deficiencia de capital y una escasez combinada de apenas € 2.500 millones, una cifra ampliamente criticada como muy baja y políticamente sesgada.
El informe del FMI publicado el miércoles (21/09) dejó en claro que la cifra de 200.000 millones no era una medición difícil de escasez de capital.
En cambio, midió cómo aumentó la exposición al riesgo ante la caída de los precios de la deuda soberana. También indicó que el aumento en € 100.000 millones en la exposición se relacionaba con un declive en los precios de los activos bancarios y un alza en los costes de financiación de los bancos.
El informe indicó que los bancos deberían elevar su capital de forma privada, aunque se podrían necesitar fondos públicos para bancos viables.
Lagarde incluso indicó que Europa podría tener que estudiar acudir a su fondo de rescate para deudas soberanas si fuera necesario para apuntalar a los bancos.
El caso más dramático es el de los bancos franceses: con una exposición a deuda tanto pública como privada de 70.000 millones de euros en una Grecia que en 2012 acumulará una caída, en tan solo 2 años, del 9% en su PIB. Si se reflejase en sus balances todo lo que no van a cobrar de los deudores privados griegos y la quita esperada en la deuda pública, la mayoría de los grandes bancos franceses estarían quebrados. De ahí las grandes caídas que están sufriendo sus cotizaciones en bolsa.
Ya se contempla también que pueda haber una quita de Portugal, o incluso de Irlanda. Y si, como señalan algunos, se necesitase también una quita de España o Italia, la banca europea sería insolvente y los gobiernos deberían inyectarles más de 200.000 millones de euros.
Esa situación coincide con la aplicación progresiva de las nuevas y duras reglas de capital de Basilea III. Estas reglas exigen que los bancos acumulen más fondos propios, presten menos y capten más depósitos. Aunque las reglas se aplican en 2019, los bancos ya han iniciado una carrera para demostrar que las van a cumplir para tranquilizar a los mercados. Para cumplirlas, el sistema financiero mundial necesita incrementar su capital en... un billón de euros, publica Expansión.
Para reducir sus balances los bancos europeos están cortando la financiación a las empresas y eso está machacando y haciendo quebrar a muchas compañías que estaban muy endeudadas.
Como consecuencia de los cierres, aumenta el paro y eso mete presión a los gobiernos para endeudarse más y poder subsidiar a los desempleados, lo cual estresa más a los bancos que tienen la deuda de los gobiernos, fomentando un dramático circulo vicioso.
Los bancos ganaron mucho dinero antes de la crisis apalancándose de manera brutal. Algunos bancos europeos han llegado a tener activos 80 veces superiores al valor de sus fondos propios. Al ver que ganaban mucho incrementaron su tamaño, ficharon empleados, abrieron muchas nuevas sucursales, engordaron y engordaron. Ahora que no prestan (y no obtienen margen en intereses por esa vía) y que remuneran los depósitos al 4%, sus márgenes son incapaces de soportar la pesada estructura que han construido.
Para colmo en España, dada la situación económica, las promotoras no les pueden devolver lo prestado, muchas familias les entregan las llaves de sus casas y en numerosas empresas deudoras solo pueden recuperar los restos de su liquidación. Para que esto no sea patente, los bancos refinancian y refinancian, pero cuando se acercan los vencimientos de su deuda (110.000 millones de euros en 2012 y 79.836 en 2013 para la banca española), se ven obligados a acudir al BCE pues en el mercado mayorista –escarmentados y temerosos- no les quieren prestar los demás bancos (los bancos españoles no han conseguido emitir deuda desde finales de mayo) y el interbancario está cerrado para ellos.
Lagarde, pidió hace varias semanas a los gobiernos de Europa que recapitalicen sus bancos, pero ellos, España incluida, hicieron oídos sordos justificándose con que habían hecho unos stress test (en los que no se incluía la deuda soberana de los bancos) y que no habían salido tan mal. Parece que han rectificado, aceptan que están infra capitalizados.
