Sr. Presidente (Fiad).- Convocamos al doctor Abel Albino, médico y creador de la Fundación CONIN.
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
Albino completo: Silencio sobre la anticoncepción en CONIN y sexo por amor
El médico especialista en nutrición y creador de la fundación CONIN, Abel Albino, generó una fuerte polémica ayer (25/7) por su intervención en el Senado donde habló contra la despenalización del aborto. Su frase sobre el virus del SIDA que atraviesa la porcelana fue la definición más resonante ya que fue contra los programas de anticoncepción y prevención de enfermedades sexuales. La Dra. Mabel Bianco –especialista en Salud Pública- presente en la Sala se retiró al escuchar esos dichos pero no podía contestarle porque sólo los senadores pueden interrogar a los expositores. De los tres legisladores que tomaron la palabra para hacerle preguntas a Albino sólo la kirchnerista María de los Ángeles Sacnun le advirtió sobre su “irresponsabilidad” al cuestionar con datos dudosos la efectividad del preservativo para prevenir el SIDA. Pero el discurso completo de Albino dejó mucho más: no pudo responder sobre los métodos anticonceptivos que aplica en CONIN para evitar embarazos no deseados o enfermedades sexuales; planteó el sexo como una práctica sólo destinada a la reproducción; se opuso al aborto argumentando con las políticas poblacionales de Alberdi y Sarmiento; relacionó la desaparición de Esparta por matar a niños “con problemas” y vinculó la legalización del aborto en Europa con sus problemas de población.
Gracias, doctor.
Sr. Albino.- Buenos días y muchas gracias; muchas gracias por la invitación; muchas gracias por la darme la posibilidad de estar en este recinto sagrado de la República Argentina, la Cámara de Senadores: muchísimas gracias, muchísimas gracias, muchas gracias.
Soy médico de niños. El gran Gianantonio decía que un médico de niños era el abogado de los niños. Si no salgo en su defensa y en su protección no puedo ser llamado médico de niños: así de simple.
Cuando me recibí hice él juramento hipocrático. Soy médico tucumano y juré “jamás atentaré contra la vida, ni aun en forma germinal”. ¡Es increíble! ¡Me dan ganas de llorar! Yo, que soy un hombre de 71 años, tengo que venir a la Cámara de Senadores de la Nación a pedir por favor que no maten a los chicos. La verdad es que es sorprendente.
Yo, que me crié y que me formé, y que tengo casi 50 años de médico para atender a niños, ¡no puedo creer que tenga que venir a decir “por favor, no los maten; por favor, son seres humanos como nosotros; tienen un derecho personalísimo”!
Matar a un niño es abortar. ¡Es matar a un niño cuando todavía no está en posibilidades de vivir fuera del útero! Es la expulsión violenta. Esa la definición de los libros de obstetricia: expulsión violenta del niño cuando todavía no está en condiciones de viabilidad. ¿Qué tal?
¿Es el cuerpo de la madre, como el apéndice o como la vesícula? ¡No, señor! Está dentro del cuerpo de la madre, que es distinto. Así que les voy a hablar a las mujeres madres; les voy a hablar a las mujeres todas. La Madre Teresa de Calcuta, por ejemplo, no fue madre; ¡pero qué madre fue de tantos y de tantas!
Dice el Martín Fierro:
“Pa servir á un desgraciao
siempre la muger está;
cuando en su camino vá
no hay peligro que la asuste;
ni hay una á quien no le guste
una obra de caridá.
No se hallará una muger
a quien esto no le cuadre;
yo alabo al Eterno Padre,
no porque las hizo bellas,
sino porque á todas ellas
les dió corazón de madre.”
A ese corazón de madre apelo hoy: ¡por favor, no los maten!
Yo atiendo niños pobres: hago Pobreza y Desnutrición. Es un hobby caro que tengo hace ya más de 25 años; y ando por todo el país. Tengo 110 centros en este momento y estoy en convenio con muchas provincias. En Salta, por ejemplo, tengo 120 más, porque hay una voluntad política de que se expandan los centros CONIN, y hoy atiendo 40.000 niños pobres. Entro a ranchos donde veo a niños durmiendo en un pozo en la tierra tapados con perros en la provincia de Mendoza: ¡la cuarta ciudad de la República Argentina!
Y veo esto como un problema de Salud Pública cuando, en realidad mueren –¡qué sé yo!– tantas mujeres. Aquí tengo unos datos que saqué: de accidentes cardiovasculares, 48.000; de cáncer, 31.000; por desnutrición, 560; y por aborto, 31. Es el 0,05 por ciento de la problemática de la mortalidad femenina. ¡Todo el país está movilizado para imponer el aborto y no hay cloacas en el 50 por ciento del país! ¡Me parece realmente sorprendente! ¡No hay agua en el 30 por ciento del país! ¡Me parece sorprendente! Cuando digo que hay un 50 por ciento de déficit de cloacas, digo que hay 20 millones de argentinos que no tienen cloacas. ¡Eso es un problema de salud pública! ¡Eso es un problema que debemos abordar! ¡Esto debería ser política de Estado!
