Javier Milei llegó a Charlie Hebdo y se burlaron de su cruzada anticiencia

Charlie Hebdo arremete contra Milei por dejar a los científicos al borde del colapso. Desmantelamiento de la ciencia con recortes y persecución ideológica.

Por GERMÁN MOLKUC

El semanario satírico Charlie Hebdo se burla de Javier Milei por su ataque a la ciencia en Argentina, resaltando cómo su gobierno desmanteló el sistema científico. En la caricatura que ilustra la nota, Milei aparece atacando a científicos con una motosierra y diciendo: “Solo nos quedaremos con los que sepan curarse solos”, en una crítica feroz a su cruzada anticiencia.

Milei y la ciencia: una relación de terror (y no ficción)

Si alguien todavía dudaba de la capacidad de un gobierno de ultraderecha para demoler la ciencia, el caso argentino es la prueba definitiva. Así lo afirma Charlie Hebdo en su nota: “Entre enormes recortes presupuestarios, fuga de cerebros y caza de brujas, la investigación científica está al borde del colapso.” El medio satírico detalla cómo Milei puso en jaque al CONICET, despreció a los científicos y convirtió la administración de recursos en una inquisición ideológica.

La caricatura que ilustra la nota no necesita explicación: un Milei enloquecido y con los ojos desorbitados blande su motosierra contra un grupo de científicos aterrados, que tratan de huir mientras el presidente les corta los brazos, respaldado por otras dos brujas. Su frase "Solo nos quedaremos con los que sepan curarse solos" (“On ne gardera que ceux qui sauront se recoudre tout seuls”) es un claro guiño al desmantelamiento del sistema de salud pública y la precarización de la educación.

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Javier Milei llegó a las páginas de Charlie Hebdo, aunque no por los mejores motivos. En la sátira, el presidente es criticado por su "cruzada anticiencia" y por despedir o provocar las partidas de miles de científicos al exterior.

El artículo también recuerda la renuncia de Manuel García Solá, quien describió el contexto como un regreso al maccarthismo de los años ‘50. Recordemos que, en su carta de renuncia, había declarado que “nunca podría callar mi voz cuando se intentara cometer algún acto de persecución por ideas científicas, políticas o religiosas”. Su partida se sumó a la de otros referentes del sector, como Alicia Caballero, que dejó su puesto en la Agencia de Promoción de la Investigación al ver que su presupuesto prácticamente estaba bloqueado. Mientras tanto, el gobierno de Milei avanza en su “tribunal inquisitorial” para decidir qué líneas de investigación seguirán recibiendo financiamiento. Spoiler: solo las que produzcan plata rápida, como el petróleo o la inteligencia artificial.

El plan motosierra aplicado al conocimiento

La nota recuerda que Milei jamás escondió su desprecio por la academia. Lo dejó claro en campaña y lo recordó en el Foro Madrid de 2024: “Estos supuestos científicos e intelectuales, que creen que tener una titulación académica los vuelve seres superiores. Si tan útiles creen que son sus investigaciones, los invito a salir al mercado”. Y cumplió. En un año, el presupuesto científico cayó un 31%, el CONICET congeló incorporaciones y los investigadores perdieron un tercio de su salario. Hoy, el 70% de los docentes y científicos están por debajo de la línea de pobreza.

Como si esto fuera poco, la fuga de cerebros se convirtió en un éxodo bíblico. Charlie Hebdo detalla cómo el CONICET perdió en pocos meses 1.000 investigadores, cerca del 10% de su plantilla. En el Instituto de Investigación Biomédica sobre Retrovirus y Sida (INBIRS), "la mitad de los empleados ya han iniciado el proceso de búsqueda de empleo en otros países", afirma la nota. En promedio, la comunidad científica argentina perdió el 3,6% de sus investigadores en menos de un año, y para Charlie Hebdo, este éxodo masivo es una "evacuación de emergencia" ante el derrumbe del sistema científico.

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Lilia Lemoine también la ligó: Charlie Hebdo señaló a Milei por nombrarla como presidenta de la Comisión de Ciencia del Congreso, a pesar de sus burradas en dicha área y ser una antivacunas confesa.

Pero el presidente no se conforma solo con recortar fondos y despedir investigadores. También colonizó el debate público con una ofensiva negacionista. La revista satírica menciona su peculiar visión sobre el cambio climático, al que llama “variación climática”, y recuerda que nombró a "su maquilladora personal Lilia Lemoine" como presidenta de la Comisión de Ciencia del Congreso. Para que los franceses la conozcan, Charlie Hebdo les cuenta que "Lemoine es una acérrima antivacunas, convencida de que la Tierra es plana, de que las misiones Apolo nunca ocurrieron y que Richard E. Byrd nunca llegó a la Antártida".

Si Milei hubiera gobernado en los tiempos de Pasteur, hoy no existirían las vacunas. Un gobierno que combate la ciencia con motosierra puede producir solamente un país donde la ignorancia sea la única política de Estado. ¡Viva la libertad carajo!

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