El presidente ruso Vladímir Putin calificó al alicaído líder opositor venezolano Juan Guaidó como “un hombre simpático”. En la habitual reunión con los dirigentes de grandes medios periodísticos mundiales, durante el Foro Económico Mundial que acaba de concluir en San Petersburgo, Putin afirmó que a Guaidó lo evalúa “normalmente, con absoluta neutralidad”.
MUNDO MULTIPOLAR
Putin, entre el caos y la paciencia: La simpatía de Guaidó, el crudo venezolano, el átomo iraní
Mauricio Macri dijo que le importa mucho Venezuela, probablemente un guiño a Donald Trump. Pero debería considerar las importantes definiciones que realizó Vladímir Putin sobre Nicolás Maduro, Juan Guaidó y el petróleo venezolano. En especial, Macri debería tener presente la siguiente frase de Putin sobre Guaidó: "El hombre salió a la plaza, dirigió sus ojos al cielo y ante Dios se declaró jefe del Estado, ¿eso es normal o no? Porque de esa manera el caos se instaurará en todo el mundo”. Por lo tanto, es como si Putin declarase a Macri y a Jair Bolsonaro, simpatizantes del caos, algo que en Trump es una forma de vida pero no necesariamente en los mandatarios latinoamericanos.
Putin, empero, previno que “si ponemos en práctica esta forma de asumir el poder: el hombre salió a la plaza, dirigió sus ojos al cielo y ante Dios se declaró jefe del Estado, ¿eso es normal o no? Porque de esa manera el caos se instaurará en todo el mundo”.
“Vamos y de tal manera elijamos presidente en los Estados Unidos o donde sea –continuó-. Quitemos el primer ministro en Gran Bretaña y lo mismo saquemos el presidente en Francia. ¿Pero qué es esto? Tengo muchas ganas de preguntarles a quienes respaldan esto: ¿ustedes se volvieron locos o qué? ¿Comprenden a qué conduce esto? ¿Deben existir ciertas normas o no? ¿Hay que sujetarse a algo o no?”.
Putin, quien asistió al tradicional foro peterburgués junto con el presidente chino Xi Jinping, el secretario general de la ONU, António Guterres; y otros jefes de Estado, marcó todas sus intervenciones, tanto en el plenario como en las reuniones sectoriales, con la impronta de una firme posición internacional que apunta a destrabar los conflictos regionales por medios pacíficos y a plantear la necesidad de respetar el orden mundial sin injerencias foráneas.
Con respecto a Venezuela, él planteó a los directivos de medios que “es necesario dar la posibilidad a todas las fuerzas políticas del país. ¿En qué puede estar el papel de la comunidad internacional? En crear las condiciones para el diálogo, alentar al diálogo, contribuir al diálogo. Pero la decisión debe tomarse dentro del país, en este caso dentro de Venezuela”.
“Le guste o no le guste Maduro a alguien, pero ¿hablar de una posible intervención inclusive militar a Venezuela es bueno o es malo? ¿Por qué uno de los países líderes se permite hacer esto considerando que todo el continente americano es su patio trasero? ¿Cuál es el ejemplo en este caso que los Estados Unidos les dan a otros países? Acordemos las normas generales y atengámonos a ellas. Elaboremos un sistema de control, de comprobación, de trabajo mutuo en esta clave. Yo no veo en esto nada imposible”.
En cuanto a la denunciada presencia de técnicos y consejeros militares rusos en Venezuela, Putin aclaró que “nosotros a Venezuela le vendemos armamento de modo absolutamente oficial. Aunque ya hace tiempo que no lo hacemos… por contrato estamos obligados a prestar servicios por estos equipos. Nuestros especialistas se encargan de esto. Es lo que vienen haciendo en el curso de todos estos años”.
El mandatario ruso aclaró que “por cierto, no todo lo puramente técnico resultó, partiendo de las prioridades del propio Estado venezolano. Hubo algo que quisieron que lo lleváramos a su condicionamiento normal, y algo que no quisieron. Pero nosotros estamos obligados a hacerlo por contrato ya que de otro modo se nos impondrían determinadas sanciones. Eso es todo, no hay nada más en este tema”.
“Es totalmente posible –continuó- que determinados trabajos ejecutados por nuestros especialistas allí no hayan sido sólo militares sino también industriales. Por eso algunos de ellos se fueron y otros, puede ser, regresaron a Venezuela. No creamos allí nada especial, ninguna base militar de respaldo, no enviamos allí tropas, esto nunca ocurrió. Pero nosotros cumplimos y cumpliremos nuestros compromisos contractuales en el ámbito de la cooperación técnico-militar”.
Putin confirmó que las obligaciones crediticias de Venezuela con Rusia ascienden a unos US$ 3.500 millones “pero no hay atrasos- puntualizó-. Venezuela paga a tiempo y por completo todos sus compromisos de deuda”.
En este sentido, el Presidente ruso recordó que “Venezuela durante los últimos años redujo dos veces la extracción de su petróleo (¡dos veces!). Si tomamos en cuenta la situación en la que viven millones de venezolanos, la pregunta es: ¿con quién pelean: con Maduro o con el pueblo venezolano?”.
Aunque de inmediato apuntó que esta reducción en la extracción de petróleo “está vinculada no sólo con las sanciones (impuestas por Washington) sino con el estado de la industria petrolera en la propia Venezuela”. En referencia a dichas sanciones, advirtió que por su aplicación, “como norma, sufren millones de simples ciudadanos que no tienen ninguna relación con el poder”.
