La gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, subrayó que el conflicto con grupos mapuches "es serio" porque "intentan socavar el orden constitucional" y reclamó que tome intervención la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para priorizar "sobre todo la investigación".
SIN PAZ EN RÍO NEGRO
Arabela Carreras pidió que intervenga una AFI que no existe
La gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, alertó que el problema es "muy grave" y que los grupos violentos "intentan socavar el orden constitucional"
"El gran debate creo que ha sido lograr que se comprenda la envergadura del problema para que podamos abordarlo antes de que sea un problema inabordable", sostuvo la titular del gobierno provincial
En declaraciones radiales, que toma la agencia de Noticias Argentinas, Carreras recordó que llevan "muchos años de hechos aislados, que venían ocurriendo fundamentalmente en objetivos federales, donde el accionar de los gobiernos de distinto signo político ha fluctuado entre un extremo de reprimir a otro extremo de dejar hacer o apoyar".
"Yo tengo que centrarme en el interés de los rionegrinos más que en debates o cruces de palabras vanos. Me tengo que centrar en las soluciones. Pedimos fuerzas federales y sobre todo la investigación: el Gobierno nacional es quien cuenta con los servicios de Inteligencia. Estamos pidiendo un accionar conjunto. No es un problema étnico, sino delictivo", remarcó.
En ese sentido, indicó que se trata de "delitos de orden federal que han sido reconocidos así por la Fiscalía federal, que tienen una larga data y exceden los límites de la jurisdicción de Río Negro".
El reclamo
Hace tiempo que la inteligencia de Estado no existe en la Argentina. De hecho, hay AFI porque explotó la ex SIDE (Secretaría de Inteligencia de Estado), que luego se llamó SI (Secretaría de Inteligencia), lo mismo pero peor.
Deberá recordarse que nunca funcionó la inteligencia gubernamental en la Argentina. En tiempos militares, el énfasis estaba en las jefaturas de inteligencia de cada fuerza armada (en especial Ejército y Armada) pero también cada fuerza de seguridad (en especial, Policía Federal Argentina); luego ya democracia representativa, a Raúl Alfonsín todo le quedó grande en esos temas, tal como la economía.
La inteligencia gubernamental terminó recurriendo a ex espías represores para investigar casos resonantes como 'Sivak', y a la vez intentó una coordinación civil de todo lo que andaba dando vuelta (la central de Avenida de los Incas), y así y todo Alfonsín no tuvo 'paraguas' ante las crisis 'carapintadas'.
Más tarde, con Carlos Menem, al riojano sólo le interesaba el 'día-a-día', no una generación de información profunda y menos la inteligencia exterior. Así fue como fracasó en los dos atentados terroristas que ocurrieron durante su extenso mandato. La por entonces inteligencia gubernamental sí anticipó correctamente el levantamiento 'carapintada' de 1990 pero luego devino exclusivamente en una distribución de 'dinero negro' según se dijo, compra de voluntades por la decisión de 'caja única' que se tomó dentro del gobierno.
Con Fernando De la Rúa, la inteligencia gubernamental terminó envuelta en el escándalo de la reforma laboral, y luego fracasó en impedir los sucesos de diciembre de 2000. En el interín chocó abiertamente con la oficina local de la CIA estadounidense.
Con Eduardo Duhalde, lo único que logró fue restablecer la relación con la CIA pero no pudo impedir que Duhalde tuviera que irse antes de lo previsto ni el crecimiento extraordinario de los grupos de ocupación de espacios públicos, hoy 'piqueteros'.
A Néstor Kirchner también sólo le interesaba al 'día-a-día' y se habló de ciertas obsesiones por la escucha telefónica de adversarios (fueron los días de gloria de Antonio Stiuso) y aún allegados, tal como luego se le acusaría a Mauricio Macri. Con Cristina Fernández ocurrió la caída de ese organismo cuando, por un lado, ella le concedió el poder a la jefatura militar de inteligencia, representada por el general César Milani; y más tarde con el 'caso Nisman', se terminó refundando todo en la AFI, que no existe. Prueba del desinterés gubernamental por la repartición es que la designación de su interventora Cristina Caamaño está frenado en el Senado desde hace más de 1 año.
