El “éxtasis” de los argentinos contribuye a la ola de los secuestros

Las rosadas pastillas de éxtasis no son una moda pasajera. "La droga del amor" ha ingresado en un segmento de la población argentina y promete quedarse. Ni Colombia ni Brasil poseen los índices alarmantes de consumo en América Latina que sí ostenta la Argentina. Pero detrás del flagelo que afecta a cada adicto en particular se esconde otro aún peor y de mayor alcance. La última tendencia en La Argentina es la de financiar el narcotráfico con secuestros y otros delitos ya que así se permite obtener grandes sumas de dinero para ampliar las redes comerciales, mejorar la distribución y pagar mejores coimas a la policía y diversas autoridades.

En los 80’s el boom fue la cocaína, en los 90’s, el crack (Diego Maradona fue uno de sus más fervientes admiradores), hoy, lo es el éxtasis. Este estupefaciente derivado de la anfetamina fue patentada en en Alemania en 1914 con el objetivo de utilizarla en tratamientos con obesos para suprimir el apetito. Sin embargo, no fue utilizada a nivel masivo y se la guardó en los laboratorios hasta que reapareció en Europa en la década del 80.

El éxtasis posee tetrahidrocannabinol (THC), una anfetamina que provoca una adicción superior a la de otras sustancias y que genera una alta actividad psicotóxica que actúa básicamente sobre el sistema nervioso central. Uno de sus efectos principales es el aumento del deseo sexual, por eso se la denomina también la "droga del amor".

# El éxtasis que alucina...a los periodistas

El pasado domingo ocurrió algo muy curioso que se relaciona con el tráfico del éxtasis, aunque el espanto proviene de otro aspecto que no es el consumo, sino la redacción.

Tanto La Nación como Clarín publicaron la noticia de que un joven muy humilde que venía de París fue detenido con 100.000 pastillas de éxtasis en Ezeiza, a metros del sector arribos. Se trata del mayor cargamento de éxtasis alguna vez incautado en la Argentina. El valor de aquella mercadería oscila entre los $ 1.7 millones y los 2.5 millones.

Al día siguiente, El Gran Diario Argentino amplió por un lado la noticia, es decir, su extensión, pero por el otro la redujo. Clarín publicó que se habían hallado 50.000 pastillas de éxtasis, es decir, la mitad de las que se habían anunciado el día anterior. ¿Se trató de un burdo error o aquellas pastillas desparecieron? Y si esto último sucedió, ¿dónde están?

# Todos los caminos conducen a la Argentina

Así como la mayor parte de la marihuana ingresa a la Argentina vía Paraguay, a través del Río Pilcomayo en Formosa, Ezeiza se ha convertido en el punto de salida de la droga en general hacia Europa o Estados Unidos. Aquí se triangula lo que se produce en Colombia, Bolivia o Perú y lo que llega desde el Norte.

La Argentina se ha convertido en el mayor consumidor de América Latina de éxtasis, superando a Colombia, Brasil y México.

El narcotráfico va de la mano de la inseguridad y las autoridades nacionales lo saben. Se suele, en último tiempo, recurrir al secuestro para financiar estas operaciones ya que a partir de esta modalidad los delincuentes obtienen grandes sumas que les permite diversificar y ampliar la red de transporte de droga, así como también pagar las coimas policiales.

Detrás de los secuestros se encuentra en realidad el negocio de la droga y si las autoridades no toman las medidas necesarias para combatir el narcotráfico, el mal de los secuestros no cesará jamás. Es por eso que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, insiste con la necesidad de sancionar una ley que desfederalice los delitos relacionados con el narcotráfico, así de este modo podría combatir mejor a los secuestros.