Nuestro país es enormemente grande, enormemente rico y peligrosamente vacío. ¿Y vamos a matar chicos cuando necesitamos chicos? ¡Una embarazada no es una idiota a la que le falló el plan! ¡Una mujer embarazada es un tesoro para el país y su hijo es joya! ¿En el derecho romano el proletario qué le aportaba a la polis romana? Prole. ¡Le daba hasta el nombre! Necesitamos gente. ¡Necesitamos gente, por favor!
Tenemos diez veces más territorio que Italia y la mitad de la población de Italia. Es el sexto país del mundo en riqueza y el primer país del mundo en riqueza en relación a sus habitantes. Sarmiento nos decía: Es un país vacío desde el Estrecho de Magallanes hasta más allá del Chaco. [Hace ciento cincuenta años.] Alberdi nos decía: Gobernar es poblar. [Metió 6 millones de inmigrantes.]
Necesitamos gente, que es lo que está pasando en Europa. Esas son las consecuencias del aborto en Europa: necesitan gente; y ahora se dan cuenta de que la pirámide poblacional se les invirtió y que ya no hay solución para eso. Entonces, condecoran con la orden de Juana de Arco a la mujer que tiene más de tres chicos porque están desesperados por natalidad.
Alberdi nos decía: Estados Unidos fue el único país del mundo que rechazó la Ley de Malthus. Apostó a la población y ganó. Y Alberti pone: Y se transformó en el asombro del universo. Eso decía él: no el asombro del mundo, ¡del universo!
Es una práctica criminal contraria a la moral y contraria a la dignidad de la Medicina. Yo soy médico hace casi cincuenta años.
La Academia Nacional de Medicina, el tribunal supremo de la Medicina Argentina –el tribunal supremo de la Medicina argentina–, ¿qué nos dice? Que es un ser humano; que es un sujeto de Derecho; que matar a un embrión es matar a un ser humano; y que la objeción de consciencia debe ser respetada –artículos 14 a 19 y concordante, Constitución nacional–. La Constitución Nacional es la ley suprema.
¿Esto es nada más que un problema de Salud Pública cuando hay problemas éticos, sociales, morales, jurídicos, psicológicos, psiquiátricos, religiosos y profesionales que deben ser respetados? El gran Lejeune, el genetista francés, decía: Si el embrión no es ser humano, ¡y, no lo será nunca! Déjenlo tranquilo y sale un ser humano”.
La Sociedad de Ginecología Sueca hoy exige que al embrión se lo llame niño, para que tengan consciencia de que están matando a un niño. ¡Eso es: que se lo llame niño! Matar a un niño...
El doctor Botella, expresidente de la Real Academia Española de Medicina, nos dice que es un niño desde el momento mismo de la concepción. ¿Por qué discutimos esto? ¡Y la vida de un niño no se discute! ¡Por favor, qué vamos a discutir! ¿Cómo matarlo? Si lo trozo, si lo absorbo, si lo quemo. ¡Es sorprendente! ¡Esto, en un país en el que me he criado escuchando que los privilegiados eran los niños! ¡Creía que era cierto eso también!
Dicen que hay enfermedades que hay que eliminar, ¡pero miren a Stephen Hawking! ¿Qué hicieron los espartanos? Mataban a todos los chicos con problemas. Los tiraban del Monte Taigeto. ¿Qué quedó de Esparta? Nada. Se sabe que existieron por los historiadores. No dejaron nada, no quedó nada, no existe nada de Esparta. ¿Será que al matar a sus chicos más débiles, haciendo una sedición al revés, fueron matando a sus artistas, a sus literatos, a sus genios, a sus científicos; o será que ya estaban tan embrutecidos que por eso cometieron la atrocidad de matar niños? ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! Se los dice un viejo médico de niños: ¡por favor!
¿Qué nos dice Julián Marías? Es gracioso, porque hablan de interrupción voluntaria del embarazo como si yo ahorco a un tipo y digo: “Es la interrupción voluntaria de la respiración”. Le digo: “No, no lo ahorqué, señor: le interrumpí voluntariamente la respiración, nada más. Él me lo pidió y yo fui obediente”. ¡Esos son los eufemismos!
