Juan Román Riquelme quedó al descubierto con la derrota ante River y el posterior despido de Fernando Gago como entrenador, algo que tendría que haber hecho después de la eliminación con Alianza Lima de la Copa Libertadores. Debido a esto los hinchas de Boca le empiezan pasar factura y ya no tiene la inmunidad que le daba ser el máximo ídolo del club.
OPINIÓN
Juan Román Riquelme: El hombre que se ahogó en su soberbia
A Riquelme se le hunde el barco y los hinchas de Boca ya empiezan a cuestionarlo, se le acabó la cuerda por ídolo y ahora también lo responsabilizan.
29 de abril de 2025 - 15:55
Juan Román Riquelme creyó que podría manejar Boca como lo hacía con sus equipos.
Riquelme, el ciego que maneja el barco llamado Boca
Cuando Juan Román Riquelme llegó a Boca (como vicepresidente) tenía todas las de ganar, era muy difícil hacer una peor dirigencia que la que había hecho Daniel Angelici, quien tuvo el período más perdedor de la historia de Boca (perdió todos los cruces internacionales con River, incluida la final de la Copa Libertadores del 2018), pero se las arregló para ser peor.
Riquelme creyó que manejar un club era como hacerlo en un equipo adentro de la cancha, donde se rodeaba de amigos sin importar si tenían la habilidad o no para estar en Boca, total él era un distinto y resolvía los partidos. Pero en la dirigencia se encontró con esa falencia, de no ser el Riquelme del campo de juego, en la dirigencia se entendió que esa no era su cancha, que era un terreno desconocido. Ojo, hizo lo mismo, se rodeó de amigos, pero las cosas no resultaron iguales, acá perdió el partido por goleada.
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En su periodo se deglutió 6 entrenadores, y solo 1 pasó el año, Miguel Ángel Ruso, estuvo 19 meses. En orden descendiente de tiempo pasaron, Sebastián Battaglia 11 meses, Diego Martínez 9 meses, Hugo Ibarra 8 meses, Jorge Almirón 7 meses, Fernando Gago 5 meses. Todos con la misma personalidad baja, o sea, manejables por Riquelme.
Lo peor es que le mentía al hincha de Boca diciendo que era el club más ganador de Argentina de los últimos años, pero no aclaraba ciertas cosas, solo ganó algunos títulos locales, mientras River era protagonista en Copa Libertadores. Y se jactaba de haber eliminado dos veces al “Millonario” en los torneos locales. Pero todo el relato era manipulado a su favor, y apoyado por cierta parte de la prensa.
Ahora Riquelme quedó al desnudo, el hincha no es tonto, se cansó de su soberbia, se cansó de su negacionismo, y se cansó de las malas decisiones, poniendo por encima su interés personal (no perder el mando y manejar todo él, dentro y fuera del campo) por los del club, por eso los hinchas de Boca ya no lo bancan y peligra su estancia en Boca ya que a fin de año habrá elecciones.
Esta crisis es aprovechada por sus enemigos, Macri-Milei, que como al salto por un bizcocho se frotan las manos esperando su caída para poder meterse en Boca nuevamente, pero como son dos personas que cometieron el mismo pecado que Riquelme (subestimar a la gente y creer que es tonta) no llegarán a buen puerto.
Se acaba la era Riquelme como una de las más pobres de la historia del club, donde un presidente soberbio y egocéntrico no soporta no ser el centro de atracción y ser el mandamás de todo, decisiones fuera y dentro del campo. Además, cometió otro pecado, creer que su mote de ídolo lo iba a volver inmune de toda crítica por siempre haga lo que haga, pero solo una persona goza de esa inmunidad eterna, y esa persona es Diego Armando Maradona.
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