TACHIN TACHIN TACHIN

Cuando el diario La Nación deviene en 'barrabrava' (el 'caso Santa María')

Se supone que uno de los cambios que precisa la sociedad argentina es recuperar la Justicia independiente. Pero si el gobierno manipula a los jueces según sus intereses y la prensa más cercana tipo diario La Nación (aunque también puede ser Clarín) asume el rol de Página/12 en los años K, ¿qué cambia?

Cuando se analiza la declinación del menemismo, en los años '90, se encuentran 3 acontecimientos que definieron su suerte negativa:

> la imposibilidad de revertir con más bríos la larga recesión 1998/1999,

> la decisión de no pasar de una convertibilidad fija a una flotante, y

> la negativa a provocar una Justicia independiente y asumir los costos de esa decisión.

La cuestión de la Justicia independiente se debate con intensidad hoy día porque no faltan quienes justifican un 'monitoreo' del Ejecutivo Nacional sobre el Poder Judicial para que no suceda un aquelarre político como en Brasil con las causas del llamado 'caso Lava Jato'.

Según muchos dirigentes argentinos, la tolerancia parcial de la corrupción de los 'dirigentes' es un costo a asumir por 'el sistema' para no transitar hacia la ingobernabilidad.

En todo caso, la única corrupción posible de investigar y condenar es la del adversario cuando ya no se encuentra en el poder.

Precisamente este concepto llevó adelante el kirchnerismo, en la siguiente ola institucional que le siguió al menemismo al que nunca reconoció como su origen, tal como si los Kirchner hubiesen nacido de un repollo y no del dinero que Eduardo Bauzá envió a Santa Cruz creyendo que ganaba Arturo Puricelli.

Y el menemismo fue un objetivo porque, amparándose en la investigación del pasado se podían cometer excesos en el presente.

Sin embargo, hubo un momento cuando Cristina Fernández de Kirchner -al menos eso fue lo que dijo quien se presentaba como su fiel escudero Alberto Fernández durante el 2do. semestre de 2007- comprendió que la situación se estaba complicando mucho, y se 'filtró' que 3 funcionarios de Néstor Kirchner no continuarían en su Administración: Julio De Vido, Ricardo Jaime y Guillermo Moreno.

Ya resultaban tan evidentes las dificultades judiciales de los 3 -De Vido y Jaime por sospechas de corrupción y Moreno por abuso de poder-, que sus relevos fueron motivo de campaña proselitista de CFK.

Cuando ocurrió la explosión mediática a causa de la valija con casi US$ 700.000 que decidió asumir como propia Guido Antonini Wilson, CFK tuvo la oportunidad de cumplir su promesa pero desperdició la ocasión, demostrando que en vida de Néstor Kirchner ella tenía un margen muy limitado de decisiones.

Luego de la muerte de Kirchner, CFK tuvo otra ocasión de liderar la represión de la corrupción y darle un vuelco a su Administración: el 'caso Covelia' y la vinculación del sindicalista Hugo Moyano con negocios turbios.

CFK volvió a dejar pasar la oportunidad y en el famoso 'vamos por todo' enfiló hacia otro rumbo de gestión que colisionó con una porción del Poder Judicial en el marco de la disputa con el Grupo Clarín. Y se habló mucho se inseguridad jurídica.

CFK creyó que su talón de Aquiles estaba en los medios de comunicación cuando su vulnerabilidad consistía en la visible corrupción de, por lo menos, algunos de sus colaboradores.

Tal como le sucedió a Carlos Menem, CFK decidió mantener la presión sobre el Poder Judicial, intentando reorientar a la Justicia hacia 'el enemigo'.

Mauricio Macri llegó prometiendo un cambio. De hecho, la coalición que gestó Elisa Carrió, quien logró sumarlo, propone "Cambiemos". Muchos argentinos creyeron tanto en la necesidad como en la oportunidad de la oferta y en que es posible cumplirla.

Uno de los riesgos que enfrenta Macri es cometer errores similares a los de Menem y CFK cuando tuvieron la oportunidad de avanzar por caminos diferentes.

Mariano Obarrio, periodista del diario La Nación, escribió:

"(...) En la Casa Rosada evaluaron también que la detención del secretario general de la Uocra de La Plata por parte del juez federal de Quilmes Luis Armella tendrá un rédito político para Cambiemos en las elecciones del 22 de octubre próximo.

El Presidente fue el primero en celebrar la detención en Olivos. "No hay lugar para comportamientos mafiosos", dijo Macri en un encuentro con cien empresarios. "Varios creen que tienen derechos especiales que trascienden las leyes de todos los días", agregó, enfático.

En medio de la euforia, un asesor presidencial dijo a LA NACION que a todo aquel "que no entienda que el Estado de Derecho es lo que ahora se impone le va a pasar eso".