¿Cómo les dicen a los bomberos en Italia? Carabinieri del fuoco hoy. Es lo mismo: es el bombero. ¿Y cómo le dicen al basurero? Ispecttore ecologico. Es más bonito, pero es lo mismo. Es muy frecuente, dicen; pero ¿qué tiene que ver? Es muy frecuente el egoísmo; ¿lo debo legalizar el egoísmo? Es poco frecuente el heroísmo; entonces, hay que sacarlo y que no haya más actos heroicos.
Es un derecho personalísimo la vida, anterior a la civilización. Es un derecho personalísimo anterior al Estado. Y si lo ponen como ley, pues será una ley inmoral. Lo malo es que lo van a tener que firmar ustedes eso. Nosotros venimos, opinamos y nos vamos, pero son ustedes los que van a poner el gancho. ¡Ustedes van a tener las manos manchadas –discúlpenme que les diga– de sangre de esas criaturas!
En La Rioja, en España, un cura sacó del campanario los huevos de una cigüeña, porque dice: “Voy a tocar la campana y le voy a romper los huevos a este bicho”. Entonces, sacó los huevos de ahí arriba y los puso en un lugar más cubierto. ¡Hubo un lío tan grande que lo querían meter preso! Finalmente, le pusieron una multa altísima. Pero, a la hora de los bifes, las mismas personas estaban a favor del aborto. O sea, el derecho para el bichito, sí; pero el derecho para el ser humano, no. ¡Es increíble!
Es fácil sacar a un chico del cuerpo de una mujer. Yo he visto abortos. Yo he sido practicante mayor y menor de la Maternidad “Nuestra Señora de las Mercedes” en la provincia de Tucumán, en la avenida Mate de Luna, y he pasado años viviendo dentro de ese hospital; así que he visto abortos. He visto los productos de los abortos dentro de los tachos de basura, de baldes, destrozados: miembros, ojos, cerebro. ¿Eso es lo que pretendemos poner…? ¿Eso será evolución? ¿Eso será ir más arriba en la escala?
El profesor de Psicología Henry P. David nos dice que el 64 por ciento de las mujeres atendidas en los servicios de Psiquiatría son mujeres que han abortado. O sea, sacarlo del cuerpo es fácil; sacarlo de la cabeza y del corazón, luego es muy difícil.
Reardon nos dice en Post Abortion Review, que es una revista que publica estos artículos de las mujeres después del aborto, que el 41 por ciento tiene problemas psiquiátricos y es muy frecuente el suicidio en la fecha en que debería nacer el chico, o en la fecha en que abortó.
El trabajo de Elliot también en la British Medical Journal habla de depresión en la gran mayoría de las mujeres. Yo tengo cuatro amigas que han abortado –me han confesado que lo hicieron– y las cuatro tienen depresión. ¿Por qué? Porque sabe que mató su hijo; y eso no se lo sacan más de la cabeza. La historia universal es una lucha eterna entre el amor individual, el amor a uno mismo, que lleva hasta destruir la humanidad toda, y el amor al prójimo, que lleva a veces a algunas personas a olvidarse incluso de sí mismo.
Ni Napoleón ni Hitler ni en Vietnam fueron luchas de fe. El doctor (Bigley) de los Estados Unidos habla de sistemas ateos que danzan en este réquiem satánico para ver quién mata más, quién es más malo, quién es más agresivo. No hacemos verdunes de la concordia, del encuentro. No nos abrazamos los argentinos para reencontrarnos y para buscar una idea bisectriz que nos encamine…
Sr. Presidente (Fiad).- Por favor: vaya redondeando, doctor.
Sr. Albino.- En nombre de la verdad hay intolerancia y crueldad.
La vida no se discute. Las crisis mundiales son crisis morales. ¿Qué es la moral? La moral nos marca la frontera de los pactos posibles, el horizonte de incondicionalidad.
Hay cosas que no se pueden hacer. Matar a un hombre –sea este del tamaño de un embrión o como yo–, liberar a un culpable, condenar a un inocente, torturar a un prisionero y utilizar información pública en beneficio propio, son actos indignos de suyo: no se discute eso. La moral nos marca las fronteras de esos pactos. Debemos levantarnos de eso. Hay que amar al errado y odiar el error.
Estamos en un profundo error si queremos matar niños. Estamos absolutamente equivocados. Tenemos que tener el coraje de reconocer que no se tiene razón.
Una cosita más quiero decir: un versito que me encanta para terminar, porque amo a estos niños.
Piececitos de niño, azulosos de frío,
¡¿cómo os ven y no os cubren, Dios mío?!
¡Piececitos heridos por los guijarros todos,
ultrajados de nieves y lodos!
El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva dejáis;
que allí donde ponéis tu plantita sangrante,
el nardo nace más fragante.