Si ya tiene Europa un problema de competitividad, éste se agrava con la sequia de crédito que está provocando la banca, y no olvidemos que el crédito es el aceite que permite que funcione el motor de la economía. Los banqueros buscan maneras de ganar tiempo ocultando sus carencias para perjuicio de las economías de los países. Si no se capitalizan los bancos, Europa entrará en una verdadera y dramática depresión económica que se podría haber evitado.
Los gobernantes de Japón cometieron el mismo error, quizás por ignorancia, y llevan ya 20 años de drama económico. Tras la experiencia de Japón, los europeos no podrán clamar ignorancia.
Efecto contagio
El informe del FMI destaca que acontecimientos como las nuevas turbulencias en los mercados procedentes de la periferia de la zona del euro, la rebaja de la calificación crediticia de USA por parte de Standard & Poor’s y las señales de una desaceleración económica han sacudido recientemente al sistema financiero mundial. En concreto, advierte de que en la zona euro las presiones soberanas amenazan con “reactivar un círculo vicioso entre el sistema bancario y la economía real”.
Asimismo, añade que la crisis de deuda soberana podría extenderse a los bancos emergentes y que la estrategia a seguir debería pasar por evitar el contagio.
Por primera vez, estimó que los balances de los bancos de mercados emergentes podrían verse reducidos en hasta 6 puntos porcentuales, si el ritmo de crecimiento global cae fuertemente debido a los problemas de Europa.
El FMI dijo que los bancos en Latinoamérica son los más vulnerables, mientras que los bancos en Asia y Europa oriental eran más sensibles a los aumentos en los costes de financiación.
"Los riesgos son elevados y se acaba el tiempo para combatir las vulnerabilidades que amenazan al sistema financiero global y la actual recuperación económica", indicó el informe.
El FMI pidió una estrategia "coherente" para encarar el riesgo de contagios económicos y financieros desde la crisis de deuda europea, que obligó a Grecia, Portugal e Irlanda a pedir préstamos de rescate a la Unión Europea y el FMI.
El lunes (19/09), inesperadamente, Standard & Poor's rebajó la calificación crediticia de Italia, un indicio de que la crisis se está extendiendo a economías más grandes de la zona euro.
El informe indicó que las diferencias políticas entre las autoridades europeas sobre la entrega de apoyo a los países afectados por la crisis en la periferia de la zona euro demoraron la respuesta de Europa a la crisis y afectaron fuertemente la confianza.
Además, el informe sostiene que aumentaron las dudas respecto a si los líderes políticos en USA podrían acordar formas de rebajar los déficits presupuestarios en el mediano plazo.
El FMI señaló que los mercados empezaron a cuestionar la capacidad, tanto de Europa como de USA, de mantener sus déficits presupuestarios bajo control, elevando los temores sobre el riesgo de un default.
También dijo que los bancos de algunas economías empezaron a perder acceso a los mercados de financiación privada, elevando la posibilidad de un congelamiento del préstamo bancario, a menos que se tomen las medidas adecuadas para resolver las tensiones presupuestarias y se fortalezcan los bancos.
Ese ciclo vicioso de falta de crédito es justamente el que se intenta romper.
Reacciones
Las reacciones al informe no se hicieron esperar. El presidente de la Caixa, Isidro Fainé, y el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, en declaraciones a Televisión Española, han matizado las estimaciones del Fondo Monetario Internacional de que el sector financiero europeo está al borde del colapso y necesita una urgente recapitalización, publica Capital Madrid.
Según el director del departamento de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMl y ex subgobernador del Banco de España, José Viñals, las necesidades de recapitalización de la banca europea serían muy importantes.
Fainé, en cambio, precisa que quiere conocer en profundidad los análisis del FMI, pero anticipa que "encontraremos una solución definitiva que dé estabilidad a la zona en la que vivimos". Cano critica la falta de precisión de las estimaciones del FMI y pide que en una situación como la actual se sea más preciso al hablar para conseguir recuperar la confianza.
