Papa Francisco intenta liderar varios cambios en la Iglesia Católica Apostólica Romana, pero enfrenta importantes oposiciones. Confrontan, de manera evidente, el proyecto de poder corporativo, que representa Francisco quien advierte que para conseguirlo el catolicismo debe actualizar inclusive los postulados del Concilio Vaticano II, contra la teología basada en las tradiciones, concepto fundacional del culto católico, que reivindican corrientes conservadoras de diferente intensidad.
CARTA A JEANNINE GRAMICK
Guiño del papa Francisco al mundo LGBTQ+ pero sin consenso
El papa Francisco -no la Iglesia Católica Apostólica Romana, donde no hay consenso sobre el tema- le hizo un guiño al LGBTQ+ y por escrito.
El proyecto de poder de Francisco ambiciona devolver a la Iglesia Católica Apostólica Romana una influencia deteriorada por diferentes argumentos y reproches, sometida a la erosión que le provoca el escepticismo global y el crecimiento de diversos cultos: desde el Islam al cristianismo no católico y el hinduismo. También la exclusión de divorciados, feministas y la comunidad LGBTQ+.
En cambio sus críticos le endilgan una volatilidad eclesiástica que llevará a la disolución del catolicismo.
En este contexto hay que presentar ahora a la coprotagonista de este contenido, Jeannine Gramick.
Una biografía
La monja Jeannine Gramick nació en una familia católica romana polaca en Filadelfia USA, y su educación fue católica. En 1960 ella se unió a las Hermanas de la Escuela de Notre Dame, enseñando Matemáticas en la escuela secundaria de Baltimore, y luego fue profesora asociada en el College of Notre Dame de Maryland.
En 1969 ella obtuvo una licenciatura en Matemáticas, y en 1975 completó un doctorado en la Universidad de Pennsylvania. En el medio, hacia 1971, ella comenzó a trabajar en las comunidades gay y lesbiana, por entonces muy diferenciadas. En 1972 y 1973 cofundó capítulos locales de Dignity USA -fundada en 1969 en San Diego, California, por el sacerdote Pat Nidorf-, y la Conferencia de Lesbianas Católicas.
Luego, con el sacerdote Robert Nugent, ella creó New Ways Ministry, un centro de justicia social que trabaja por la reconciliación entre las personas lesbianas / gays y la Iglesia Católica.
Ella escribió muchos textos acerca de su punto de vista sobre la problemática homosexual entre los católicos pero en 1984 el Arzobispado de Washington DC le prohibió participar en cualquier actividad pastoral con respecto a las personas homosexuales en la arquidiócesis.
En octubre de 1986, la Congregación para la Doctrina de la Fe, ex Santa Inquisición, difundió la carta titulada 'Sobre la pastoral de las personas homosexuales', reafirmando que la homosexualidad es un "desorden objetivo" y que debería retirarse todo apoyo a cualquier organización que socavara las enseñanzas de la Iglesia o fueran ambiguas o descuidadas de ellas.
Las diócesis de Atlanta , Minneapolis, Buffalo, Brooklyn, Pensacola, Vancouver, Washington, DC y ciudad de Nueva York anularon el permiso para que Dignity USA ofreciera servicios dentro de propiedades de la Iglesia Católica.
Luego, la Congregación del Vaticano para los Institutos de Vida Consagrada y para las Sociedades de Vida Apostólica ordenó a Jeannine Gramick y a Robert Nugent apartarse del Ministerio New Ways.
En 1988, el Vaticano abrió una investigación contra ambos. Las actividades de Nugent fueron trasladadas en 1995 a la Congregación para la Doctrina de la Fe y en 1999, después de un diálogo por escrito con Gramick y Nugent, se notificó que los textos de ambos eran doctrinalmente inaceptables y se les prohibió en forma permanente cualquier trabajo pastoral con personas homosexuales.
En 2000, las Hermanas de la Escuela de Notre Dame, le ordenaron a Gramick que dejara de hablar en público sobre el tema de la homosexualidad.
Gramick rechazó la solicitud:
Luego, ella se marchó a la congregación Hermanas de Loretto, que sí apoya su ministerio de educación y defensa en nombre de la comunidad LGBTQ+.
En abril de 2015, el obispo Peter Jugis le prohibió a Gramick hablar en la Diócesis de Charlotte: "No vamos a tener a alguien que se opone a la enseñanza católica para que enseñe en una diócesis católica".
Una pregunta inevitable: ¿Qué realmente opina el catolicismo sobre esta cuestión, considerando sus opiniones tan diferentes?
Una carta
Sin embargo, al final de 2021, en otra señal de apoyo a los católicos LGBTQ+ y a quienes abogan por ellos, Francisco envió una carta manuscrita a Jeannine Gramick.
La misiva fue la más reciente de una serie de cartas del Papa escritas a los católicos homosexuales y otras personas que sirven y defienden a las personas LGBTQ+.
En la revista 'America', de los jesuitas estadounidense, recordó:
Pero Gramick se resiste a la idea de que esta carta represente algún tipo de “rehabilitación” de su vida o ministerio porque siempre se ha entendido a sí misma como haciendo el trabajo de la Iglesia. “Siempre sentí que el Espíritu Santo me estaba guiando”, explicó.
En este contexto llegamos a la carta de Francisco a Gramick, del 10/12/2021:
Hermana Jeannine Gramick, SL
Querida hermana,
Muchas gracias por tu carta. Me alegró recibir la noticia de su 50 aniversario.
Tu carta me recordó “el estilo” de Dios ... Dios tiene su propio estilo para comunicarse con nosotros. Y podríamos resumir ese estilo en tres palabras: cercanía, compasión, ternura.
Y pienso en tus 50 años de ministerio, que fueron 50 años con este “estilo de Dios”, 50 años de cercanía, de compasión y de ternura.
Gracias, hermana Jeannine, por toda su cercanía, compasión y ternura.
Rezo por ti. Por favor, no olvides orar por mí. Saludos a Yayo (Obdulio).
Que Jesús te bendiga y la Santísima Virgen te proteja.
Fraternalmente,
Francisco".