Sed, puesto que marcháis por los caminos rectos,
heroicos como sois perfectos.
Piececitos de niño, dos joyitas sufrientes,
¡¿cómo pasan sin veros las gentes?!
Muchas gracias.
Sr. Presidente (Fiad).- Muchas gracias, doctor.
Tiene la palabra la senadora Rodríguez Machado.
Sra. Rodríguez Machado.- Gracias a las autoridades de la comisión.
Evidentemente, el médico Abel Albino es una persona muy respetada por su tarea sobre la desnutrición infantil en la Argentina.
Le quiero preguntar sobre tres cuestiones bien puntuales, de acuerdo con su experiencia. ¿Qué opinión le merece cuando en la Argentina –o en el mundo– hay un embrión fecundado y no se utiliza? Y, cuando no se utiliza, ha habido casos –tengo entendido– en los que eso permanece eternamente y se desecha. Eso vendría a ser un niño también.
La otra pregunta es sobre la despenalización de hecho que existe en la Argentina dado que no se denuncia, no se persigue o no se mete en prisión a la mujer que realiza esta práctica. ¿Cuál es su opinión? ¿Debería seguir penalizada? ¿Debería perseguírsela o encarcelarla?
Y la pregunta final es sobre los problemas psiquiátricos de los que usted hablo por la depresión, que entendemos que debe tener esa mamá que decide abortar a su hijo. ¿Tiene algún estudio de esa mamá o de esa mujer que en el interior de nuestro país por ahí decide llevar adelante un aborto producto de un embarazo no querido o de una violación de un hermanastro, o de alguna situación similar? ¿Tiene usted cifras de si esto también causa problemas de depresión, de conducta y hasta a veces de suicidio? Quería saber si esas cifras están en su conocimiento; gracias.
Sr. Albino.- En primer lugar, en general puedo decirle que cifras no hay; no las conozco. Pero tampoco las hay de tuberculosis ni de desnutrición, por ejemplo, que es algo elemental. Desde 2005 no se tienen cifras de desnutrición. No hay cifras.
Segunda cosa: toda vida humana merece respeto. Es un ser humano. El embrión merece respeto. Es un objeto de Derecho. Es un sujeto de Derecho. Merece respeto y consideración. Así que es sorprendente que se desechen embriones humanos como si fuesen hojas que han cultivado.
Tercero: siempre el aborto deja daño en la mujer. La mujer es la pastora de la vida, es el hontanar de la vida. La mujer es el divino pedestal en donde se alza el árbol enamorado del hombre: eso es la mujer. La mujer es un ser completo, equis-equis. El hombre no, es equis-y; es más voluble. La mujer es equis-equis, más sólida. Por eso, si uno quiere voltear una sociedad, pegue a las mujeres. A los varones no hace falta pegarles: se caen solos a veces. Pero las mujeres son mucho más sólidas. Entonces, pegar a una mujer es pegar duro a la sociedad porque es el palo mayor del barco y siempre quedan daños. Por lo menos, en la experiencia mía, por lo menos en lo que yo conozco.
Con relación a la despenalización, la definición de delito de Carrara dice: Delito es la infracción a la ley del Estado promulgada para seguridad de los ciudadanos mediante un acto externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso. Un ejemplo. Yo rompo un vidrio: “Señora, yo le rompí el vidrio con la pelota.” La culpa: me disculpo. La pena: “Se lo voy a pagar.” Puede que despenalicen: “No lo pague, pero algo tiene que hacer. Haga un trabajo social: trabaje en la asociación aquella para mantener niñitos ciegos. ¡Métase, no viva pensando en usted solo! Viva un poco también para los demás, tenga una carga social.” Eso ya lo decide el juez: ellos saben.
La mujer a veces es a la que menos hay que penar porque no está en su sano juicio. Dice el artículo 34 del Código Penal: … no son punibles quienes en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades, por alteración morbosa de las mismas o por su estado de inconsciencia, error o ignorancia de hecho no imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.
Una mujer presionada por una sociedad que la expulsa, por una familia que la expulsa, por un marido que la expulsa o está ausente, o por una situación que la tiene mal, no está en su sano juicio a veces.
Nosotros en CONIN recibimos a la mujer pero nunca diciéndole: “Qué tarada que sos, otra vez estás embarazada.” ¡Eso lo dicen las mujeres, que es lo más sorprendente! Soy un observador de eso. Le dicen: “qué tarada que sos”, “qué idiota”, “¿no sabés hacer otra cosa?”, “¿no ves televisión?” No. Nosotros le decimos: “Matilde, sepa que estamos para ayudarla, sepa que estamos para asistirla. Nunca le va a faltar nada al lado nuestro. Hasta los 5 años del chico la vamos a acompañar.”