Respecto de la cifra precisa de los 40.000 millones de euros que estima el FMI que debe destinar el sector en España para recapitalizar al sistema, se muestra cauto. Aboga por mantener las cifras más conservadoras estimadas por el Banco de España, pero se compromete a ser más preciso cuando regrese la semana próxima de la reunión anual conjunta del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Por su parte Ángel Cano matiza la dificultad de poder comentar una estimación general tan imprecisa como la efectuada por el FMI. No le parece adecuado dejar oscilaciones tan grandes como las que discurren entre 200.000 y 300.000 millones que necesitarían los bancos europeos para recapitalizarse.
El primer ejecutivo del BBVA agudiza su comentario negativo con el FMI al apuntar que sus declaraciones generan más desconfianza en un momento en que el se exige ser más preciso y concreto para recuperarla. Es lo que les falta a los mercados.
Es cierto que el FMI no se ha expresado con precisión. La propia directora gerente de la institución, Christine Lagarde, ha tenido que intervenir para matizar filtraciones al Financial Times que ya hablaba de necesidades de capital de 300.000 millones de euros. El FT no estaba muy desencaminado y a Lagarde no le importará mucho desdecirse.
Las tensiones provocadas por la crisis de la deuda soberana han dejado a la banca europea en un estado de tal fragilidad que el sistema financiero global está cada vez más cerca sufrir un colapso similar al que provocó la caída de Leman Brothers hace 3 años. Con este argumento en la mano, el FMI urgió este miércoles (21/09) a los líderes comunitarios a buscar una salida creíble para Grecia y detener la cascada de especulaciones que se ciernen sobre otras economías vulnerables de la eurozona.
En su Informe de Estabilidad Financiera Global, el FMI buscó "aproximar el aumento en riesgo crediticio soberano experimentado por los bancos en los últimos 2 años", informa Reuters.
Según su Informe, el riesgo generado por el crédito soberano procedente de países con diferenciales de deuda altos alcanza los 200.000 millones de euros. A esa cifra se llega sumando a los activos de deuda griega —60.000 millones—, los 20.000 millones de Bélgica, Irlanda y Portugal, más los potenciales de España e Italia. Puesto que las tensiones de la deuda soberana se contagian de unos a otros, la pérdida de valor de los emisores se trasladaría al mercado interbancario, con un impacto negativo de otros 100.000 millones de euros.
Un estudio coordinado por el exvicegobernador del Banco de España, José Viñals, identifica a los bancos más vulnerables en los países más afectados por la crisis financiera: Grecia, Portugal, Irlanda, Bélgica, Italia y España. En total, esas 6 economías han generado nada menos que el 46% de la deuda pública de la eurozona.
El informe no midió las necesidades de capital de los bancos, que el FMI dijo deberían determinarse por pruebas de solvencia para identificar activos, ingresos y pérdidas en los balances si bien, previamente este mes, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, generó malestar entre los responsables europeos al solicitar una recapitalización obligatoria de los bancos de la región.
Varios medios han publicado que el FMI identificó una escasez de 200.000 millones de euros en la capitalización de la banca europea, pero responsables europeos insistieron en que la cifra estaba lejos de ser real y que la posición de capital de la mayoría de los bancos es sólida.
Los funcionarios europeos se ciñeron a las pruebas de solvencia que realizaron en julio y que sólo encontraron 8 bancos con deficiencia de capital y una escasez combinada de apenas € 2.500 millones, una cifra ampliamente criticada como muy baja y políticamente sesgada.
El informe del FMI publicado el miércoles (21/09) dejó en claro que la cifra de 200.000 millones no era una medición difícil de escasez de capital.
En cambio, midió cómo aumentó la exposición al riesgo ante la caída de los precios de la deuda soberana. También indicó que el aumento en € 100.000 millones en la exposición se relacionaba con un declive en los precios de los activos bancarios y un alza en los costes de financiación de los bancos.
El informe indicó que los bancos deberían elevar su capital de forma privada, aunque se podrían necesitar fondos públicos para bancos viables.
Lagarde incluso indicó que Europa podría tener que estudiar acudir a su fondo de rescate para deudas soberanas si fuera necesario para apuntalar a los bancos.