La AFI no puede ni jugar a las escondidas, habría que decirle a la desesperada Arabela Carreras.
Alberto, Alberto...
A todo esto el Presidente, Alberto Fernández, se comunicó telefónicamente con la funcionaria para hablar sobre la escalada de violencia, según informó la oficina de prensa de la provincia patagónica.
En ese marco Carreras resumió que evaluó "la situación" junto a jefe de Estado quien "condenó los hechos de violencia".
Los voceros patagónicos dieron cuenta de una amable conversación. "Dialogaron sobre los distintos análisis de la realidad actual en la región y coincidieron en la necesidad y real posibilidad de trabajo en conjunto entre la Provincia y la Nación".
La gobernadora rionegrina "agradeció la presencia de Gendarmería Nacional en la región y el apoyo que se le está brindando a la Fiscal Federal (Sylvia Little) para la investigación", según la información que refiere la agencia Noticias Argentinas.
Otra de las voces que reflejan los medios provinciales es la de una vocera de la organización Lof Quemquemtreu, en Cuesta del Ternero. El relatora denunció que el gobierno "instala la idea de que el pueblo mapuche tiene en vilo a El Bolsón y a la Patagonia".
Sobre el conflicto sostuvo: "queremos el retorno legítimo a nuestro territorio" para luego agregar que están dispuestos "a dar la vida".
Un texto
Acerca de estos temas tan intensos pero reiterados, hay una visión diferente del conflicto y que también conviene conocer. Es de Martín Belvis, columnista del diario Río Negro, de General Roca:
"Chile va a liberar al activista mapuche Facundo Jones Huala. Será este año o el que viene mediante el beneficio de la libertad condicional y, llegado el caso, el 26 de junio de 2024, cuando se agote su condena de seis años de prisión por el incendio de una vivienda y la tenencia ilegal de armas de fuego. Y cuando salga de la cárcel va a volver a Bariloche, la ciudad donde nació, hace 35 años.
Nada le impedirá caminar por las calles, las rutas, los bosques y los cerros como una persona libre. Habrá cumplido su condena y hasta donde se sabe no tiene procesos abiertos ni en Chile ni en Argentina.
Los ataques incendiarios en El Bolsón y Bariloche de las últimas dos semanas torcieron por un momento el eje de los enfrentamientos entre el gobierno nacional y la oposición en torno de la inflación, el manejo de la pandemia, la deuda externa y las causas judiciales. Y en ese angosto callejón que deja la grieta se coló el gobierno rionegrino y su partido, Juntos Somos Río Negro, para sacar provecho y entusiasmarse con lo que hace dos meses era una completa ucronía: quedarse con las dos bancas de Río Negro en la Cámara de Diputados de la Nación que están en juego este año.
La habilidad del estratega (el senador Alberto Weretilneck) no debería empañarse por los sucesivos disparos a los pies que se dio esta semana el gobierno nacional, que contribuyeron de manera gravitante en la estrategia.
El presidente y su ministro de Seguridad no sólo tardaron en reaccionar al pedido de asistencia de la gobernadora Arabela Carreras, sino que antes salieron a cruzarla gratuitamente con argumentos tan débiles como alejados de la realidad. Y para colmo, en cuestión de horas, cambiaron de convicciones y enviaron casi 100 gendarmes de General Acha a Bariloche y El Bolsón.
El gobierno nacional reaccionó de la peor manera frente a la intensidad con la que se repiten los ataques incendiarios, la mayoría con reivindicaciones de los pueblos originarios.
No debería ponerse demasiado contento Aníbal Tortoriello, el candidato a diputado nacional de Juntos por el Cambio, que esta semana le hizo manejar en Cipolletti y sin licencia habilitante uno de los camiones de su flota comercial a la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, bajo cuya administración ocurrió, en Villa Mascardi, el crimen del joven mapuche Rafael Nahuel a manos de una bala de Prefectura. De este río revuelto, no está claro si la derecha va a salir favorecida. El partido provincial hizo apropiación de su discurso, a sus dirigentes no les molesta y eso les rinde.