Nunca hemos tenido un aborto en 25 años y atendemos 40.000 chicos.
Sra. Rodríguez Machado.- Muchas gracias, doctor, porque fue muy claro al explicar lo que la sociedad piensa cuando llega una mujer embarazada y lo que se le dice. Normalmente es: “qué tarada que sos” y “¿por qué otra vez?”. Y esa es la presión que recibe; gracias.
Sr. Presidente (Fiad).- Senadora Elías.
Sra. Elías de Perez.- Doctor: bienvenido. Es un orgullo lo que hace por nuestro país usted, con todos los centros que ha puesto a lo largo y a lo ancho de la Argentina.
Dos cositas.
Nadie como usted sabe porque trabaja con mamás en situación de alta vulnerabilidad, de pobreza. ¿Usted escucha que para ellas sea prioridad el tema de la necesidad de acceder al aborto; aborto legal, en este caso?
Y lo segundo es que quisiera que me diga qué opina del tema de la prohibición de la objeción de conciencia institucional y la objeción de conciencia profesional tal cual están puestas en el proyecto, por favor.
Sr. Albino.- Mire: uno no entiende la pobreza; uno habla de pobreza, pero no entiende la pobreza.
Le digo cómo es la cosa: el pobre no es una persona igual que nosotros, pero sin plata. El pobre es pobre en educación, en familia, en amigos, en alimentos, en introspección, en retrospección, en experiencia adquirida, en fuerzas, en entusiasmo, en ideales, y encima no tiene plata. Es distinto. Por eso, cuando se dice “el pobre es un vago”, “estos son una cosa”, “estos son tal otra”, no. No son vagos: son tristes, y tienen una tristeza profunda que linda con la depresión. Primer concepto.
Segundo concepto: sus hijos son su riqueza; son todo lo que tienen. Hay un verso español muy bonito que dice: la estéril dama de elegante talle / con envidia ve pasar a su mucama / con dos hijos y medio por la calle.
Cuando está embarazada, la mujer está tan contenta, está tan bonita. Un día me encuentro con una mujer en esos lugares que yo frecuento, donde jamás me encuentro con nadie de los que dicen que defienden a las mujeres pobres. Llevo veinticinco años metido en todas las villas del país y nunca me he encontrado con nadie, normalmente. Me sorprende la preocupación que han tenido sin conocerlos; es fantástico.
Me encuentro con una mujer y le digo “¿Cómo está, Matilde, cómo le va?”, y se puso a llorar. “¿Cómo está el Juancho?”, le digo, y se puso a llorar. Lloraba, lloraba, lloraba... Bueno, la abracé y le dije “¿Qué le pasó al Juancho?”, “Nada, doctor”, “¿Y qué le pasa a usted?”, “Nada”, “¿Y por qué llora?”, “Y..., porque hacía una semana que nadie me hablaba”. Entonces, eso es lo que necesita la gente: contención, apoyo, seguridad, tranquilidad, “Te vamos a ayudar”, “Estamos para ayudarte”, “Estamos para que salgas adelante”. ¡Qué fantástico! ¡El país necesita gente! Vamos a hacer que ese niño, o esa niña, tenga una buena alimentación y una buena estimulación, y va a tener un cerebro hermoso; y luego lo podremos educar y podrá ser un ministro, podrá ser un senador nacional, va a ser un investigador, va a ser un médico, va a ser un científico. Se ponen tan contentas si les damos esa ilusión... Y no cuesta nada, no se nos cae nada, y salen felices de la vida.
“CONIN es todo para mí, doctor”, “¿Cómo es todo?”, “Sí. Yo, cuando venían los chicos de la escuela y me hacían preguntas les pegaba”, “¿Y por qué les pegaba usted?”, “Porque es la hora en que yo veo televisión”, “¿Y no le parece mal?”, “No. En realidad, doctor, lo que pasa es que no quiero que me hagan preguntas, porque soy analfabeta”.
Entonces, llegó CONIN, detectó que era analfabeta y le enseñamos a leer y escribir. No solamente le enseñamos a leer y a escribir, sino que también la maestra iba una semana antes para darles las tareas que una semana después les iba a dar a los chicos. Entonces, cuando llegaban los chicos y le preguntaban “¿Qué es el Nuevo Cuyo, mamá?”, ella decía “No veo más televisión, chicos”, ya sabía leer y escribir. Fingía ver televisión, pero lloraba. Entonces, ahora les decía “Miren, chicos, el Nuevo Cuyo es muy fácil: es Mendoza, San Juan y San Luis, y ahora La Rioja. ¿Saben cuántos habitantes tiene el Nuevo Cuyo?”, y los chicos se quedaban maravillados, encantados de la vida. Decían “¡Cómo sabe mamá, y tantos años que no nos decía nada!”.
