OPINIÓN

AVATARES DEL FRENTE DE TODOS

La rendición de Alberto y el falso triunfo de CFK

Del discurso tan aludido de Alberto Fernández sólo se extrae que el año electoral será un triunfo o una derrota para CFK si consigue o no número suficiente para cambiar el Poder Judicial. Esto convierte lo que algunos consideraban una fácil victoria en una cruzada muy riesgosa.

Por estas horas, los políticos y muchos periodistas debaten -aún cuando a la mayoría de los ciudadanos no les importa porque tienen temas más interesantes en su agenda cotidiana- acerca de la cristinización de Alberto Fernández, el final del albertismo y el poder de CFK.

Sin embargo, el debate es trivial -frivolidad que le concede fundamentos al desinterés popular- porque disciplinar a Alberto Fernández no le concede reconocimiento de victoria a CFK ya que, en verdad, fue el Presidente quien, en su hora de mayor debilidad y sin la valentía que requiera el desafío, buscó cobijo bajo las alas de la Vicepresidente. En el barrio le llamaban 'pollerudo' al que intentaba algo semejante.

Por lo tanto, no fue una derrota sino una rendición, situación que puede parecer similar pero no lo es.

Demistifiquemos: la supuesta 'hora de mayor poder de Cristina', tal como pregonan algunos teleopinadores, coincide con una seguidilla de derrotas en el escenario judicial, que es el único que a ella le importa y el que justifica su coyuntura que le provoca tanto desinterés tal como es salir de su descanso jubilatorio.

Sin duda, el percance más importante consiste en la ratificación que el nudo de su defensa en sede judicial, que es la Doctrina del Lawfare-o sea que ella es víctima de una persecución-, no impresiona a quienes ella esperaba que lo tomaran en cuenta, al menos como advertencia.

Por lo tanto, todo todo todo el año electoral en curso se convierte en la posibilidad o no de obtener suficiente cantidad de legisladores para modificar la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Es el único objetivo.

Lo acaba de explicar en detalle Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa y en presencia de integrantes de la Corte.

Además, la supuesta 'hora de mayor poder de Cristina' coincide con la limitada posibilidad de consagrar a su vástago, Máximo, líder absoluto del Partido Justicialista bonaerense, tal como fue prometido y planificado hasta el desgano por varios aliados de la familia Kirchner. Esta ocurriendo un desgaste imprevisto. 

Es cierto que, para obtener el mayor triunfo posible en los comicios 2021, el gobierno del Frente de Todos se propone enviar todo el dinero posible a su base electoral, pero hay 2 obstáculos en esa carrera:

** las consecuencias de las expectativas negativas -gran parte de la economía son consecuencias de las expectativas- por un No Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, acontecimiento al que ahora se le pretende conceder el marco de una causa judicial a Mauricio Macri -hecho tan estúpido como haber enjuiciado a CFK y Héctor Timerman por el Memorando con Irán por el llamado 'dólar futuro'-; y

** el 'efecto neutralización' que provoca una mayor inflación (deterioro del poder de compra del salario) por emisión de moneda sin respaldo, que invalida el beneficio de llevar más pesos a la calle.

Regresando al escenario del lunes 01/03, si bien los acólitos de los Kirchner murmuraban desde hacía semanas contra Alberto Fernández, y celebraron su rendición en una insufrible pieza oratoria de dos horas; su problema no se encuentra de su lado de la grieta sino del otro lado, saltando el vacío que han decidido agrandar.

El triunfo de 2019 fue conseguido intentando cerrar la brecha, y tan importante resultó como objetivo que Cristina Fernández de Kirchner aceptó olvidar enojos e incorporar al Frente de Todos no sólo a Alberto sino a Sergio Massa también. Con ambos en su oferta electoral corrigió algunos defectos de su oferta electoral 2017 y logró triunfar.

¿Cómo hará ella, desde una grieta ahora ampliada, para lograr un triunfo de tal magnitud que le permita obtener la mayoría suficiente para modificar la Corte Suprema?

En 2021, la sociedad acaba de recibir la confirmación que CFK prescinde del 'efecto Alberto' mientras que Massa insiste en reivindicar la 'identidad' del Frente Renovador, que equivale a establecer límites a su concurrencia, que él explicitó en 3 videos difundidos en la noche del lunes 01/03 como los grandes planes legislativos para las sesiones ordinarias: 

** modificación del mínimo no imponible a la 4ta. Categoría del Impuesto a las Ganancias,
** pesificación de las tarifas y 
** los beneficios para la inversión agroindustrial.

Dinamitar el Poder Judicial no está en la agenda del Frente Renovador.

Una apreciación más para este breve texto: la rendición de Alberto no es una noticia alentadora para el propio Frente de Todos. Si bien es cierto que le concede homogeneidad a su 'relato', es malo para una República presidencialista.

Luego, expondrá a CFK más allá de sus propias previsiones, y cuando se avecinan definiciones muy delicadas en el frente externo, que a ella le provocan malos recuerdos (2013 a 2015). 

En  definitiva, Alberto Fernández, quien comenzó su gestión devaluando a la Jefatura de Gabinete de Ministros, con la designación de Santiago Cafiero, ahora autodevalúa su propio rol de Presidente, luego del ataque de pánico que le provocó el percance que él mismo agigantó al expulsar a Ginés González García.

Si el Frente de Todos considera que fue un acontecimiento político celebrable, su propia crisis está más avanzada de lo que parece.

¿Quién asesora a CFK? ¿Jaime Durán Barba? ¿Será que Marcos Peña se hizo K?

Te puede interesar

    Dejá tu comentario