Tras la eliminación de River en las semifinales de la Copa de la Liga ante Rosario Central, Martín Demichelis se expresó en conferencia de prensa. Una de las frases más destacables de sus casi 20 minutos de declaraciones fue sobre sus ganas de continuar en la dirección técnica del club.
SIN EL APOYO DE LOS HINCHAS
Martín Demichelis: “Me sigo sintiendo con la fuerza para lo que viene”
El primer año de Martín Demichelis como DT de River tuvo altibajos. Los riverplatenses perdieron la paciencia, pero el 'Micho' sigue.
“Hago mis análisis con la gente que los tengo que hacer, intento escuchar. Pero, bueno, me sigo sintiendo con la fuerza para lo que viene así que los cuestionamientos no te los puedo responder”.
Martín Demichelis
En Golazo24 analizamos su primer año como entrenador en Núñez. Además, ponemos en duda si las exigencias del hincha son justificables o no.
Una primera mitad del año aprobada
Martín Demichelis llegó al Millonario con tres frentes por disputar: dos del ámbito local y uno del internacional. Sus primeros meses en el club fueron buenos, a pesar de algunos errores en particular.
De esta manera, River salió campeón de la Liga Profesional 2023 siendo ampliamente superior a sus rivales. En la primera mitad del año, Martín Demichelis consiguió su primer título como entrenador del club, aún con dos fechas por disputarse.
El sábado 15 de julio, el Millonario ganó por 3 a 1 ante Estudiantes de La Plata en el Estadio Monumental y se consagró campeón del fútbol local. Pero no lo hizo de cualquier manera.
El conjunto de Núñez terminó líder de la tabla de posiciones con 61 puntos – gracias a sus 19 victorias, 4 empates y 4 derrotas –, a 11 unidades de su principal perseguidor, Talleres de Córdoba. Es decir, River no sólo salió campeón con un juego superior a sus rivales, sino también con una diferencia abismal en los números y estadísticas.
En congruencia con su rendimiento en el torneo nacional, el Millonario pasó de fase en la Copa Argentina, tras imponerse por 3 a 0 ante Racing de Córdoba. Por otra parte, a pesar de sus dos derrotas y un empate, clasificó a octavos de final de la Copa Libertadores 2023.
Además de su competitividad en los tres frentes que tuvo, Micho acertó en la inclusión de Claudio Echeverri en el plantel profesional. El Diablito formó parte de los entrenamientos y, finalmente, debutó el 22 de junio en la victoria ante Instituto de Córdoba.
De esta manera, la primera prueba de Martín Demichelis fue superada. Pero un cuestionamiento – que es clave en su ciclo – empezó a hacer eco en el ‘Mundo River’: el mal rendimiento del equipo fuera del Monumental. Era lo más importante – que había que solucionar – para encarar el segundo semestre del año.
La segunda parte que sepultó a Demichelis
Con el envión anímico de los primeros meses del 2023, River encaró tres competencias en lo que restó del año: Copa de la Liga, octavos de final de la Copa Libertadores y 16avos. de final de la Copa Argentina. La catástrofe se desató porque falló en todas ellas. El segundo semestre fue casi la antítesis del primero.
El primer traspié del Millonario fue ante Talleres de Córdoba por la Copa Argentina. El Estadio Malvinas Argentinas fue testigo de la superioridad de la T, que ganó por la mínima ante el flamante campeón de la Liga Profesional.
El resultado fue justo. River no tuvo aquella superioridad que había demostrado en el torneo local y jugar fuera de su casa sólo agravó la situación. Pero el conjunto de Núñez apostó a los dos frentes que le quedaban, con la excusa que aún tenía lo más importante en juego.
Así llegó el segundo mazazo – y el más fuerte – de Martín Demichelis. El Millonario cayó ante Internacional (Brasil) en los octavos de final de la Copa Libertadores y tuvo una temprana despedida en la competencia.
La realidad es que River fue superior en el Estadio Mâs Monumental, pero el resultado quedó corto, en parte por la gran actuación de Sergio Rochet. En el segundo partido, disputado en Brasil, el Millonario pasó de estar clasificado a cuartos de final a quedar fuera del torneo en tan solo 8 minutos de partido. Finalmente, un heroico Robert Rojas convirtió en la última jugada del encuentro para forzar los penales.
Acá volvió a aparecer el fantasma de los 11 pasos del club. Los equipos patearon 10 veces cada uno. Cuando le tocó convertir a Internacional, Franco Armani mostró sus falencias en estas definiciones. Tras los fallos de Pablo Solari y Carlos de Pena, Rojas erró el suyo, mientras que Rochet convirtió el propio para ser el héroe de la serie.
De esta manera, River volvió a Argentina sin nada, con la espina de no haber aprovechado las oportunidades de local. Es que el Millonario se ilusionó con poco en la Copa Libertadores 2023 y la rápida caída en la competencia fue justa, teniendo en cuenta su inestable rendimiento en la fase de grupos.
El clima en Núñez se nubló rápidamente: en menos de 3 semanas, la Banda quedó fuera de la Copa Argentina y la Copa Libertadores. La paciencia de los fanáticos riverplatenses empezó a agotarse y el director técnico comenzó a ser el foco de las críticas.
Como si esto fuera poco, la casi nula participación de los juveniles – sobretodo del Diablito Echeverri – terminó de caldear el asunto. Es que, en su llegada al club, Martín Demichelis había expresado su deseo que los jóvenes puedan pelear por un lugar en el plantel profesional. Pero el exceso de jugadores de renombre limitó sus intenciones iniciales.
