Bandera > Manuel Belgrano > Rosario

EXPLICABLE

27/02/1812: Izamiento no reconocido de la bandera patria

En Rosario, 27/02/1812, Manuel Belgrano, contra de los designios del Triunvirato, izó la bandera celeste y blanca, alta en el cielo.

En la jornada de 27/02/1812, en Rosario, provincia de Santa Fe, Manuel Belgrano izó por primera vez un estandarte que diferenciaba a las tropas del gobierno de Buenos Aires de las tropas españolas, y era de color celeste y blanco, bandera ubicada junto a las baterías Libertad e Independencia, donde se realizó la jura de lealtad de los soldados.

María Catalina Echevarría de Vidal fue la encargada en confeccionarla. El izamiento fue en contra de los designios del 1er. Triunvirato, que le hizo saber su malestar.

Belgrano respondió de este modo: “La guardaré silenciosamente para enarbolarla cuando se produzca un gran triunfo de nuestras armas”.

Los hechos hablaron por sí mismos, y ante su primer gran triunfo -Batalla de Tucumán- en septiembre de 1812, la bandera fue aceptada como insignia del Ejército del Norte, por la Asamblea del Año XIII, no así, por las Provincias Unidas.

María Catalina

María Catalina Echevarría era hija del vasco Fermín de Echevarría y la criolla Tomasa de Acevedo. Ella quedó huérfana desde niña y fue criada por el docente Pedro Tuella y Nicolasa Costey.

A los 18 años contrajo matrimonio con Manuel Vidal pero siguió viviendo cerca de su hogar adoptivo para cuidar a Tuella y Costey.

En 1814 profesó como hermana secular de la 3ra. Orden de San Francisco.

En el interín, ella conoció al general Manuel Belgrano porque él era amigo de Vicente Anastasio Echevarría, hermano de María Catalina y encargado de una misión diplomática en Paraguay, donde el abogado Belgrano había iniciado su jefatura militar.

Por este motivo, Belgrano se alojó en la vivienda de los Tuella, llamada Villa del Rosario, en 1812.

El 1er. Triunvirato lo había enviado a fortalecer la seguridad fluvial construyendo un fuerte.

María Catalina, en febrero de 1812, cosió la bandera siguiendo las órdenes de Belgrano, con tela donada por Tuella, quien era dueño de un almacén, y con hilos de oro. A ella le llevó 5 días coser la bandera, tarea que realizó junto con 2 vecinas.

María Catalina estuvo presente en la ceremonia de jura ya que ella había llevado el estandarte hasta las orillas del río Paraná.

Una vez que enviudó, se trasladó a San Lorenzo, a una residencia de su propiedad en la localidad donde José de San Martín estrenó al Regimiento de Granaderos a Caballo, y donde ella vivió hasta su muerte, a los 84 años. Fue enterrada en el atrio del convento.

bandera-maria-catalina-etcheverria-vidal.jpg
María Catalina Echevarría de Vidal.

María Catalina Echevarría de Vidal.

Inspiración vs conspiración

El 27/02/1812, la historia cuenta que la bandera tenía 2 franjas; otras, dicen que eran 3 pero no está claro cuál era su disposición.

Comunicado su acción al Triunvirato, Belgrano partió a hacerse cargo del Eejército del Norte, sin conocer que sus jefes le negaban la posibilidad de usar la nueva bandera: tenían temor de la derrota frente a España y el delito de tener bandera modificaba su discurso. Tener bandera era independencia, mientras no la tuviera podrían seguir diciendo que tenían un problema de jurisdicción ante los problemas de la monarquía en España.

No era lo mismo el fusilamiento que el exilio. Pero Belgrano no tenía esas duda y estaba por la victoria ante los españoles.

Recién el 20/07/1816, declarada la independencia el 9 de julio de 1816, las Provincias Unidas tuvieron una bandera de uso oficial, aprobada por el Congreso. Una vergüenza.

El 25 de febrero de 1818, se le agregó el sol, en homenaje al Dios Inca Inti (Dios del Sol). Sus 32 rayos dorados, están contenidos en negros bordes, alternándose un rayo recto y otro ondulado. La bandera con el sol fue exclusiva de militares hasta 1985, otra locura más.

Una insignia con jurisprudencia

El 20 de junio es el Día de la Bandera por el fallecimiento de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano: no se entiende la efeméride.

