Todavía duelen las imágenes que circulan por estos días de aquella catástrofe en las cuales se puede apreciar la desesperación, el pánico y el terror generado por las llamas dentro de aquel establecimiento conocido como República Cromañón, por entonces vigente sobre la calle Bartolomé Mitre al 3060, en el barrio de Balvanera, ciudad de Buenos Aires.
PROHIBIDO OLVIDAR
A 15 años de la tragedia de Cromañon
Se cumple un nuevo aniversario del incendio que terminó con la vida de 194 personas y dejó más de 1400 heridos, hecho que marcó un antes y un después en la lucha contra la corrupción y la negligencia.
A una década y media del horror, los sobrevivientes, familiares y amigos de las victimas aun sienten, además de dolor, mucha bronca e impotencia porque todos los responsables de aquel episodio hoy están libres. Una tragedia totalmente evitable, pero la negligencia, la falta de condiciones de seguridad y las irregularidades en materia de legalidad hicieron que finalmente se desate lo que finalmente ocurrió y se terminara con la vida de 194 de los presentes.
Todo empezó cuando en medio del show de la banda de rock nacional Callejeros, un fanático prendió una bengala que emitió 3 disparos que impactaron con la tela que recubría el techo del lugar, lo que generó un rápido esparcimiento de las llamas y el caos de las 4000 personas presentes ( la capacidad permitida era de 1030), que se desesperaron por encontrar la salida pero se encontraron con serias dificultades a la hora de la evacuación. Mientras la puerta principal no tenía la estructura idónea para una salida ágil, la de emergencia estaba sellada con vallas y candados. Para acentuar la gravedad de la situación, rápidamente se cortó la luz.
Finalmente se comprobó que lo que terminó matando a la gran mayoría de las victimas fue la inhalación de de monóxido de carbono y ácido cianhídrico producto de la combustión de la espuma de poliuretano de los paneles acústicos quemados.
Muchos de los que luego terminarían falleciendo habían logrado escapar a tiempo, pero en la desesperación por no ver a sus seres queridos, ingresaron nuevamente para intentar sacarlos, sin embargo el humo toxico les resulto letal.
La tragedia desencadenó en una profunda investigación, que como se preveía, detectó numerosas irregularidades, que van desde el referido exceso de capacidad del lugar, hasta una serie de fallas en materia de seguridad y una gran negligencia por parte de las autoridades que debían asegurar que todo funcione correctamente. Y vaya que tuvo consecuencias.
Desde inicios de 2005 se empezó a llevar un control mucho mas estricto en materia de seguridad de los establecimientos y todos los que no cumplían con los parámetros requeridos fueron clausurados.
En 2006 el por entonces Jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra fue destituido por mal desempeño en la función pública luego de afrontar un juicio político en la Legislatura porteña. Lo reemplazo su vice Jorge Telerman.
A su vez fueron las víctimas de familiares quienes iniciaron demandas judiciales que determinaron la detención del gerente del lugar, Omar Chabán, su mano derecha Raúl Villarreal, todos los integrantes de Callejeros y algunos funcionarios del gobierno porteños por "delitos de estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo".
El primer juicio oral de los 4 que se llevaron adelante por la tragedia, condenó a empresarios e integrantes de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal por coimas a empresas por certificados de tratamientos contra incendios.
Mas tarde, en el segundo proceso judicial que culmino en 2009 se le dieron 20 años a Chabán, 18 a Diego Argañaraz (manager de la banda) y 1 año a Villarreal, mientras que los músicos fueron absueltos.
No obstante,en 2011 la Cámara Federal de Casación Penal revocó la decisión, al sostener que se trató de un estrago culposo, por lo que la banda tiene responsabilidad también en lo ocurrido.
Finalmente se fijaron nuevas sentencias y a Chabán le dieron diez años (falleció en pleno cumplimiento, en 2014), 6 para Villarreal, 7 a Patricio Fontabanet (vocalista de la banda) y para el resto entre 6 y 3 años de prisión.
Ahora que todos cumplieron sus condenas, el único responsable que hoy figura detenido es el baterista de la banda Eduardo Vásquez, pero por asesinar a su mujer, Wanda Taddei en 2010 y no justamente por Cromañon, la tragedia no natural más grande que el país sufrió en toda su historia.