En la mira está Víctor Santa María, jefe del gremio de encargados de edificio, denunciado por operaciones sospechosas. Sin embargo, cerca del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, deslizaron que los casos de extorsión, lavado de dinero y asociación ilícita no son tan frecuentes en el sindicalismo. (...)".

Sin duda que el relato del prestigioso Obarrio es veraz y expone el gran peligro: que el Ejecutivo ingrese al terreno judicial. Esto quiere decir que los colaboradores de Macri utilicen el Poder Judicial para o realizar venganzas o presionar adversarios, tal como si los expedientes judiciales fuesen otra herramienta para la acumulación de poder, algo que siempre ha sucedido pero que mucho tiene que ver con la baja calidad de la democracia representativa argentina.

Hasta donde se suponía, la investigación de Juan Pablo Medina era una cuestión judicial pero el relato de Obarrio revela que era una preocupación electoral del Presidente de la Nación, y eso es malo, en especial cuando no se comprende lo circunstancial que resulta el ejercicio del poder.

Es la 2da. vez en 48 horas que el diario La Nación menciona la animadversión de Macri por el sindicalista kirchnerista Santa María.

Aún cuando sea por convicción, los Saguier deberían cuidarse de no terminar asimilados por la opinión pública al modelo '6 7 8'.

Y, pese a que algunos necesiten tanto la publicidad oficial para financiar a la prensa tradicional en declive y sus experiencias onerosas en canales de TV inviables, siempre es mejor que los grupos de prensa hagan periodismo.

En el caso de Obarrio presenta a 'la Casa Rosada' (¿Macri? ¿Su alter ego, Marcos Peña?) directamente involucrados en hacer padecer a Santa María en los estrados judiciales.

Horas antes, con firma de Nicolás Balinotti, el diario La Nación anunció: "El Ejecutivo ahora apunta a Santa María, de los porteros".

Afirmó el diario La Nación: "(...) Santa María está en problemas desde que LA NACION reveló, el 10 de julio pasado, que la Unidad de Información Financiera (UIF) detectó operaciones sospechosas por $ 4.000.000 en Suiza, cuyas pruebas fueron presentadas ante el juzgado de Claudio Bonadio. (...)".

Impacta el vínculo entre el Ejecutivo mencionado en el título y el juez Bonadío en el texto, tal como si el magistrado fuese una extensión de Macri en Comodoro Py. Esto ya se vivió con Norberto Oyarbide en los días K. Y al camarista Eduardo Freiler, a quien el macrismo intenta despedir cuanto antes, se le imputa probablemente algo de lo que padecerá Bonadío luego de Macri, si no se jubilara antes.

No le queda bien a la República todo esto.

La 1ra. vez que el diario La Nación enfiló contra el sindicalista fue luego de que el diario Página/12, cuya editorial compró el sindicato de los porteros que dirige Santa María, tal como antes lo hizo su padre, difundió datos sobre el 'blanqueo' que permanecían confidenciales en la Administración Federal de Ingresos Públicos.

El 05/09/2017, en un texto editorial, La Nación tituló "El injustificable enriquecimiento de Víctor Santa María", explicando la causa judicial en lo de Bonadío.

De todos modos, el fragmento clave de ese editorial fue el siguiente: "(...) La reciente condición de editor asumida por Santa María, sobre todo en Página 12, es utilizada como un escudo para evitar cualquier examen sobre su sospechosa conducta económica. Denunciar el manejo turbio de los fondos sindicales se convertiría, según esta perspectiva, en un ataque a la libertad de expresión. El argumento no sólo es falaz. Invierte, además, la verdadera relación entre ambos fenómenos. Hay que interrogarse acerca de si Santa María no ha adquirido medios de comunicación para blindar ante la opinión pública movimientos económicos injustificables. La Argentina de los últimos años, sobre todo durante el kirchnerismo, al que este sindicalista adscribe con fervor, ha sido pródiga en este tipo de maniobras. (...)".

El autor debe conocer poco acerca de la historia del diario La Nación y los motivos que llevaron a Bartolomé Mitre a fundarlo. Alguno de sus periodistas más reputados, licenciado en Historia y especializado en historia de Mitre, podía explicárselo en detalle.

El asunto se complica mucho porque Santa María, quien en el pasado ya ha transitado por diversos tribunales, se convierte en un objetivo porque o no cierra o no vende un medio de prensa crítico. Obsérvese que Macri habló del "periodismo mafioso".

El Ejecutivo manipulando la Justicia según su conveniencia política tuvo sus peores momentos en el pasado en 'la Corte adicta' de Julio Nazareno y en la militancia K de Justicia Legítima. ¿Macri también hará su experiencia? Porque el verdadero cambio pasaría por intentar la independencia del Poder Judicial antes que permanecer en la manipulación.

Dejá tu comentario