El reconocido encuestador y analista Carlos Fara escribió una crítica a la estrategia del Frente de Todos tras la derrota en las elecciones PASO, con el título " Era la moderación, estúpido", en la que describe por qué el oficialismo lee mal el nuevo contexto social.
MÁS ERRORES K
Carlos Fara: Las urnas piden moderación, no radicalización
"Era la moderación, estúpido", escribe el analista Carlos Fara, que avisa que el oficialismo vuelve a leer mal el contexto social, tras la derrota en las PASO.
Dice que el recambio de gabinete es una paz precaria hasta las elecciones. Y si se vuelve a perder en noviembre, seguramente va a haber otra vuelta de tuerca. "Es en parte un relanzamiento del Gobierno, pero quedan muchas cuestiones pendientes de fondo para definir" entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Así, para Carlos Fara, el efecto de los cambios en el gabinete tendrá un impacto marginal en las elecciones legislativas.
"Hay votantes oficialistas que se quedaron en la casa, quizás en el sector más joven de menores de 30. El Gobierno puede movilizar mejor con una cuestión de logística, puede tratar de entusiasmarlos mejorando el clima con expectativas más positivas, que es lo que se trata de hacer con los anuncios de medidas", afirma, pero también aclara: "Pero definitivamente en la general, si va a votar más gente, también hay que tener en cuenta que siempre se agrega al electorado gente moderada e independiente que es mucho más proclive a votar a Juntos que al Frente de Todos. Esto se viene verificando en las últimas tres elecciones nacionales".
En cuanto a los anuncios de mejora en salarios y jubilaciones, el reparto de electrodomésticos en barrios pobres, y este tipo de estrategias, Carlos Fara afirma que "siempre puede ayudar ese tipo de prácticas clientelistas, pero cuando vos arrancás en un marco de decepción importante, es muy difícil dar vuelta la elección. En todo caso puede llegar a amortiguar el resultado de septiembre".
En cuanto a las señales mixtas de "moderación" como las de Julián Domínguez tratando de reconciliarse con el campo, frente a la de otros funcionarios K, como Aníbal Fernández, de discurso muy confrontativo, -Carlos Fara dijo que "el recambio de gabinete, definitivamente lo que quiere transmitir es una radicalización del Gobierno, no una moderación. Entonces ahí está en un problema. Porque la demanda de moderación es lo que lo hizo ganar a Alberto en el 2019. Si alguien se modera, como le pasaba a Alberto de a ratos, el kirchnerismo empieza a presionar por un escenario de mayor confrontación. Y entonces termina perjudicando a Alberto y a todos los moderados dentro del Gobierno".
De ello resultaría que la opinión pública "ve un Presidente desdibujado, demasiado dependiente de Cristina, y entonces no le va a ser favorable desde el punto de vista electoral".
La clave es la "moderación"
En cuanto a la oposición, Carlos Fara se refirió a la apuesta de moderación a Rodríguez Larreta que "le viene saliendo bien, con el triunfo de Santilli y de María Eugenia Vidal, que si bien endurecieron el discurso un poquito como para que no se les escape el voto por derecha, fundamentalmente fueron una opción propositiva y moderada".
Javier Milei, instrumento de castigo
Carlos Fara se refirió también a los fenómenos como el de Javier Milei que "siempre aparecen en crisis graves como esta, donde la gente se fastidia con el status quo político y busca una herramienta para castigar. Me parece que eso es lo que pasó con Milei, que tuvo buen desempeño en zonas populares como Villa Lugano o Mataderos, con buena inserción en sectores jóvenes. Pero se trata más de un instrumento de castigo que una adhesión ideológica".
Finalmente, afirma que el peronismo podría llegar a recuperar la simpatía de esos votantes, pero hay un gran interrogante: "si se empezó a romper algo de la relación de sectores populares con el peronismo, por lo menos con esta fase del peronismo. Y cada tanto se pueden filtrar personajes como Milei u otros de signo ideológico distinto, pero siempre contestatarios del status quo político".