El caso más dramático es el de los bancos franceses: con una exposición a deuda tanto pública como privada de 70.000 millones de euros en una Grecia que en 2012 acumulará una caída, en tan solo 2 años, del 9% en su PIB. Si se reflejase en sus balances todo lo que no van a cobrar de los deudores privados griegos y la quita esperada en la deuda pública, la mayoría de los grandes bancos franceses estarían quebrados. De ahí las grandes caídas que están sufriendo sus cotizaciones en bolsa.
Ya se contempla también que pueda haber una quita de Portugal, o incluso de Irlanda. Y si, como señalan algunos, se necesitase también una quita de España o Italia, la banca europea sería insolvente y los gobiernos deberían inyectarles más de 200.000 millones de euros.
Esa situación coincide con la aplicación progresiva de las nuevas y duras reglas de capital de Basilea III. Estas reglas exigen que los bancos acumulen más fondos propios, presten menos y capten más depósitos. Aunque las reglas se aplican en 2019, los bancos ya han iniciado una carrera para demostrar que las van a cumplir para tranquilizar a los mercados. Para cumplirlas, el sistema financiero mundial necesita incrementar su capital en... un billón de euros, publica Expansión.
Para reducir sus balances los bancos europeos están cortando la financiación a las empresas y eso está machacando y haciendo quebrar a muchas compañías que estaban muy endeudadas.
Como consecuencia de los cierres, aumenta el paro y eso mete presión a los gobiernos para endeudarse más y poder subsidiar a los desempleados, lo cual estresa más a los bancos que tienen la deuda de los gobiernos, fomentando un dramático circulo vicioso.
Los bancos ganaron mucho dinero antes de la crisis apalancándose de manera brutal. Algunos bancos europeos han llegado a tener activos 80 veces superiores al valor de sus fondos propios. Al ver que ganaban mucho incrementaron su tamaño, ficharon empleados, abrieron muchas nuevas sucursales, engordaron y engordaron. Ahora que no prestan (y no obtienen margen en intereses por esa vía) y que remuneran los depósitos al 4%, sus márgenes son incapaces de soportar la pesada estructura que han construido.
Para colmo en España, dada la situación económica, las promotoras no les pueden devolver lo prestado, muchas familias les entregan las llaves de sus casas y en numerosas empresas deudoras solo pueden recuperar los restos de su liquidación. Para que esto no sea patente, los bancos refinancian y refinancian, pero cuando se acercan los vencimientos de su deuda (110.000 millones de euros en 2012 y 79.836 en 2013 para la banca española), se ven obligados a acudir al BCE pues en el mercado mayorista –escarmentados y temerosos- no les quieren prestar los demás bancos (los bancos españoles no han conseguido emitir deuda desde finales de mayo) y el interbancario está cerrado para ellos.
Lagarde, pidió hace varias semanas a los gobiernos de Europa que recapitalicen sus bancos, pero ellos, España incluida, hicieron oídos sordos justificándose con que habían hecho unos stress test (en los que no se incluía la deuda soberana de los bancos) y que no habían salido tan mal. Parece que han rectificado, aceptan que están infra capitalizados.
Si ya tiene Europa un problema de competitividad, éste se agrava con la sequia de crédito que está provocando la banca, y no olvidemos que el crédito es el aceite que permite que funcione el motor de la economía. Los banqueros buscan maneras de ganar tiempo ocultando sus carencias para perjuicio de las economías de los países. Si no se capitalizan los bancos, Europa entrará en una verdadera y dramática depresión económica que se podría haber evitado.
Los gobernantes de Japón cometieron el mismo error, quizás por ignorancia, y llevan ya 20 años de drama económico. Tras la experiencia de Japón, los europeos no podrán clamar ignorancia.
Efecto contagio
El informe del FMI destaca que acontecimientos como las nuevas turbulencias en los mercados procedentes de la periferia de la zona del euro, la rebaja de la calificación crediticia de USA por parte de Standard & Poor’s y las señales de una desaceleración económica han sacudido recientemente al sistema financiero mundial. En concreto, advierte de que en la zona euro las presiones soberanas amenazan con “reactivar un círculo vicioso entre el sistema bancario y la economía real”.