Finalmente, el pasado 09/12, River perdió ante Rosario Central por las semifinales de la Copa de la Liga. El rendimiento general del Millonario en el torneo no fue igual de excepcional que en la Liga Profesional, pero igualmente clasificó a los play-offs de la competencia.
Luego de vencer sobre el final a Belgrano de Córdoba, se enfrentó ante los auriazules de Santa Fe. La definición desde el punto del penal volvió a ser letal para el conjunto de Núñez. A pesar de que Franco Armani contuvo el tiro de Jaminton Campaz, los cuatro lanzadores de River fallaron. Los disparos de Enzo Díaz, Agustín Palavecino y Gonzalo Martínez fueron contenidos por Jorge Broun, mientras que Manuel Lanzini mandó su pelota por encima del travesaño.
El Millonario volvió a fallar. Aunque todo el peso recaiga en Martín Demichelis, él no fue el único culpable. El presente de River tiene que ver con toda la comisión directiva, el propio entrenador – en conjunto con su cuerpo técnico – y los jugadores, que tampoco aportaron soluciones.
Los reclamos contra Demichelis
Claro, caerle solamente director técnico del club es la solución fácil, pero no es la correcta. En primer lugar, hay que tener en cuenta que Demichelis fue uno de los pocos – sino el único – que se atrevió a tomar las riendas del club, tras el increíble ciclo de Marcelo Gallardo. No es poca cosa, más aún teniendo en cuenta que es su primera experiencia en un plantel profesional.
Si el problema fuera tan básico como que él sea el DT, la culpabilidad principal la tiene la comisión directiva del club, que fue quien lo contrató. Pero, con este tema, nadie pone el ojo en los dirigentes.
De todas formas, querer la salida del Micho de River es – como mínimo – insensato. El Millonario fue el mejor equipo – y el más regular – del año en el ámbito local. Por otra parte, su caída en la Copa Libertadores por penales tiene una historia detrás. Es importante destacar que la definición desde los 11 metros es un problema que excede al actual entrenador. Es que fue un tema a resolver aún en el glorioso ciclo de Marcelo Gallardo.
Lo de la Copa Argentina es lo más cuestionable por parte del DT. River fue superado fuera de su casa desde la primera mitad del año. Demichelis no pudo – o no se interesó en – solucionar su mal rendimiento jugando en otro estadio y lo pagó caro en la primera oportunidad que se le presentó.
Más allá de los resultados, hay otro tema que resuena en los pasillos de Núñez: la incorporación de los juveniles al plantel profesional. Es que, con la irrupción de Echeverri, Agustín Ruberto e Ian Subiabre en la Copa del Mundo Sub-17 y la llegada de Sebastián Boselli al club, el reclamo tomó aún más fuerzas.
Pero recordemos que el Millonario tiene un ‘sobrestock’ de jugadores, que se intensificó con la llegada de algunos otros en invierno. Por ejemplo, River suele jugar con 2 centrales y el club contaba con 5 futbolistas en esa posición antes del mercado de traspasos de mitad de año. En aquel momento, el Millonario incorporó a dos más: por un lado, Sebastián Boselli, campeón del mundo Sub-20 con Uruguay; y, por el otro, Ramiro Funes Mori.
Por otra parte, la aparición del Diablito Echeverri se vio tapada por la llegada de dos jugadores de renombre en su posición: Manuel Lanzini y Pity Martínez. Como si esto fuera poco, el club ya contaba con mediocampistas como Nicolás de la Cruz, Rodrigo Aliendro, Agustín Palavecino e Ignacio Fernández.
Lo mismo pasa con el frente de ataque del Millonario. Como 9 de área están Miguel Borja y Salomón Rondón, pero Facundo Colidio – reciente incorporación – y Matías Suárez también pueden actuar como centrodelanteros. Es decir, el espacio para Agustín Ruberto también es escaso.
Finalmente, la situación de Ian Subiabre es similar. De hecho, Franco Alfonso, una de las debilidades del Micho, tuvo que irse a Huracán en busca de minutos.
Entonces, teniendo en cuenta que las incorporaciones las hace la Comisión Directiva y que los jugadores durante el partido los elije el director técnico, la culpa es – como mínimo – compartida.
Año 2024: ¿la última oportunidad?
Aún con el Trofeo de Campeones por disputarse, el próximo año será clave para el futuro de Martín Demichelis. El entrenador de River tendrá la posibilidad de armar un plantel a su gusto, haciendo los recortes que crea necesarios.
De esta manera, el Micho deberá empezar a trabajar desde ahora mirando la próxima temporada. El club tendrá que hacerse cargo de algunas salidas fuertes, aunque sean dolorosas, para poder darle minutos a los jugadores por sus rendimientos, y no por sus nombres.
Que un exfutbolista de la casa sea el encargado de llevar las riendas del equipo siempre es bueno. Eso el hincha riverplatense lo tiene que entender. El club tiene un ADN y todos los surgidos del River Camp lo heredan.
Entonces, es importante llamar a la paciencia – o, al menos, ver el panorama completo – en esta situación. De todas formas, Demichelis tendrá que entender que los tiempos en los grandes equipos son cortos y exigentes. Los resultados se necesitan ayer.
Con el apoyo de la Comisión Directiva y un trabajo en conjunto, el DT podrá aprovechar su segunda oportunidad y tomar las decisiones que crea necesarias. Pero entendiendo que no sirven tibiezas: los cambios tendrán que ser fuertes y sin caprichos de su parte.