CONFIDENCIAL

EL PRIMARIO MARCO RUBIO

¿Es Venezuela una Libia latinoamericana?

La incertidumbre por lo que pueda llegar a suceder en Venezuela no se detiene. El día después del intento “fallido” de los países latinoamericanos de suministrar ayuda humanitaria en Venezuela, el senador republicano por Florida, Marco Rubio, publicó una foto de el dictador libio, Muamar el Gadafi, antes de ser ejecutado por las milicias rebeldes de Libia con la ayuda de las tropas estadounidenses. ¿Es esto una amenaza a Maduro? ¿Puede Venezuela seguir el mismo camino que Libia?

Marco Rubio es conocido por ser parte de la línea dura del Senado de Estados Unidos. Es destacado como uno de los precursores en el Capitolio en cuanto a las campañas  de presión contra líderes de izquierda en América Latina, especialmente en los casos de su país de origen, Cuba, y Venezuela

El 24/02 el senador cubano americano, Marco Rubio, volvió a mostrar su apoyo hacia la intervención norteamericana en Venezuela. Esta vez al hacerlo eligió una forma un tanto amenazante y escandalosa como lo fue la foto de Gadafi cubierto en sangre tras ser golpeado y luego asesinado por las milicias opositoras de Libia. 

Imagen publicada en Twitter por Marco Rubio

El dictador  gobernó Libia por 42 años y, al igual que en Venezuela, la población estaba dividida en cuanto a su estadía y su legitimidad en el poder. Es por eso que, con la excusa de velar por los Derechos Humanos, la administración de Obama junto con la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) decidieron intervenir el país y acabar con el régimen de Gadafi en 2011.  

Luego de el tweet, no solo los usuarios de la red social, sino también los medios comenzaron a preguntarse: si esto fue una amenaza, puede ser Venezuela la nueva Libia? La reacción también aumentó por la negativa de EE.UU a descartar una intervención militar sobre la República bolivariana. 

En contraste, Lee McClenny, el embajador de los Estados Unidos en Paraguay, explicó que se está buscando una solución “democrática y pacífica”, minimizando la posible intervención militar. “Somos solo seguidores y ayudantes de ese proceso”, acotó.

Los comentarios ante la publicación fueron en su mayoría negativos. Desde la oposición venezolana se escucharon voces que marcan el tuit de "arrogante" y "contraproducente". “Si Venezuela termina como Libia, sería una derrota absoluta", explica un usuario para luego aclarar que esa no es la solución que los venezolanos buscan. 

También opinó el periodista norteamericano, Ben Norton, y acusó a la OTAN de trabajar con extremistas de Al Qaeda "para derrocar a Libia, una nación rica en petróleo, y convertirla en un Estado fallido con mercados de esclavos". 

De acuerdo con lo que el académico experto en Libia, Usef Shakir, hablo con el medio ruso, Sputnik, el país petrolero “se volvió un verdadero infierno” tras la participación de Estados Unidos. 

Hoy en día la población está armada “hasta los dientes” y es por eso que las únicas noticias que circulan del país son acerca de víctimas mortales y heridos. En tanto, una parte del país sigue bajo el control de un grupo armado que juró su lealtad a ISIS también conocido como Estado Islámico de Irak

Según las estadísticas existentes, durante el gobierno de Gadafi, Libia logró alcanzar uno de los índices más altos de desarrollo humano y el PIB nominal per cápita más alto de África. Aunque ese trabajo se perdió con las revueltas en todo Medio Oriente conocidas como la “Primavera Árabe” (2010-2013).

Hoy en día el país no tiene un gobierno central: hay dos fuerzas político-militares que se disputan la autoridad y el poder en Libia. Por un lado, el Gobierno de Unión Nacional (GNA) con sede en Trípoli, que surgió en 2015 y fue constituido a través de un acuerdo con la ONU (Organización de las Naciones Unidas). El rival es controlado por el Ejército Nacional Libio (ENL) autoproclamado por Comandante de las Fuerzas Armadas, Jalifa Haftar.

Tal vez, al conocer la situación actual de Libia, Afganistán o Yemen, tras la participación de Estados Unidos, más de un venezolano puso en duda su apoyo a la intervención militar.

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