China parece prepararse para jugar un largo juego en la guerra comercial con Estados Unidos mientras Xi Jinping aprovecha la agresiva política arancelaria de Donald Trump para unir el país bajo el creciente fervor nacionalista.
"LUCHAR HASTA EL FINAL"
Donald Trump dispara el nacionalismo chino y le regala a Xi un enemigo perfecto
La guerra comercial impulsada por Donald Trump representa un enorme desafío a China, pero también le ofrece a Xi Jinping la oportunidad de consolidar su poder.
Estados Unidos apostó por la presión económica y aranceles punitivos para forzar a países con prácticas comerciales consideradas desleales —especialmente China— a negociar bajo sus términos. Pero con su principal rival, la estrategia fracasó. Pekín no solo respondió con aranceles del 125% a productos estadounidenses frente al 145% impuesto por Washington, sino se sumergió en una ola de fervor nacionalista encabezada por Xi Jinping, el líder chino más poderoso desde Mao Zedong.
Según The Wall Street Journal, en las últimas semanas el régimen ha reivindicando la figura del dictador Mao Zedong. Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino publicó en X imágenes de 1953 de Mao Zedong prometiendo luchar hasta el final contra las fuerzas lideradas por Estados Unidos en la Guerra de Corea. "Somos chinos", escribió. "No nos rendiremos".
“El post de Mao y otros mensajes de Beijing resaltan lo que China considera una de sus principales ventajas frente a Estados Unidos: si bien Trump y sus partidarios republicanos son vulnerables a los caprichos de los votantes estadounidenses, el partido que Mao construyó está profundamente arraigado y ha mantenido el poder durante más de siete décadas a pesar de la guerra, el hambre, la agitación política y las crisis financieras”, anotó WSJ.
Mientras que la administración Trump se aferra al caos, Xi se ha centrado en la estabilidad.
A pesar de que tanto China como USA otorgaron exenciones para productos relacionados con los semiconductores, el gigante asiático no está dispuesto a ceder. China condicionó cualquier tregua comercial a la eliminación total de los aranceles impuestos por USA sobre sus productos. Y ya dos veces en menos de una semana ha desmentido a Donald Trump afirmando que no existió ninguna conversación telefónica entre el republicano y Xi Jinping ni hay negociaciones sobre aranceles.
“Si bien China está abierta al diálogo, los funcionarios en Pekín no están seguros de lo que Trump quiere y temen poner a Xi en una situación impredecible que podría debilitarlo. La preocupación entre los funcionarios del gobierno es que cualquier concesión solo generará más exigencias por parte de Trump, quien puede amenazar con levantar o bajar los aranceles cuando le convenga”, ,interpretó Bloomberg.
Xi Jinping y nacionalismo
Antes de la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, Xi Jinping había comenzado a perder respaldo en algunos sectores, por las exigentes cuarentenas de “cero COVID”, la desaceleración económica, la crisis inmobiliaria y una ofensiva estatal contra emprendedores.
El presidente chino no tenía a quién señalar. Pero ahora el presidente norteamericano ha reforzado el liderazgo de Xi y le ha dado un enemigo externo claro sobre el cual cargar la culpa de las penurias económicas.
“La mayoría de las cosas que el gobierno chino tendría que justificar o explicar en términos de las difíciles condiciones económicas, es posible que ahora puedan atribuirlas a la imposición de aranceles”, declaró a Bloomeberg Rana Mitter, titular de la cátedra ST. Lee de relaciones entre Estados Unidos y Asia en la Escuela Kennedy de Harvard. “Aunque en realidad los aranceles no tengan tanta influencia”.
La retórica populista de JD Vance, quién recientemente calificó a los ciudadanos del país como "campesinos" también alimentan el fervor nacionalista en China.
Según Bloomberg, que diálogo con con decenas de personas en China, tanto del ámbito empresarial como gubernamental, todos coinciden, incluso los críticos más acérrimos de Xi, coinciden en la importancia de un consenso nacional: no es momento de mostrar debilidad.
“La gente está realmente de acuerdo en no doblegarse y luchar hasta el final”, dijo James Zhang, exportador de muebles de la ciudad costera de Ningbo, cuyos ingresos provienen en un 60% de Estados Unidos. “Ceder no abre un camino hacia adelante, solo un callejón sin salida”.
China tiene por delante un gran desafío: encontrar nuevos mercados para sus productos. Bloomberg Economics calcula que los aranceles en los niveles actuales podrían eliminar más del 80% de las exportaciones chinas a US, lo que reduciría dos puntos porcentuales del PIB. De todas maneras, Trump le facilitó el camino al imponer fuertes aranceles a sus aliados y a los principales socios comerciales de China en Asia, lo que permitió a Pekín presentarse como defensor del libre comercio y redujo las opciones de las empresas para trasladarse fuera del continente.
“El gobierno de Xi confía en poder desplegar suficientes estímulos para compensar las peores consecuencias, dado su firme control de la economía y su capacidad para contener cualquier disturbio . Trump, en cambio, se enfrenta a una creciente presión para que dé marcha atrás por parte de importantes aliados de Wall Street e incluso a indicios de descontento entre legisladores republicanos que corren el riesgo de perder el cargo si la economía se desacelera y los precios suben”.
“A largo plazo, las acciones de Trump están reforzando la postura de Xi para mantenerse en el poder y lograr lo que él llama "el sueño chino del gran rejuvenecimiento de la nación china". Esto incluye impulsar "una vía china hacia la modernización" y recuperar territorios como Taiwán, perdidos durante el llamado Siglo de la Humillación, cuando las fuerzas coloniales tomaron el control de puertos a lo largo de su costa, incluidos Shanghái y Hong Kong”, apuntó Bloomberg.
Asimismo, la política de ”Estados Unidos Primero”, reflejada en la retirada de USA de la OMS, el cierre de la agencia Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el menosprecio de otras instituciones globales, ayuda a China ganar influencia en el mundo emergente.
Las grande muestras de unidad en China contra USA se ven en la conducta de gigantes chinos de internet, desde Alibaba Group Holding Ltd. hasta JD.com Inc. y PDD Holdings Inc., que se han apresurado a implementar políticas de apoyo a los exportadores locales.
“La plataforma Taobao-Tmall de Alibaba redujo las comisiones y tarifas de la plataforma para la promoción de productos y está organizando campañas semanales de marketing orientadas a la exportación. JD.com planea comprar al menos 200 000 millones de yuanes en productos destinados a la exportación en un año para revenderlos en el mercado nacional”, informó Bloomberg
“Michael You compartió esa opinión en Xiamen, ciudad costera adyacente a Taiwán. Su empresa y muchos otros exportadores se prepararon para este momento desde la primera guerra comercial de Trump, en parte vendiendo más a pequeños comerciantes estadounidenses que a grandes minoristas. Hasta ahora, ha trasladado todos los costos arancelarios a sus clientes estadounidenses”.
"Aunque quisiéramos hacer concesiones, hay muy poco que podamos hacer", dijo You, quien obtiene el 80% de sus ingresos de la venta de productos de embalaje como bolsas de plástico y papel a tiendas estadounidenses.
Estas acciones reflejan una coordinación no oficial pero efectiva entre el gobierno chino y el sector privado para resistir la ofensiva estadounidense.
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