Al Frente de Todos rionegrino el rumbo que tomaron los acontecimientos le resulta altamente peligroso. Hacia su interior hay referentes mapuches que no sólo se guardan eventuales críticas a los modos violentos de los jóvenes encapuchados de Villa Mascardi y a los incendios de edificios, sino que además los apoyan, en lo ideológico y en la praxis; y también hay dirigentes que esta semana se desgañitaron con llamados a la Casa Rosada para explicarle al que quisiera escuchar que los votos se les escapan inexorablemente.
Jones Huala tiene 35 años y una mezcla de lo anglo con lo mapuche en su apellido que resume algo de la historia de la Patagonia. Le corresponde de sobra la libertad condicional que este año la Justicia de Chile se la está negando por segunda vez (hay que llegar hasta la Corte Suprema), pero por cuestiones más políticas que jurídicas sigue detenido y todo indica que agotará el plazo de la condena en prisión.
¿Qué va a ocurrir cuando salga en libertad y decida regresar a Bariloche? A los que fantasean con responder esa violencia con más violencia habría que recordarles aquella frase de un jefe policial romano: “Italia puede permitirse perder a Aldo Moro, pero no puede permitirse implantar la tortura”. Fue en 1978; el líder demócrata cristiano estaba secuestrado por las Brigadas Rojas y terminó asesinado.
La Justicia Federal, que recibió la denuncia por terrorismo de la gobernadora, tiene la posibilidad, con la fiscalía reforzada, de demostrar que puede encontrar a los responsables de los ataques y juzgarlos. Será la mejor manera de frenar la escalada antes de que estalle."
Hay antecedentes
"Sepan Carreras, Weretilneck, Lewis, Pogliano, el ministro de Seguridad y el presidente que nuestros lamien están dispuestos a dar la vida por el territorio". La frase corresponde a la vocera Soraya Maicoño, durante una "jornada de solidaridad" con esa comunidad que se estableció en Cuesta del Ternero, en El Bolsón, a mediados de septiembre recuerda, Lorena Roncarolo, periodista del diario Río Negro.
"En El Bolsón está sucediendo algo interesante. Todos aquellos que nos opongamos a cualquier emprendimiento extractivista vamos a ser llamados terroristas. A eso apuntan el gobierno provincial, nacional y todos los gobiernos de Latinoamérica", acusó la mujer y aseguró que hoy, solo pueden esperar "la solidaridad de los vecinos, de los civiles, las organizaciones sociales y de quienes se sientan interpelados".
Casi con un estilo fundamentalista enfatizó:
"Se está instalando la idea del terrorismo" (refiere la denuncia presentada por el gobierno rionegrino, a través de la Fiscalía de Estado).
"Están instalando que nosotros, como pueblo mapuche, tenemos en vilo a El Bolsón y a la Patagonia. Eso no es cierto. Solo queremos el retorno legítimo a nuestro territorio", agregó.
Responsabilizó a los empresarios
"Porque los gobiernos los ponen los mismos empresarios que se están quedando con el territorio. Pero no tenemos miedo. Empecemos a trabajar sobre el racismo y la discriminación".
Luego aseguró que hay varios miembros de la comunidad que "están escondidos, resguardados en el monte porque el juez (Ricardo) Calcagno y la fiscal (Betiana) Cendon no permiten que salgan. Y en caso de que esto sucediera, el territorio quedaría en manos del winca".
La mujer también aludió al incendio del Club Andio Piltriquitrón del último miércoles por la madrugada. "En pleno centro, lleno de cámaras apareció casualmente incendiado el Club Andino que avala todos los negocios del intendente de El Bolsón, el proyecto Laderas, el avance de La Pampa de Ludden. Estamos a merced de todas esas personas de mucho dinero que, además, son aliados al poder judicial y político", remarcó