Eso es CONIN. Asistimos integralmente. Nos dimos cuenta de que la desnutrición es el resultado final del subdesarrollo. De nada sirve que alimentemos a un chico si lo devolvemos al ambiente hostil del que proviene: a los quince días estamos alimentándolo de vuelta. No sirve. Si queremos quebrar la desnutrición, lo que debemos hacer es un abordaje integral de la problemática social que da origen a la extrema pobreza: educación nutricional, educación para la salud, lactancia materna, jardín maternal, jardín infantil, estimulación temprana, escuela de artes y oficios, programa de educación agraria, lectoescritura para analfabetos, ropero familiar, club de padres, escuela para padres, documentación y legalización de la familia, alcoholismo, inmunizaciones, agua corriente, agua caliente, luz eléctrica, cloacas. Así se combate la desnutrición.
Combatir el hambre es lo más fácil, porque el hambre es un síntoma; en diez minutos lo solucionamos. Dentro de un rato, todos vamos a tener hambre: comemos una fruta, un plato de sopa, un vaso de leche, y se nos fue el hambre. Combatir la desnutrición es otro cuento; no lleva quince minutos, lleva una generación. Por eso es que debería ser política de Estado esto.
¿Qué queremos? ¿Qué necesitamos para ser una gran nación? Cinco pasos: preservar el cerebro en los primeros mil días. ¡Por favor, política de Estado nacional! Todos juntos haciendo esto. Segundo: educar a ese cerebro. Tercero: cloacas. Cuarto: agua corriente y caliente. Quinto: luz eléctrica.
Con las cloacas nos sacamos de encima las parasitosis. Estuve en África; yo conozco África y conozco la India. Voy a los lugares más pobres del mundo. Conozco Gambia. No hay nada en Gambia; nada de nada. Le daba un brebaje a un niño un organismo internacional –no les digo cuál, no me interesa; no vengo a echar culpas, vengo a decir nomás lo que veo como médico de niños viejo– y se retuerce. Yo, que soy médico, les digo “¡Sáquenle el pañal!”, “No, doctor...”, “¡Paren esto y sáquenle el pañal! ¡Mi organización hoy es órgano consultivo de las Naciones Unidas, sáquenle el pañal!”. Le sacan el pañal y le salía de la cola una zanahoria así de parásitos blanca. A medida que salían, se abrían y caminaban por la espalda. La mujer los cacheteaba y los hermanitos los mataban pisándolos con el pie descalzo.
Los hongos, los virus y las bacterias como causas de enfermedad son pobres causas al lado del daño gigantesco que produce la falta de cloacas. ¿Quién decía esto? Ramón Carrillo, hace 80 años, en el primer gobierno de Perón. Fue el más grande de todos los ministros de Salud que hemos tenido. Estaba en las cosas concretas, no en la filosofía, ¿me entienden? En las cosas concretas: los parásitos los comen los chicos.
El 50 por ciento de la población no tiene cloacas; 20 millones de argentinos no tienen cloacas. ¿De qué estamos hablando, muchachos y chicas? ¿De qué estamos hablando?
Agua corriente y caliente. ¿Saben qué decía Sarmiento?: el agua es como la sangre de un cuerpo. No hay derecho que un individuo no tenga agua corriente en su casa. Yo fui al Chaco –soy rotario– con mis hermanos rotarios a llevar pastillas potabilizadoras de agua. Hicimos agua potable, les dimos el agua, tomó un hombre de mi edad –parecía de mi edad, pero a lo mejor era más chico, porque estaba arruinadísima esa persona– y me dijo "Es la primera vez en mi vida que tomo agua limpia, doctor".
¿Ustedes saben que el 30 o el 35 por ciento de la población argentina no tiene agua? ¿De qué estamos hablando?
¿Quieren ver pobreza? Llámenme un día y les muestro, en la provincia que quieran. Estamos desde Tierra del Fuego hasta Jujuy y desde Jujuy hasta Misiones. Y estamos en Paraguay, Perú, Guatemala, México, Gambia y ahora en la India, en Nueva Delhi. Es sorprendente lo que vemos.
Luz eléctrica. La luz es como la vista. No hay derecho que una persona quede ciega después de las 6 de la tarde. Vayan a un rancho después de las 6 de la tarde y entren. Ese es un problema de salud pública; ese es un problema que no hemos solucionado de salud pública.
La Argentina es el sexto país del mundo en riqueza y el primero del mundo en relación con sus habitantes en cuanto a la riqueza. Pero es un país vacío; es enormemente grande, es enormemente rico, y peligrosamente vacío.