Belgrano fue mucho más que una bandera y la bandera merece su celebración el día en que fue izada, lo que sería un castigo a la memoria de aquel lamentable 1er. Triunvirato.

Cuenta la historia que Belgrano propuso crear una escarapela nacional, para que el ejército tuviera una insignia en común, y fue el Triunvirato quien aprobó la idea: "Sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste".

Luego, Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores, para crear representabilidad y mística en sus tropas, explicitando que luchaban por la independencia, algo que no estaba para nada definido hasta ese momento.

Bandera Macha, bandera perdida

En 1883 fue descubierta en la capilla de Titirí, al norte de Bolivia, en la ciudad de Machauna, y devuelta al país en 1896, una de las dos Banderas de Macha, insignia de las Provincias Unidas.

Fue un cura quien las encontró. "Al recorrer la capilla, se detuvo frente a unos cuadros de Santa Teresa que descolgó, y al arrancar los marcos se encontró con 2 grandes banderas de más de 2 metros de largo", cuenta Viviana Mallol, magíster en Historia del Arte Argentino y Latinoamericano y coordinadora técnica del Museo.

Una de ellas, de 2,34 por 1,56 metro, era de seda despulida, con 3 franjas horizontales: celeste, blanca y celeste; la otra, de parecido tamaño, pero con distintos colores: roja, celeste y roja. Sin embargo, con el correr tiempo, se demostró que el rojo fue generado por una decoloración de otro material que se encontraba en el cuadro donde estaban guardadas.

2 años después, en 1885, el nuevo párroco de Macha, Primo Arrieta, decidió realizar una limpieza a fondo de la capilla. Al ser retirados los cuadros de Santa Teresa, aparecieron las banderas. Luego de algunas investigaciones, Arrieta encontró que el entonces cura de Macha había estado en una gran batalla y fue él quien, perseguido, ocultó las banderas en el cuadro antes de darse a la fuga.

Arrieta continuó su investigación para reconstruir la campaña de Manuel Belgrano en el Alto Perú, hasta su última batalla: Ayohuma. Se enteró, entonces, que antes de la derrota, Belgrano vivió en esa casa parroquial de Macha, donde se ocultaron las banderas para que no cayeran en manos de los españoles, contra quienes luchaban. Y allí quedaron ambas hasta finales del siglo XIX.

bandera de macha.jpg
Bandera de las Provincias Unidas que quedó en el Museo Casa de la Libertad de Sucre.

Bandera de las Provincias Unidas que quedó en el Museo Casa de la Libertad de Sucre.

La repatriación

Tras la fundación del Museo Histórico Nacional, y por iniciativa de su primer director, Adolfo Carranza, se iniciaron gestiones con el gobierno de Bolivia para la devolución, lo que sucedió en 1896: el gobierno de Bolivia obsequió la bandera celeste-blanca-celeste y la otra quedó en el Museo Casa de la Libertad de Sucre.

"Una es negativo de la otra. La primera es indudablemente argentina, la segunda posee los colores argentinos, pero invertidos. También es una bandera nacional, sólo que a 2 franjas blancas y 1 celeste. No sabemos exactamente cuántas franjas tenía la primera bandera nacional, pero sabemos que fue celeste y blanca, porque así lo señala Belgrano cuando dice que mandó hacerla conforme a los colores de la escarapela nacional, aunque no aclara si fue a dos franjas blancas y una celeste, dos franjas celestes y una blanca o una franja celeste y otra blanca", explicó Viviana.

La bandera fue restaurada entre junio de 2007 y diciembre de 2009 para estabilizar el textil teniendo en cuenta los criterios de restauración.

En el inventario general de la Historia Argentina, ni la Bandera Nacional se salva del exilio, despojo, juicio y negación; y tal como otras instituciones e institutos del Derecho, necesitó su confirmación de manera extraterritorial.

Su creador exclamaría, otra vez, "¡Ay, patria mía!".

vilcapugio.jpg
Bandera de la 2da. Campaña al Alto Perú, que participó en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, en el Museo Lavalle, de Jujuy.

Bandera de la 2da. Campaña al Alto Perú, que participó en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, en el Museo Lavalle, de Jujuy.

Te puede interesar

    Dejá tu comentario