SIN PRECISIONES

Maduro rechazó el plan de la UNASUR para paliar su crisis

El organismo recomienda que los subsidios a la población de bajos recursos se hagan de manera directa. También propone la unificación cambiaria. Los ex presidentes de Colombia, Ernesto Samper, y de República Dominicana, Lionel Fernández, se tomaron una foto con Maduro pero se fueron de Venezuela sin más precisiones.

El plan económico que desarrolló el equipo técnico nombrado por la Unión de Naciones Suramericanas, con el fin de ayudar al gobierno venezolano a superar la crisis, fue rechazado por el presidente Nicolás Maduro, señaló de manera extraoficial una fuente cercana a Miraflores.
 
El viernes pasado el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, tuvo una reunión con todo el gabinete económico y en declaraciones transmitidas por Venezolana de Televisión aseguró que era necesario “convocar a un foro de especialistas y técnicos en materia económica para dar un diagnóstico serio y así buscar la alternativa que conlleve mejoras”. El vicepresidente de la República, Aristóbulo Istúriz, estuvo presente, pero en sus intervenciones actuó como si no conociera el material que le habían entregado por lo menos 10 días antes. 
 
El secretario general informó que una vez concluida la reunión irían al Palacio de Miraflores a presentarle el programa al presidente. Sin embargo, luego de varias horas de espera, el equipo técnico, Samper y el ex presidente de República Dominicana Lionel Fernández no fueron atendidos por Maduro.
 
Samper y Fernández fueron recibidos al día siguiente para tomarse la foto con Maduro, pero en ningún momento, de acuerdo con la fuente, el mandatario se sentó a conversar con los ex presidentes sobre el contenido del plan económico. Luego de la foto los ex gobernantes abandonaron el país. 
 
El documento fue elaborado por un grupo de economistas entre los que se encuentra el venezolano Francisco Rodríguez, que se negó a dar detalles acerca del contenido. No obstante, Fernández adelantó, en declaraciones a la prensa, que el plan incluía, entre otras propuestas, una “sincerización cambiaria” o establecimiento de una tasa única flotante.  Explicó que si bien la medida significaría el aumento de precio de algunos productos también implicaría la disminución de otros.
 
En el plan se recomienda que los subsidios a la población de pocos recursos se haga de manera directa mediante una tarjeta de débito; una fórmula bien conocida en Venezuela por las veces que se ha propuesto, pero nunca llevada a cabo. De esta manera, según el documento, se acabaría con las alcabalas en la entrega de alimentos, las cuales obstaculizan que lleguen al consumidor.
 
El problema inflacionario también fue tratado en el plan, en el que se expone que el ingreso de los venezolanos es de los más bajos en el continente, señaló una fuente cercana al Misterio de Economía y Finanzas. Destacó  que en una de las primeras reuniones con el gabinete económico, los técnicos contratados ad honores por la Unasur solicitaron a Petróleos de Venezuela las cifras actualizadas, sin embargo nunca se las entregaron. Algo similar sucedió con el Banco Central de Venezuela, pues su presidente, Nelson Merentes, dijo que solo se entregaría lo que ya estaba publicado.  
 
Sobre la colaboración del gabinete económico, el ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, fue uno de los que mostró más resistencia a la iniciativa de la Unasur de ayudar al gobierno venezolano con su asesoría, indicó otra fuente próxima a las negociaciones. Agregó que el ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, era el que se manifestaba más incómodo y buscaba justificar la eficacia de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción, y que él mismo supervisaba la llegada de los alimentos a las regiones.