ARGENTINA

SANTA FE

La exportadora que opera en Vicentin, también en problemas

El Ministerio de Agricultura decidió sacar a Díaz y Forti del Registro Único de Operadores de Granos. La acusan de no liquidar divisas de las exportaciones realizadas por más de 300 millones de dólares. La empresa irá a la Justicia.

ROSARIO. Ayer (3/12/20) el Banco Central de la República Argentina (BCRA) le pidió a la Aduana que le quite a Díaz y Forti la matrícula para importar y exportar. Hoy, el Ministerio de Agricultura de la Nación sacó a la empresa del Registro Único de Operadores de Granos (RUCA), lo que significa que queda imposibilitada de comprar, vender, recibir y despachar cereales.

El motivo de las medidas es que, según el gobierno, la exportadora que opera en las plantas de Vicentin de San Lorenzo y Ricardone, no liquida en tiempo y forma las divisas generadas por las exportaciones, acumulando retrasos de mas del 90% del ingreso de los dólares. De acuerdo al Banco Central, Díaz y Forti tiene 450 millones de dólares sin liquidar.

 

 

Claudio Lozano, el directo del Banco Nación, aseguró que Díaz y Forti “en el año 2019 exportó no más de 4 millones de dólares, y de buenas a primeras (casualmente alquilando las instalaciones de Vicentin, empresa en concurso que debe alrededor de 1.300 millones de dólares, en gran medida a productores, cooperativas agropecuarias y banca pública) se transformó en un gran exportador con más de 600 millones de dólares en 2020."

Según trascendió, la exportadora recurrirá a la Justicia por la sanción del Banco Central y también inició el reclamo administrativo en Ministerio de Agricultura por la decisión tomada. Sin embargo, al caer estas medidas en vísperas de un fin de semana XL (lunes 7 y martes 8 son feriados), se estima que la empresa estará varios días sin operar hasta que se resuelva la situación. 

Esta no es la primera vez que Agricultura deja fuera del RUCA a Díaz y Forti. Hace 15 días, la sancionaron argumentando que granos que la empresa había entregado con destino a molienda, terminaron siendo exportados como poroto. Pero se comprobó que había sido un error administrativo cometido por los traders.

La exportadora sufre ahora un gran daño reputacional debido a estas medidas, que generan incertidumbre entre sus clientes. Y esta incertidumbre genera toda una cadena: menos empresas agropecuarias le están entregando sus granos, los acopios y los productores le están empezando a apurar los pagos adeudados, los clientes del exterior se muestran con reservas a la hora de cerrar negocios, al igual que los bancos de afuera que financian sus operaciones.

Desde Díaz y Forti sospechan que las medidas se deben a que los traders globales no quieren que ingrese ningún nuevo jugador al sector, y por eso apuestan a que la empresa desaparezca (es decir, que sea adquirida por ellos o que vaya al desguace) para seguir controlando entre las 7 principales empresas el comercio de granos.

Por otro lado, el gobierno sostiene que las sanciones no tienen ninguna animosidad contra la empresa, sino que se están poniendo firmes con las agroexportadoras que no liquidan en tiempo y forma, ya que retrasan así el ingreso de dólares al país.

 

 

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