"LA INEQUIDAD GENERA VIOLENCIA"

Tedeum del 25 de mayo por la Justicia social (para alegría de Grabois)

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, afirmó que "la inequidad genera violencia" y, si bien valoró las estadísticas del INdEC al referirse a la pobreza en el país, subrayó que "los porcentajes invisibilizan el dolor de las familias" y afirmó que "nadie puede sentirse excluido de hacer algo por el prójimo". Después, él recordó que "no puede haber realidad social que no pueda ser redimida, cambiada para bien", y pidió "dejarnos interpelar por la realidad humana que vivimos", reconociendo que muchos puedan pensar que "no hay motivo para una fiesta patria cuando buena parte del pueblo no está invitado", porque "carece" de las condiciones "para una vida digna".

El arzobispo porteño, Mario Poli, dijo en la tradicional misa por el 25 de mayo, que recuerda que ese día en 1810 fue despuesto el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y de la Torre, que "la inequidad genera violencias" y señaló que, a pesar de que "las estadísticas veraces son muy buenas, los porcentajes invisibilizan el dolor de las familias que sufren la postergación y el desánimo".

El almirante Cisneros -a pesar de que los Hidalgo de Cisneros tenían una larga tradición de servicio militar en la caballería, él ingresó en la Academia de Guardiamarinas de Cádiz- fue reemplazado por un heterogéneo colectivo llamado Primera Junta, en el marco de un descontento que había en las colonias sudamericanas de España.

El 25/05/1809, exactamente 1 año antes, una revolución destituyó al gobernador y presidente de la Real Audiencia de Charcas o Chuquisaca, Ramón García de León y Pizarro, acusado de apoyar al protectorado portugués; y el mando militar recayó en el coronel Juan Antonio Álvarez de Arenales.

En junio de 1809, cuando Cisneros llegó a Montevideo a asumir (aunque el traspaso del mando se hizo en Colonia del Sacramento) Juan Martín de Pueyrredón se reunió con jefes militares para tratar de desconocer la autoridad del nuevo virrey. Lo apoyaron Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano, Eustoquio Díaz Vélez, Juan José Viamonte, Miguel de Azcuénaga, Juan José Castelli y Juan José Paso, pero no Santiago de Liniers, quien era muy popular e influyente, y se mantuvo leal a la Junta Suprema Central, que gobernaba desde España invocando a la monarquía presa por Napoleón Bonaparte.

Finalmente, el 25/05/1810 se consumó aquella revuelta, y Santiago Antonio María de Liniers y Bremond sería fusilado el 26/08/2810 en el Monte de los Papagayos, cerca de la posta de Cabeza de Tigre (hoy Los Surgentes), en Córdoba.

En cuanto a Mario Aurelio Poli, arzobispo de la Arquidiócesis de Buenos Aires y Primado de Iglesia católica en Argentina, por decisión de su antecesor en el cargo, hoy papa Francisco, quien también lo creó cardenal en 2014, planteó su exhortación en el siguiente marco: "La solución a nuestros desafíos internos, algunos estadistas lo llaman deuda social interna, depende prioritariamente de nosotros".

La cuestión de la deuda social interna es reivindicada por uno de los llamados 'militantes sociales' que es cercano al papa Francisco, Juan Grabois.

Es cierto que hoy él estaba con una agenda diferente, según Twitter:

Aunque horas antes Grabois, asesor del Vaticano en la Argentina y referente nacional de Trabajadores de la Economía Popular, planteó su enfoque sobre el controversial tema:

En cuanto a Poli, él advirtió que "es conveniente volver a confiar y apostar a las reservas culturales, morales y espirituales de nuestro pueblo, así como también a su capacidad de trabajo e ingenio científico que, unido a la perseverancia en las pruebas, le ha permitido sobreponerse a tantas promesas inclumplidas, fracasos y postergaciones".

En la homilía por el aniversario N°207 de la Revolución de Mayo, Poli afirmó que "no existe realidad humana y social que no pueda ser redimida, cambiada para bien".

"Dejémonos interpelar por la realidad humana que vivimos. Muchos pueden pensar que no hay motivo para hacer fiesta patria cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado, porque no posee igualdad de oportunidades y carece de lo necesario para una vida digna", remarcó.

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Imágenes del Tedeum

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En tanto, el obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Martín Fassi, también realizó una homilía, en la que expresó su deseo de “ser Nación, una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común”.

“En esta pasión necesitamos siempre encontrarnos, porque la Nación es un bien que hemos recibido de nuestros mayores, pero también siempre será un proceso a construir”, expresó el prelado, y aseguró que “esta construcción se hace a través del encuentro, del diálogo, de todos aquellos valores que nos van llevando a la convivencia de paz”.

Él retomó el mensaje del papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio), para que nos ayuden a reflexionar sobre la comunión en las diferencias, basada en la capacidad de ver la dignidad más profunda en los demás y destacó un principio “indispensable para construir la amistad social: la unidad es superior al conflicto”.

Para finalizar, reforzó la idea de Francisco: “ La solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierte así en un modo de hacer la historia, en un ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opuestos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida”.

El resultado no es sincretismo ni absorción de uno en el otro, sino la resolución del conflicto en un plano superior, conservando las virtualidades valiosas de ambos.

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