Putin advirtió que “hay que hacerse de paciencia” para lograr la solución del conflicto en ese país. “De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. Es una conocida sentencia y es un hecho evidente –afirmó-. Se puede trabajar con quien sea: con la oposición, con las autoridades vigentes, pero lo que no se debe es inmiscuirse en los asuntos internos”.
Putin insistió en que “la crisis en Venezuela debe ser resuelta por el pueblo venezolano. Que el señor Maduro se encuentre en el poder o no también debe ser resuelto por el propio pueblo de Venezuela en el curso del diálogo, de las consultas y las interacciones entre las diferentes fuerzas políticas. Eso, por lo que yo sé, es lo que el mismo Presidente Maduro propone”.
En lo que ha sido una de sus intervenciones más extensas en respaldo al gobierno legal venezolano de Nicolás Maduro, Putin reiteró que Rusia “no puede respaldar todo lo que se hace en relación a Venezuela”.
En el Kremlin “no aprobamos sino que, por el contrario, condenamos estas acciones. Tanto más si se trata de una intervención militar, lo que sería una catástrofe total. Por lo que sé, según la información que tengo, incluso entre los aliados de los Estados Unidos nadie respalda una intervención militar, ninguno, no sé de ninguno, ni los vecinos de Venezuela, incluso aquellos que critican a Maduro por los procesos políticos internos. Y quiera Dios que ninguno respalde y ninguno se anime a algo semejante”.
Putin advirtió que “en la arena internacional no se procede de ese modo”, refiriéndose a la conducta de Washington con respecto a Venezuela. “Si no –continuó- resulta que quien no quiere actuar de esta forma (acordando y respetando las normas internacionales, HK) quien no quiere conciliar, quiere mantener en sus manos los instrumentos de intervención, aunque le niegue a otros la utilización de estos mismos métodos. Si esto es imperialismo entonces es planetario, ¿correcto? Porque en la arena internacional los asuntos se atienden en el curso de negociaciones tomando en cuenta los intereses de cada uno. Trabajemos de ese modo”.
El jefe del Estado ruso descartó el temor al cambio de régimen en Venezuela. “Estamos en contra de la injerencia foránea en los asuntos políticos internos de otros países –reiteró-. Consideramos que esto conduce a consecuencias muy severas si no trágicas. El ejemplo, digamos, de lo ocurrido en países como Libia o Irak es la mejor confirmación de ello”.
Putin extendió este concepto a Irán. “Nuestra posición –señaló- es abierta, transparente y fundamentada. Discutimos con nuestros socios estas cuestiones e intentamos convencerlos de que no hay necesidad de recurrir a medidas que destruyan todo lo positivo logrado por el duro trabajo de los últimos años y que no generan nada en una perspectiva cercana”.
Afirmó que desde el punto de vista de control sobre sus programas atómicos, Irán “es hoy el país más revisado en el mundo. No son palabras huecas, de esto habla la dirección de la OIEA. Dicen directamente que revisaron Irán y que no encontraron ninguna violación desde el punto de vista de los acuerdos logrados en el marco del JCPOA (Plan de acción conjunta con Irán para el control atómico, del que se retiraron los Estados Unidos, HK). No hay violaciones”.
Putin, por el contrario, valoró la política regional iraní, en especial con Siria. “Nosotros –señaló- colaboramos con Irán. Considero que gracias a la posición iraní, a la posición de Turquía, Rusia logró hacer mucho para lograr el cese del derramamiento de sangre en Siria. Irán hizo un enorme aporte en esto. Es más, retiró sus tropas de las alturas del Golán con el objeto de crear condiciones favorables para el trabajo con las potencias regionales en la solución del problema sirio. Irán hizo mucho de positivo”.
Rusia, junto con China, la India e incluso la Unión Europea, mantiene su adhesión al pacto antinuclear con Teherán y se pronuncia contra las sanciones de Washington que impiden el comercio con el petróleo iraní.
Esta posición es sostenida en el seno de la OPEP, con la que Rusia, según afirmó Putin, “continuará manteniendo relaciones aunque no se apresta a ingresar en ella. Pero hemos conformado un determinado mecanismo de cooperación y las decisiones serán consolidadas”. Aunque admitió que existen “determinadas diferencias vinculadas con la distinta comprensión de lo que significa un precio justo”.
Recordó, en este sentido el cálculo sobre el precio del barril del que parte el presupuesto de Arabia Saudita. “Es mucho mayor que el nuestro. El nuestro parte de los US$ 40 por barril. El de ellos es superior. Por lo que, por supuesto, ellos quisieran que el precio se mantenga por arriba. Nosotros no tenemos esta necesidad, tomando en cuenta el carácter más diversificado de nuestra economía”. Por eso mismo, aclaró que la industria elaboradora rusa no está interesada en un precio del barril demasiado elevado.
“El nivel medio entre 60 y 65 dólares por barril nos conviene plenamente y no tenemos necesidad de empujarlo hacia arriba –afirmó Putin-. Así obtenemos una ganancia digna en el sentido del presupuesto, teniendo en cuenta que los presupuestos parten de 40 dólares el barril y estamos completando las reservas en oro y en general las reservas del Gobierno y del Banco Central”.
Aunque puntualizó que sin embargo monitorean todas las circunstancias: “la caída de la extracción en Irán en más de un millón, lo de Venezuela, los problemas en Libia y en Nigeria. Debemos tomar en cuenta todos estos factores. Incluso el aumento de la demanda en el período estival” (boreal, HK).
Putin admitió que existen en este plano determinados compromisos. “No voy a adelantar nada, no les diré ahora cuáles son nuestras ideas de lo que es necesario hacer en el segundo semestre. Pero vamos a tomar decisiones consolidadas junto con los colegas de la OPEP”.