Sr. Presidente (Fiad).- Muchísimas gracias.
Tiene la palabra la senadora Verasay.
Sra. Verasay.- Gracias, doctor, por acompañarnos.
Volviendo al proyecto quería consultarle, frente a la situación de un embarazo no deseado y dado el trabajo que viene desarrollando CONIN, que usted mismo lo contaba, donde les enseñan a los chicos a leer, a escribir, ¿cómo trabajamos entonces la prevención del embarazo no deseado? Teniendo en cuenta que tenemos ya la ley de reproducción, la ley de educación sexual integral, ¿qué sugiere usted o de qué manera podemos trabajar sobre los jóvenes, las niñas, las mujeres en la prevención del embarazo no deseado, en la anticoncepción, en toda la parte de educación sexual integral?
Porque ya que no hay consenso en el punto del derecho sanitario o de salud respecto de la interrupción voluntaria del embarazo –eso me ha quedado claro que usted no lo comparte–, ha habido mucho consenso acá con los senadores, en donde justamente es clave la educación sexual para no llegar a la instancia de tener que tomar la decisión de interrumpir un embarazo.
Entonces en este punto que hay consenso me gustaría conocer su opinión o qué tipo de trabajo hacemos para fortalecer justamente esa situación.
Muchas gracias.
Sr. Albino.- Me parece buena su pregunta.
Mire, yo soy un hombre de la calle. Yo no soy San Juan Bosco, soy un hombre de la calle, metido en la calle y metido en los problemas de la calle. Entro a una calle y veo el auto bonito que me gusta pero veo al chico drogándose también. Y veo la niñita que se prostituye. En la calle Libertad, por dos pesos, usted no se imagina lo que me ofreció una nena que podría ser mi nieta.
¿Quiere que le diga honradamente? Lo que diría en privado: corten un poco la televisión. Controlen la televisión. Es una escuela de imbecilidad. Es la escuela de imbecilidad, superficialidad y tilinguería más grande que conozco. Esto me provoca profunda pena, porque son las cosas en las que siempre creí.
¿Quién decía eso? Vittorio Gassman, el actor de teatro más grande del mundo. Es una escuela de imbecilidad. Si todo el día usted está echando leña al fuego es muy difícil no tener una hoguera. Antes no existía la escuela de imbecilidad y era más fácil manejar una familia. Primera cosa: controlen los programas. Ustedes tienen poder de hacerlo.
En Boston, un día salió una señora muy bonita, como usted, con un trajecito Chanel y un collarcito de dos vueltas y dijo: “Queridas amigas de la Asociación de Madres de Boston: este programa atenta contra la moral y las buenas costumbres de nuestras familias. Cuidemos el corazón y la cabeza de nuestros hijos. No compremos estos productos de estos anunciantes”. Y a los quince minutos se cayó el programa, se terminó el programa. Es decir que la gente manifiesta un poder que es sorprendente. Manejan bien las cosas. Nosotros no. Todo el día vemos obscenidades, obscenidades, obscenidades…
Después, le digo yo, que soy un médico viejo, no hay nada que una tanto al hombre como el sexo, pero el sexo no se logra, no se realiza cuando no es asumido por el amor. Cuando el sexo es asumido por el amor da todo de sí. Porque si no, los cuerpos son clausos; como este bolsillo, los cuerpos son cerrados. Es el espíritu el que se penetra. Cuando el sexo es asumido por el amor, da todo.
Entonces la niñita tiene una relación a los doce. Se pega enormemente y luego se despega, porque se pelean. Tiene otra relación a los trece, se pega enormemente y se despega, y tiene otra a los diecisiete, se pega enormemente pero se despega, ya no se pega bien y se casa con el que no pega. ¿Me entiende? Se pegan y se despegan, se pegan… No es “viva la Pepa” esto.
Amor. Hay que educarlos para el amor, no para el sexo animal. No son animales, son seres humanos, que son cuerpo y son alma, sufren y lloran, y la pasan muy mal, y se quieren morir. Y pretenden escuchar campanitas y no escuchan campanitas. No escuchan nada. Y se sienten solas y se sienten estafadas.
Les digo porque soy un médico viejo y escucho. Van y me cuentan a mí, porque soy un tío viejo que está siempre en el mismo lugar hace cuarenta y siete años. Entonces van, me buscan, me cuentan y me confiesan. Me presentan a veces a los noviecitos. Yo los llamo, los traigo y les digo: “Qué bonito, van a iniciar una etapa maravillosa de la vida.”
Porque la vida es compromiso, es responsabilidad. Tienen que hacerse cargo de sus actos. Hay que hacerse cargo. Nadie se quiere hacer cargo de nada. Nadie es responsable de nada. Las cosas suceden porque vino un marciano y nos hizo el daño. No, no es así, tenemos que educar a los chicos para el amor.
