La ciencia ha demostrado que está a favor de las especias que hacen de nuestras comidas bien picantes. El curry, jengibre o la cúrcuma ofrecen una gran variedad de beneficios para la salud.
SECRETO DE LONGEVIDAD
Esta comida es muy beneficiosa para la salud: la evidencia científica
Los condimentos picantes tienen una larga historia de sus usos tanto para aromatizar, colorear y conservar alimentos, como con fines medicinales. Hoy en día el mayor uso de especias como aromatizantes en los alimentos es una tendencia importante en todo el mundo.
Aceleran el metabolismo
Varios estudios indican que ciertas especias, como el comino, la canela, la cúrcuma, los pimientos y los chiles pueden aumentar la tasa de reposo metabólico y ralentizar el apetito. Otra investigación realizada en ratones encontró que la cúrcuma suprime el crecimiento de tejido graso, publicado en The Journal of Nutrition.
Cáncer
La capsaicina es un componente activo de los chiles. Se demostró que ralentiza y destruye las células cancerosas.Una investigación publicada en Cancer Research de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, EE. UU.) encontró que no permitía que las células cancerosas de la próstata en ratones crecieran.
Combaten la inflamación
La curcumina, un compuesto de la cúrcuma que es parecido a la capsaicina, puede reducir la inflamación. Por otro lado, en la medicina ayurvédica las propiedades antiinflamatorias del jengibre y el ajo se utilizaron para tratar artritis, trastornos autoinmunes e incluso dolores de cabeza y náuseas.
Antibacteriales
El comino y la cúrcuma tienen propiedades antioxidantes y antimicrobianas, según un trabajo publicado en Journal of Food Science. Además, el aceite de los mismos fue eficaz contra las bacterias E. Coli, S. Aureus y S. Fecalis.
Longevidad
En 2015, la Universidad de Harvard junto con el Centro Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades de China publicó un estudio en British Medical Journal.
El trabajo se llevó a cabo con los ciudadanos de 10 áreas geográficamente diversas de China entre 2004 y 2008.
Los datos recopilados revelaron que consumir alimentos picantes seis o siete días a la semana redujo las tasas de mortalidad en un 14%.
"En este gran estudio prospectivo, el consumo habitual de alimentos picantes se asoció inversamente con la mortalidad total y por ciertas causas específicas, independientemente de otros factores de riesgo de muerte", indicaron los autores.