Desde hace algunas horas Federico Sturzenegger tiene un cargo oficial. Javier Milei lo designó al frente de la Unidad Transitoria para la Desregulación de la Economía, un puesto creado ad hoc para el artífice del amplio plan de reformas que el gobierno libertario quiere poner en práctica. Sturzenegger, jefe del Banco Central en tiempos de Mauricio Macri, es el cerebro detrás del DNU 70/2023 de desregulación y del proyecto de la denominada ‘Ley ómnibus’ que comenzó su tratamiento en el Congreso. La designación de Sturzenegger -que aún no se publicó en el Boletín Oficial- viene a subsanar un déficit: el economista se paseó por distintos medios contando las bondades de aquellos cambios y hasta apareció en una cadena nacional junto al Presidente sin ser parte formal del gabinete. Esa situación de ‘monje negro’ quedó de manifiesto durante las sesiones del plenario de comisiones que trata de la ‘Ley ómnibus’ en la Cámara de Diputados. Allí la oposición requirió la presencia de Sturzenegger, además de la del ministro de Economía, Luis Caputo, y del jefe de Gabinete, el silencioso Nicolás Posse, para explicar los alcances de los 664 artículos que van desde la delegación de facultades, la reforma electoral y la suba de retenciones, hasta cientos de otras modificaciones que lejos estarían de suscitar tal urgencia como para tratarlas en sesiones extraordinarias.
PANORAMA
Del Congreso al FMI, la keyword es "negociación"
La 'Ley ómnibus' ya sufrió modificaciones, y tendría más cambios como parte de las cesiones del Gobierno. El FMI pidió consenso político para el plan económico.
¿Hasta dónde cedera Javier Milei para tener su 'Ley ómnibus'?
Montaje: Urgente24El proyecto de ‘Ley ómnibus’ sería aprobado, pero con modificaciones, muy a pesar de Milei, que se mostró inflexible respecto de negociar con “la casta”, pero no tiene otra opción si quiere los instrumentos para gobernar. El PRO, la UCR y el espacio multicolor que lidera Miguel Pichetto quieren que el Presidente tenga su ley de emergencia, como la tuvo Alberto Fernández. Pero no concederá todo. Antes del tratamiento en comisiones, el Gobierno ya había cedido cambios en la ley pesquera requeridos por gobernadores patagónicos. El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, que asistió al plenario como informante del plan de reforma del Estado, admitió, por otro lado, que se acortaría el plazo de la delegación de facultades de 2 a 1 año, con posibilidad de extenderlo por uno más. Hubo modificaciones también en temas relacionados a los biocombustibles, y Patricia Bullrich retiró el peligroso artículo que demandaba la solicitud de un permiso de su ministerio para reuniones de 3 o más personas en la vía pública. La oposición dialoguista tampoco permitirá una suba de retenciones a las exportaciones agroindustriales. Incluso desde la propias filas oficialistas aparecieron reparos a subir las alícuotas: el senador riojano Juan Carlos Pagotto acompañó el rechazo de la industria del vino a que se cargue con un 8% las exportaciones del sector.
La reforma electoral, que elimina la lista sábana e incorpora la circunscripción uninominal, tampoco pasaría el filtro del Congreso, lo que fue admitido por el ministro del Interior, Guillermo Francos, a su turno de defender el paquete de leyes en el plenario de comisiones. El Gobierno sacrificaría ese punto, que podría ser tratado en sesiones ordinarias, en pos de no ralentizar el tratamiento del resto del articulado. Por otro lado, la eliminación lisa y llana de la ley de movilidad jubilatoria también es rechazada por el grueso de la oposición que podría darle votos al oficialismo, pero que no quiere que los aumentos previsionales dependan de la mera voluntad del Ejecutivo. Exigen algún tipo de contención. El de los jubilados es un tema sensible para la hoja de ruta fiscal de Milei, ya que se trata del segmento más abarcativo del gasto público. El Presidente acaba de comprometerse con FMI a que el resultado de su plan de ajuste será el un superávit primario del 2,2% del PBI este año. La reformulación del programa de Facilidades Extendidas permitirá destrabar un desembolso de US$4.700 millones para cumplir con el repago de la deuda con el mismo organismo. No es dinero fresco, sino la reposición, en mayor parte, de fondos que habían quedado suspendidos por incumplimientos de metas por parte de Sergio Massa.