Tiene que entender que el profiláctico no la protege de nada, porque el virus del SIDA –doctora, dígame si no es cierto– atraviesa la porcelana. ¡El virus del SIDA atraviesa la porcelana!
– Manifestaciones en el recinto.
Sr. Presidente (Fiad).- ¡Por favor, por favor!
Concrete la respuesta, doctor.
Sr. Albino.- El virus del SIDA atraviesa la porcelana, chicos. Es 500 veces más chico que el espermatozoide.
Entonces el profiláctico no sirve absolutamente, porque falla en un 30 por cientos de las veces en el embarazo, imagínense lo que puede pasar en el SIDA. Uno no está absolutamente cubierto.
El infectólogo más grande de Mendoza, doctor José Luis Minoprio, nos decía “Albino: el turismo sexual se tiene que terminar”. Están favoreciendo conductas de riesgo que nos van a llevar a mal puerto. Esto va a invadir y va a terminar infectando a todo el planeta. Estamos estimulando en nuestros hijos conductas de riesgo. Esto es serio. Acuérdense que el virus del SIDA es filtrable, atraviesa la porcelana. Cualquier imperfección que tenga el profiláctico está liquidada.
Sr. Presidente (Faid).- Senadora Sacnun, última pregunta.
Sra. Sacnun.- Muchas gracias, presidente.
Doctor: con lo que usted está planteando prácticamente está desbaratando cualquier tipo de política de educación sexual integral en la República Argentina…
Sr. Albino.- ¡No, no!
Sra. Sacnun.- Permítame que me exprese.
Porque la verdad que lo que usted está planteando es prácticamente relaciones sexuales solamente para la reproducción. Es absolutamente respetable para su vida privada, para aquellos que tengan su sistema de valores, pero usted está pretendiendo imponer un sistema de valores absolutamente personal, que hace a su conciencia personal, al conjunto de la sociedad, pero además con una consecuencia que es absolutamente reprochable desde el punto de vista médico y de las consecuencias médicas. Porque usted está desvalorizando un programa de educación sexual integral, está desvalorizando cualquier tipo de programa que tenga que ver justamente con distribución gratuita de anticonceptivos, de profilácticos, que es necesario no solamente para que no se produzcan embarazos no deseados y evitar la interrupción del embarazo, sino que además está generando una posibilidad de un contagio de una enfermedad como el IVH que realmente ha generado una devastación no sólo en nuestro país sino en el mundo.
La verdad que me parece, sinceramente se lo digo y con todo respeto, de una absoluta irresponsabilidad de su parte.
Sr. Albino.- Yo sería un irresponsable si no lo dijese, porque no se dice que eso puede fallar. No es una protección absoluta ni lo será jamás porque –insisto– el virus del SIDA atraviesa la porcelana. Son virus filtrables. Entonces, la posibilidad de contagio es muy grande. Porque uno no siempre se pone el profiláctico cuando sale de la casa, uno se pone el profiláctico cuando está en la situación y, en la situación, ya se puede haber contagiado.
En África ya se demostró, en Uganda se empezó a decir que es una conducta de riesgo, que tengan cuidado, que necesitamos que se protejan. Intelectualmente tiene que estar protegido el chico. Tiene que enseñársele que es un una conducta de riesgo.
Yo no le puedo decir a un chico: Robá tranquilo, pero ponete guantes. Porque no es así. Le tengo que decir: No hagas esto, esperá tu momento. Siempre llega el momento, siempre va a llegar el momento, que se casen temprano, organicen su vida y sean responsables de sus actos. Pero no le voy a decir: Andá tranquilo y ponete… Porque esa es la devastación que usted dijo con toda lógica. Ha devastado el mundo.
Veamos lo que sucede estimulando el profiláctico y diciéndole que no pasa nada. Ponete profiláctico y divertite tranquilo, así decía una propaganda que leí un día en Tierra del Fuego. No es así; se rompe el profiláctico o está perforado el profiláctico y ese tipo está liquidado. Entonces, por eso es que se distribuye y se contagia cada vez más gente.
¿Cómo se para esto? Yo creo que se para con conductas morales, con conductas claras, con mensajes claros y evidentes. Los chicos tienen que construir sus vidas, que no las destruyan de partida, que no se infecten, que no se compliquen en situaciones que no los llevan a buen puerto, que no se arruinen la vida cuando están recién despegando. Por eso no se puede parar. Si el profiláctico fuese una solución no estaríamos hablando de esto.
Sr. Presidente (Fiad).- Muchísimas gracias doctor Albino.