Asimismo, añade que la crisis de deuda soberana podría extenderse a los bancos emergentes y que la estrategia a seguir debería pasar por evitar el contagio.
Por primera vez, estimó que los balances de los bancos de mercados emergentes podrían verse reducidos en hasta 6 puntos porcentuales, si el ritmo de crecimiento global cae fuertemente debido a los problemas de Europa.
El FMI dijo que los bancos en Latinoamérica son los más vulnerables, mientras que los bancos en Asia y Europa oriental eran más sensibles a los aumentos en los costes de financiación.
"Los riesgos son elevados y se acaba el tiempo para combatir las vulnerabilidades que amenazan al sistema financiero global y la actual recuperación económica", indicó el informe.
El FMI pidió una estrategia "coherente" para encarar el riesgo de contagios económicos y financieros desde la crisis de deuda europea, que obligó a Grecia, Portugal e Irlanda a pedir préstamos de rescate a la Unión Europea y el FMI.
El lunes (19/09), inesperadamente, Standard & Poor's rebajó la calificación crediticia de Italia, un indicio de que la crisis se está extendiendo a economías más grandes de la zona euro.
El informe indicó que las diferencias políticas entre las autoridades europeas sobre la entrega de apoyo a los países afectados por la crisis en la periferia de la zona euro demoraron la respuesta de Europa a la crisis y afectaron fuertemente la confianza.
Además, el informe sostiene que aumentaron las dudas respecto a si los líderes políticos en USA podrían acordar formas de rebajar los déficits presupuestarios en el mediano plazo.
El FMI señaló que los mercados empezaron a cuestionar la capacidad, tanto de Europa como de USA, de mantener sus déficits presupuestarios bajo control, elevando los temores sobre el riesgo de un default.
También dijo que los bancos de algunas economías empezaron a perder acceso a los mercados de financiación privada, elevando la posibilidad de un congelamiento del préstamo bancario, a menos que se tomen las medidas adecuadas para resolver las tensiones presupuestarias y se fortalezcan los bancos.
Ese ciclo vicioso de falta de crédito es justamente el que se intenta romper.
Reacciones
Las reacciones al informe no se hicieron esperar. El presidente de la Caixa, Isidro Fainé, y el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, en declaraciones a Televisión Española, han matizado las estimaciones del Fondo Monetario Internacional de que el sector financiero europeo está al borde del colapso y necesita una urgente recapitalización, publica Capital Madrid.
Según el director del departamento de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMl y ex subgobernador del Banco de España, José Viñals, las necesidades de recapitalización de la banca europea serían muy importantes.
Fainé, en cambio, precisa que quiere conocer en profundidad los análisis del FMI, pero anticipa que "encontraremos una solución definitiva que dé estabilidad a la zona en la que vivimos". Cano critica la falta de precisión de las estimaciones del FMI y pide que en una situación como la actual se sea más preciso al hablar para conseguir recuperar la confianza.
Respecto de la cifra precisa de los 40.000 millones de euros que estima el FMI que debe destinar el sector en España para recapitalizar al sistema, se muestra cauto. Aboga por mantener las cifras más conservadoras estimadas por el Banco de España, pero se compromete a ser más preciso cuando regrese la semana próxima de la reunión anual conjunta del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Por su parte Ángel Cano matiza la dificultad de poder comentar una estimación general tan imprecisa como la efectuada por el FMI. No le parece adecuado dejar oscilaciones tan grandes como las que discurren entre 200.000 y 300.000 millones que necesitarían los bancos europeos para recapitalizarse.
El primer ejecutivo del BBVA agudiza su comentario negativo con el FMI al apuntar que sus declaraciones generan más desconfianza en un momento en que el se exige ser más preciso y concreto para recuperarla. Es lo que les falta a los mercados.
Es cierto que el FMI no se ha expresado con precisión. La propia directora gerente de la institución, Christine Lagarde, ha tenido que intervenir para matizar filtraciones al Financial Times que ya hablaba de necesidades de capital de 300.000 millones de euros. El FT no estaba muy desencaminado y a Lagarde no le importará mucho desdecirse.