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El FMI saludó el programa de ajuste de Milei pero advirtió sobre el respaldo político que debería acumular. Insinuó que el Gobierno deberá buscar consensos en el Congreso. Para conseguir ese apoyo a Caputo no se le ocurrió mejor idea que la amenaza: si no se aprueba el paquete fiscal de la ‘Ley ómnibus’ , deberán aplicarse medidas de austeridad más duras, dijo.
Milei, mientras tanto, se adjudica haber evitado una hiperinflación. El 25,5% en que resultó la inflación de diciembre, luego de la liberación de precios y la devaluación, acompaña el relato presidencial por el simple hecho de que no fue mayor a 30%, como indicaban los pronósticos más conservadores. En febrero el índice se mostraría a la baja, pero hay incertidumbre respecto a qué pasará con el dólar. La brecha se amplió tras el piso del 20% alcanzado luego de la apreciación del tipo de cambio aumentando expectativas de una nueva corrección cambiaria. Aun sin eso, como lo anticipó el propio Presidente, vienen meses de “números horribles” en materia inflacionaria porque restan aún los aumentos de tarifas de los servicios públicos. Se celebró esta semana la audiencia para establecer el nuevo cuadro del gas natural. El ajuste constará del aumento que se le reconocerá a las empresas y de la quita de subsidios por tercios a lo largo de los meses de febrero, marzo y abril, al cabo de los cuales las facturas alcanzarían una suba promedio del 360%, solo por la quita de la subvención. A eso hay que agregarle la suba de la tarifa. Lo mismo correrá para la energía eléctrica.
José Luis Espert, aliado de Milei en el Congreso, estimó que la corrección de precios relativos podría conducir a una inflación del 100% sólo en el primer cuatrimestre del año. Será un desafío a la tolerancia social. Milei explicó que el “éxito” de su programa contra la hiper consistió en que la gente no tuviera los pesos necesarios para convalidar subas de precios. Es decir, provocar un derrumbe del consumo. En efecto, los números de diciembre de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) mostraron una caída del 13% en las ventas de comercios minoristas pymes en comparación con el mismo mes de 2022. Fueron 10 puntos más que en noviembre. No hubo excentricidades: el rubro de mayor merma fue alimentos y bebidas.
Para autoelogiarse, Milei construye un relato: con números que no está claro de dónde salen, asegura que para diciembre el ritmo de la variación de precios era del 45%, lo que convierte al 25,5% en un “tremendo éxito” de su plan económico, ejecutado por Caputo, a quien habría que llevar en andas por el logro. Pero en los días previos a la difusión de los datos del INdEC, ninguna consultora convalidaba la proyección presidencial. Ni siquiera la ultraliberal Fundación Libertad y Progreso, que estimó la inflación del último mes del 2023 en 29%.
La inflación, como factor corrosivo del poder adquisitivo, sigue estando al tope de las preocupaciones ciudadanas. Según la encuesta online de enero de Opinaia, el 73% de los consultados encuentra en la desbocada suba de precios el principal problema del país. El registro implica un pico desde septiembre. El trabajo de opinión pública también expone un desgaste acelerado de la imagen del gobierno: en diciembre la aprobación era del 55%, mientras que en enero, a un mes de su asunción, es de 20 puntos menos. Por otro lado, también desmejoran las expectativas económicas: caen del 50% al 45% quienes creen que mejorará, a la vez que suben del 29% al 35% los que estiman lo contrario. En cuanto a su imagen personal, la encuesta de Opinaia muestra a Milei en niveles muy altos, del 58%, pero con un cambio de tendencia: luego de una suba exponencial entre la victoria y su asunción, se registra una baja, de apenas 1 puntos, aunque el efecto de la gestión detuvo el crecimiento. En la entrevista radial en la que celebró sus “éxitos” del primer mes de gestión, Milei mencionó que hay encuestas que le ofrecen un mejor panorama sobre la marcha del gobierno. Como sus números de la inflación, tampoco queda en claro su procedencia.
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